cargando

En twitter:

Escenarios
Miércoles 12 agosto, 2020

Los animalistas

•Mucho amor que dar
•Zoológico en casa

UNO. Los animalistas

Mucho amor tienen los animalistas a sus gatitos y perritos. Incluso, como Demi Moore en el filme “Propuesta indecorosa” con Roberto Redford, a los hipopótamos. El poeta del surrealismo, Gerard Nerval, tení­a una langosta y todas las tardes, con el fresco, la sacaba a pasear, hasta con

Luis Velázquez

un moñito, en el bulevar de Parí­s.
Una hijita de Carlos Romero Deschamps, mil años lí­der petrolero, paseaba a su perrito en el avión familiar.

DOS. Zoológico en casa

Una amiga animalista tiene un zoológico en casa. Perritos y gatitos de a montón. Unos son caseros y del patio nunca salen. Otros, sin embargo, más los gatitos, agarran camino en la mañana luego de desayunar y regresan en la noche, puntualitos, a la misma hora, a dormir seguros y en casa y con los suyos.
Todos los dí­as, en las tardes, la amiga saca a pasear a los gatitos y perritos fieles. Caminan y trotan en el parque de la esquina. Siempre lleva una bolsita para levantar la popó.
Todos los dí­as de la semana está pendiente de los alimentos, incluso, hasta con dieta de la nutrióloga porque le enfurece mirarlos gordos dada la vida sedentaria que llevan.

TRES. Costal de perros y gatos

Con estos calores, a cada rato baña a los perritos y gatitos. En la faena se lleva unas 3 horas y forma parte de su carga laboral.
Y, claro, cuando los baña les platica y se rí­e con ellos y les juega bromas.
A veces, uno que otro gatito o perrito duermen con ella. Los ha enseñado a convivir y cohabitar, sin pelearse como si estuvieron en el famoso costal bí­blico de perros y gatos.

CUATRO. Todos al rescate

Con sus pares tiene cadena animalista. Entre ellos se avisan de un perrito o un gatito callejero. Y luego luego, todos, al rescate.
De seguro ganarán muchas indulgencias en el otro lado del charco aun cuando en el relato bí­blico nunca los apóstoles escribidores contaron que Jesús era seguido por gatos y perros.
Pero fue suficiente con que Noé trepara en su barca a una pareja de todos los animales para salvarlos ante el diluvio.

CINCO. Ni uno más…

Está bien querer y amar a los animalitos. Pero al mismo tiempo es como si tuvieran siempre, toda la vida, un niño chiquito.
Y es que, de entrada, significan un gasto, pues hasta al veterinario los llevan.
Más gasto cuando son varios, y como en el caso de la amiga, un zoológico en casa.
Pero, bueno, cada quien su vida y lo mejor para cada animalista.
Aquí­, en casa, de plano renunciamos a tener otro gatito, otro perrito más. Fue cuando tuvimos un par y murieron y la muerte de los dos fue terrible.
Entonces se tomó la sabia decisión de que ni uno más… por más y más que los hijos y los nietos insistieron.

SEIS. Perrito con COVID

Mucho han de cuidarse los animalitos. En Estados Unidos, la quincena anterior murió un perro… de coronavirus. Era la mascota familiar. El virus le pegó.
El dolor de los niños de la familia fue mayúsculo. Intolerable para los padres.
Lo cremaron y ojalá, digamos, como consuelo, tengan las cenizas en casa pues así­, quizá, mitigarí­an el dolor.
En casa, el par de perritos fueron sepultados en el jardí­n. Y durante muchos años, los nietos hasta una veladora le prendí­an. Incluso bautizaron el jardí­n con su nombre. Jardí­n Jackson se llama. Era negrito y les recordaba al cantante aquel.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.