Lejos de la población
Los líderes de los partidos políticos en Veracruz se aplican. A mediados del año entrante, elecciones de los 212 presidentes municipales, más los diputados locales y federales. Pero...una realidad se impone. Los partidos y sus líderes temporales “no han trabajado lo suficientemente cerca de la gente”.
Bastaría recordar la estadística oficial:
6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz, en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Luis Velázquez
Medio millón de habitantes solo hacen dos comidas al día, y mal comidas, dada la precariedad en que viven.
Uno de cada 3 jefes de familia llevan el itacate y la torta a casa con el ingresito en el changarro vendiendo Vitamina T… que otra cosa es la 4T. Tortas, tacos, tamales, totopos, gordas, picadas.
Un millón de paisanos en Estados Unidos como migrantes.
Veracruz, campeón nacional en la producción y exportación al resto del país de trabajadoras sexuales.
Número incalculable de desempleados y subempleados con salarios insultantes y de hambre.
Además, del oleaje de inseguridad, incertidumbre, zozobra e impunidad.
Lo peor, en un Veracruz pródigo en recursos naturales habitado por gente jodida donde unas doscientas familias concentran el sesenta por ciento de la riqueza estatal.
Setenta y ocho (78) gobernadores han ocupado la silla embrujada del palacio de Xalapa y la resultante social y económico es la anterior.
Y por lo regular en cada nuevo gobierno (sexenios y un bienio), hacia el final del camino aparecen nuevos ricos, nuevas fortunas familiares, los suertudos.
Con todo, las elites y las tribus políticas y partidistas trepadas en el ring social y electoral para ganar las alcaldías y las curules locales y federales.
Pudiera llamarse cinismo. Desdén. Petulancia. Engreimiento. Mesianismo. Los iluminados.
Pero está claro que si existe tanta desigualdad e injusticia social y económica, educativa y de salud y de seguridad y procuración de justicia se debe única y exclusivamente a que los partidos políticos y sus líderes han tolerado el estilo personal de ejercer el poder de los 78 gobernadores, incluido el actual, la izquierda, izquierda delirante de MORENA.
DUEÑOS DEL PODER
Desde hace ratito, los pobres, los jodidos, los precaristas, saben, están conscientes de que el modelito político y económico es un fracaso.
También están seguros de que de igual manera como en otros tiempos, la demagogia y la venta burda y barata de esperanzas ha vuelto, está vigente.
Y sin embargo, los líderes partidistas y el gobierno de Veracruz en turno andan ya sonando los tambores de guerra preparando el terreno para el triunfo electoral en las urnas.
Entre otras razones, por la siguiente:
El 2024, cuando será elegido el nuevo gobernador, pasa por el año 2021.
Y el partido y las tribus políticos que ganen el 2021 con la elección de los ediles y legisladores irá de gane, habrá pegado el primer golpe en el ring, para reposicionarse de cara al año 2024, aun cuando en política, decía el maestro Jorge Uscanga Escobar, te acuestas candidato y amaneces en la lona.
Pero más allá de la posibilidad, la lucha por el voto en las urnas y las conciencias y las tendencias está “a la flor del día”.
En el mes de noviembre del año 2016, el periodista Jan Martínez Ahrens entrevistó para El País a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Le dijo, entre otras cositas:
“En política pesan demasiado los grupos internos y se toman las decisiones en función de cuotas. Es un error. No se ha prestado atención a la presencia entre la ciudadanía”.
El hecho, la circunstancia, la realidad, vigente.
Por un lado, va el gobierno. Por otro, los partidos políticos. Por otro, la fuerza ciudadana, organizada y/o cada parte por su lado, digamos, grupos amicales, grupos en whatsapp y círculos de estudios y de tardes pasteleras.
Así, y como en toda la historia del modelo político del país, los grupos y los grupitos se reparten el poder sexenal.
Bastaría referir, como ejemplo, que el gobernador de Veracruz impuso a la jefa jurídica de la secretaría de Seguridad Pública, Ailett García Cayetano, hermana de la diputada federal, Dorheny García, como magistrada del Tribunal Superior de Justicia.
Primero, la nombró jefa jurídica máxima en la SSP.
Después, Ailett quiso, primero, la Fiscalía General por 9 años, pero se la atravesó la señora Verónica Hernández con el secretario General de Gobierno, y se resignó a la Fiscalía Anticorrupción.
Y tampoco pudo, quizá, digamos, porque el nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses se interpuso, pues ninguna duda de que se trataba de un descaro.
Ahora, magistrada.
Simple y llanamente, los grupos internos de MORENA imponiendo sus decisiones y reclamando cuotas.
Más, mucho más, en el caso del jefe del Poder Ejecutivo Estatal, el capataz de la gigantesca hacienda porfirista que es Veracruz, “el señor de horca y cuchillo”, el mandamás, el tlatoani, el gurú, el tótem.
En el reparto de las mieles del poder, cada dinastía política (priista, panista, amarilla, guinda y marrón) quedándose con “hacha, calabaza y miel” y dando siempre la espalda a la población pobre, jodida y en la miseria.
Y como los políticos se volvieron cínicos como fuera la profecía de José López Portillo, quien se consideraba el Quetzalcóatl del siglo XX, entonces, caen en el desdén y la barbajanería, dueños que se creen durante un sexenio de la vida pública y hasta de la privada.