El tendajón
•Terror en Veracruz
•Casi 3 mil muertos
•Tercer lugar nacional
Jorge Arias
Vamos llegando a los tres mil muertos por el coronavirus en Veracruz. Casi casi, veinte por día en 150 días desde hace 5 meses. Claro, hay días donde Pitágoras ha quedado descarrilado pues en menos de 24 horas se llegó a ochenta.
Otros días, sin embargo, únicamente siete.
Por ahora, van en el reporte oficial dos mil 875.
Estamos en un tris de los tres mil.
En tanto, el país ha sido ubicado en el tercer lugar mundial con enfermos y muertos luego de Brasil y Estados Unidos.
Y oh paradoja, Veracruz, en el tercer lugar nacional.
Lo peor de lo peor:
Mientras el subsecretario de Salud federal, Hugo López, aseguró que el COVID va para largo, la Organización Mundial de la Salud dijo que de plano ya se aposentó en el mundo y nunca, jamás, se irá.
En las redes sociales circula la versión fatídica de que todos los seres humanos de los 5 continentes seremos contagiados.
Se ignora si se trata de una jugarreta por ahí de algún chistocito terrorista o es una versión oficial y seria.
MUCHAS CORNADAS DE LA PANDEMIA
El caso es que la pandemia del COVID sigue causando estragos, aun cuando más cornadas están ya dando la recesión.
Uno, miles de comercios, negocios, changarros y empresas quebradas y cerradas.
Dos, número incalculable de desempleados.
Tres, pronto que será la peor recesión con los ahorritos agotados.
Cuatro, la hambruna.
Días duros y difíciles y aun cuando la Concanaco, Canacintra y Coparmex se lanzaron contra el gobierno de Veracruz por la errática política de salud y económica para evitar el desplome de las empresas y negocios, la realidad adversa es nacional y en todos los confines del país están igual o peor.
El mundo, desquiciado, con todo y el Super Saturday de Londres, Tlacotalpan y Jamapa con su carrerita de caballos.
Jamás imaginamos que fuéramos a estar muriendo por una pandemia.
Y lo peor, aislados en un hospital o en casa, luchando cada hora del día y de la noche contra la muerte para sobrevivir.
Y peor, morir, sin despedirse de la familia, de los amigos y los vecinos amados.
Todavía más peor, morir en el hospital, enviarte a la funeraria, cremarte y entregar las cenizas en urnas a los parientes.
Más lo que falta... que sabrá el chamán si su bolita de cristal le daría para descifrar el futuro que viene, por todos lados, todo indica, terrible y espantoso.