Pero, bueno, cuestión de esperar. Lo importante es vislumbrar si el matrimonio de los 3 partidos tendrá durabilidad de aquí­ a las elecciones de presidentes municipales y diputados locales y federales para ir juntos y posibilitar el triunfo en las urnas, pues si van solos, la derrota es inminente.
Uno, porque MORENA está en el poder.
Segundo, porque son dueños del aparato gubernamental como antes lo fuera el PAN en un bienio y el PRI.
Tercero, porque aun cuando el desencanto social en contra del gobierno de Veracruz permea y se multiplica, bien lo salvarí­an los programas sociales a cargo del delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y quien también tiene su corazoncito para, entre otras cositas, quedar bien, más que con Cuitláhuac Garcí­a, con López Obrador, el supremo hacedor “en el paí­s de un solo hombre”.
Y cuarto, porque el descrédito electoral y social del PRI y PRD es tanto que solo en una coalición con el PAN salvarí­an el pellejo.
Desde luego, el partido más sólido después de MORENA es el PAN. Más de un millón de votos obtenido en las urnas en los comicios del año 2018. El PRI, en tercer lugar, y en fea forma. Y el PRD, ni sus luces.
Por eso, si cada partido va solo con sus candidatos, de entrada, el PRD correrá el riesgo de desaparecer. Y el PRI, hundiéndose más en el abismo electoral. Solo el PAN podrí­a mantenerse y quizá, repuntar.
El riesgo, claro, de que la luna de miel termine en un amasiato por conveniencia.

TIEMPO DEL ROMANCE…

Por ahora, parecieran que andan en noviazgo fértil y/o maridaje productivo.
Pero así­ como más de cien presidentes municipales y diputados locales fueron planchados para aprobar las reformas electorales en sesiones de Cabildo y en la votación plenaria en la LXV Legislatura y que llegara hasta la expulsión de uno que otro diputado, las viejas artes de la polí­tica priista (la cooptación, sobre todo) tendrán vigencia para disciplinar otra vez a los ediles y legisladores y hasta para renunciar a sus partidos.
Además, el riesgo de que en el altiplano, los acuerdos cupulares del PAN, PRI y PRD se rompan y tengan graves consecuencias en el interior del paí­s, como en el caso de Veracruz.
Y es que si desde la capital de la república, los jefes máximos de los partidos polí­ticos ordenan otra estrategia, en Veracruz se disciplinarán sin remedio, y como de hecho, sucediera en otros procesos comiciales.
Aquí­, los Chapos y asociados del PRD y PRI comerán en el mismo plato y tomarán cafecito en la misma taza, pero en el altiplano, otros son los intereses y que por lo general, se atraviesan.
A ver, entonces, el tiempo del romance que ahora viven y en donde se habrán jurando fidelidad total y absoluta.
En la otra cancha están los 4 nuevos partidos. El más sólido, Podemos, de Gonzalo Morgado Huesca y Francisco Garrido.

PODRíN ATRAVESARSE JUDAS

En la lógica del diputado federal, ex de todo menos de presidente de la república, Porfirio Muñoz Ledo, MORENA permanecerá en el poder público tres sexenios.
Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, serán doce años.
De acuerdo con el senador de la república, Ricardo Monreal, los candidatos de MORENA para el año entrante a un cargo público están en riesgo en los estados de Veracruz, Puebla y Morelos, por el mal gobierno local.
El PAN duró doce años en el poder presidencial y dos años en Veracruz.
Nunca el PRD ha remontado y en todo caso, más cerca estuvo con Rogelio Franco Castán como secretario General de Gobierno, pero quien pasara el bienio en el limbo, sin trascender, quizá, nomás en el estadio familiar.
Pero, bueno, en polí­tica nada está escrito. “Y lo que es hoy…., mañana puede no ser”, decí­a el priista Jorge Uscanga Escobar, ex presidente del CDE del tricolor, ex alcalde, ex diputado local y federal y ex subsecretario General de Gobierno en el alemanismo.
Además, cada proceso electoral es inédito. Suelen cambiar las circunstancias, los hechos, las acciones y, claro, los trastupijes.
Más cuando se atraviesan los Judas.
Con todo, ninguna duda existe de que la luna de miel entre PAN, PRD y PRI en Veracruz bien puede sufrir el bombardeo guinda y marrón, y entonces, salvo que los lí­deres y militantes sean ángeles de la pureza, incorruptibles, firmes en los ideales y las convicciones, ningún rafagueo gubernamental los estremecerá.
Nadie dudarí­a, por ejemplo, de que a la hora cero, uno que otro partido traicione a los demás, y entonces, la luna de miel será un infierno donde “los trapitos al sol” serán exhibidos en el tendedero.
En el PRI, por ejemplo, expulsaron al diputado suplente de Juan Carlos Molina Palacios por “tirarse al piso”. En el PAN, también ajustaron cuentas. Y en el PRD, se acomodan al dí­a con dí­a.
MORENA, por el contrario, se afianza. Ya llegaron al poder y lo quieren para varios sexenios. Las tribus, todas, afiladas, en la cancha pública.
Con los dí­as y los meses se irá conociendo la capacidad polí­tica y estratégica de cada parte para ganar espacios y quizá, amarrar votos con todo y que los votos, por lo regular, son definidos por el mejor postor.
En polí­tica, decí­a Giovanni Sartori, ganan el partido y el candidato que traen el billete y lo sueltan y reparten, claro.