Campaña vs el vocero
•Vivir en el limbo
•Que ya se va…
DOMINGO
Campaña contra el vocero
El vocero del Gobierno de Veracruz tendrÃa los dÃas contados y será despedido, o en todo caso, se trata de una campañita en su contra.
Varios medios lo han renunciado. Unos, sin embargo, profetizan que será candidato de MORENA a diputado federal por la vÃa pluri, es decir, por dedazo, y por tanto, amarrada la curul.
Pero si asà es, entonces, falta mucho tiempo para separarse de la dirección de Comunicación Social, pues la ley electoral contempla que serÃa o será o podrÃa ser hacia el mes de enero para desafanarse y cumplir en tiempo y forma.
El caso es que pareciera existir una escalada en su contra. Se ignora si es fuego amigo o enemigo. Digamos, algún francotirador que desde las sombras estuviera manejando la emboscada. O en todo, quizá, la comentocracia tiene la exclusiva y la soltó.
El trabajo del vocero está manifiesto.
Luis Velázquez
El góber, en caída libre en popularidad. En las tardes pasteleras, la zumba y la manualidad, las señoras se pitorrean de su persona. La mayoría, por ejemplo, cambia de canal cuando de pronto el góber aparece en la tele. O de página cuando lo publican en la prensa escrita.
LUNES
Los voceros
La política, solía afirmar Juan Maldonado Pereda, “es un tragadero de hombres”.
Por ejemplo:
Miguel íngel Yunes Linares tuvo un solo vocero en el par de años en el poder. Elías Assad.
Javier Duarte tuvo dos. María Georgina Domínguez, quien terminó internada en el penal de Pacho Viejo, y Alberto Silva, “El cisne”, ascendido por él mismo a pavo real.
Fidel Herrera Beltrán tuvo, de hecho y derecho, uno solo, Alfredo Gándara, quien al irse de presidente municipal de Poza Rica dejó a una mujer, pero a quien orientaba.
Miguel Alemán Velasco tuvo dos: uno, Sabás Huesca, también huésped en Pacho Viejo, y Raúl Peimbert.
Patricio Chirinos Calero tuvo uno solo, Miguel Melchor López Azuara, reportero en el Excélsior y el Proceso de don Julio Scherer García.
Dante Delgado Rannauro tuvo tres: el primero, Orlando García Ortiz, ascendido a director de Gobernación. Juan Antonio Nemi Dib, promovido a diputado federal. E Ignacio Oropeza López, ascendido de la dirección de la Editora.
El caso singular, fuera de serie, extraordinario, fue con Víctor Cuauhtémoc Naranjo, jefe de prensa con par de gobernadores. Fernando López Arias y Rafael Murillo Vidal.
Ahora, anuncian los interesados, el vocero de Cuitláhuac García, Iván Luna, que para una curul federal.
MARTES
La lealtad premiada
Igual que López Obrador, quien suele premiar la lealtad por encima de la eficacia y la eficiencia, el góber jarocho también.
Su vocero llegó a la dirección de Comunicación Social… de la nada. Su virtud era la lealtad. Mejor dicho, la amistad recíproca. Y sin el mínimo conocimiento del medio, sin experiencia, sin fogueo, ha permanecido durante veinte meses y tres semanas.
Fue el caso, por ejemplo, de Dorheny García Cayetano, ungida de la nada como diputada federal, pero más indicativo, de su hermana Ailett, jefa jurídica de la secretaría de Seguridad Pública, fallida aspirante a la Fiscalía Anticorrupción, encumbrada por dedazo como magistrada del Tribunal Superior de Justicia.
Y, bueno, bendito el góber machetero recíproco con sus amigos, a excepción, todo indica, de aquel amigo enfermo de VIH, según la denuncia de su señora madre.
En el caso, y más allá de competencias, el vocero ha funcionado al góber, y eso basta.
El dicho popular lo reitera. Suficiente estar bien con Dios aunque los ángeles se enojen.
Y si Dante Delgado promovió a su amigo Juan Antonio Nemi de vocero a diputado federal…
Y Fidel Herrera a Alfredo Gándara, a diputado local y presidente municipal…
Y Javier Duarte a Alberto Silva a diputado federal, entonces, la historia se reproduciría, y punto.
Cada sexenio, la historia suele repetirse.
MIÉRCOLES
El vocero achicado
Mucho ha dejado sentir el vocero Iván Luna. Por ejemplo:
Uno. Si Almo vitorea a Cuitláhuac García, su imagen en la población electoral está por los suelos. Ningún respeto, ni siquiera, institucional, inspira. Bastaba la presencia física de Fernando Gutiérrez Barrios y Fernando López Arias, para que todo mundo se cuadrara y hasta el aliento perdiera.
Dos. En veinte meses y 3 semanas, nunca un boletín de prensa sobre el desempeño de la mayor parte de los secretarios del gabinete legal y ampliado.
Se ignora si porque es la tónica, la línea, la orden superior.
Tres. Nunca una relación ni acercamiento del vocero con los medios. Desde su búnker ejerce el poder. Quizá, porque los famosos convenios están en sus manos. Y como la mayor parte de los medios viven del dinero público, entonces, sabe que tiene, como capataz de hacienda porfirista, el chirrión en la mano.
Cuatro. Ningún zurcido fino, tejido y destejido, con los medios para posicionar al góber en los lectores, televidentes y cibernautas.
Más, cuando la chamba de un vocero nunca termina en el simple boletín.
JUEVES
Vivir en el limbo
Cinco. Veinte meses y 3 semanas del vocero, en el limbo. Reducido.
Sin una estrategia para construir y reconstruir la imagen del jefe máximo, con todo y que la imagen pública se forma con varias afluentes, entre ellas, la imagen del góber mismo, la imagen proyectada por el gabinete legal y ampliado, la imagen de la familia, la imagen, incluso, hasta de las barbies.
Seis. La imagen de un gobernador indolente. El tiradero de cadáveres y de impunidad le vale, por ejemplo. Ningún manotazo para hacer sentir su peso y fuerza. “Dejar hacer y dejar pasar”. Allá cada quien con su tarea.
Siete. En el tiempo que va, ningún manotazo oficial para trascender en la vida pública, y en donde la vocería bastante tarea tendría para resarcir el hueco y levantar expectativas. Por el contrario, un sexenio más, tan opaco y gris, a pesar de tanta euforia obradorista.
Ocho. En todo caso, bendecido por López Obrador, el Señor Presidente, mucho gobernador para su vocero. Fidel Herrera Beltrán, Fernando Gutiérrez Barrios y Dante Delgado, fueron sus propios jefes de prensa.
VIERNES
Se cae, pero para arriba…
En nombre de las facultades metaconstitucionales del poder público, el góber despidió a la Contralora Leslie Garibo, sin rendir cuentas.
Despidió a la titular del DIF, sin ninguna explicación, aun cuando en la cancha pública circularon versiones de malos manejos.
Despidió a la secretaria del Trabajo sin un informe, aun cuando en el tendedero quedó que habría sido por culpa de un hijo en Chicontepec.
Promovió a varias de sus gentes porque así, digamos, lo contempla la ley…, pero imposición, al fin.
Ahora, la campaña, parece, en contra de su vocero, con todo y que de acuerdo con la historia, cuando los medios lapidan a un funcionario público, por más culpas que tenga, se vuelve inamovible.
En todo caso, movible para un tiempo mejor, pero al mismo tiempo, prolongando su vida si estuviera “en el ojo del huracán”.
Incluso, hay caídas cuando la gente suele caer para arriba.
López Obrador, el Señor Presidente, lo advirtió a los enemigos, conservadores y neoliberales:
“No coman ansias” dijo a quienes en las caravanas automovilísticas pasean el letrero nacional de “López Obrador, vete”.