La comida chatarra
•Guerrita de AMLO
•Histórico fracaso
ESCALERAS: Otra vez el chorizo oficial de la declaratoria de guerra implacable a la comida chatarra. El combate a la comida chatarra en la vida diaria. Y en las escuelas. Y los fines de semana. Y en las fiestas.
Cada sexenio, el mismo rollo. En primer lugar, abanderado por las secretarías de Salud, encargada del ramo, y de Educación, con una población infantil en uno de los primeros lugares mundiales de menores de edad con sobrepeso y exceso de peso.
Luis Velázquez
El estado de Chiapas, poblado de indígenas, en el primer lugar mundial en el consumo de refrescos de cola, la pura vitamina, caray.
PASAMANOS: El asunto de la comida chatarra fue puesto en la conferencia mañanera por López Obrador.
Fue a propósito de que el coronavirus tiene al país en uno de los primeros lugares mundiales en contagiados y muertos.
Y una de las razones fundamentales es la gordura de la población y que lleva a la anemia y a las bajas defensas, tierra propicia para que el bichito alcance dimensión estelar.
Además, de las otras enfermedades anexas y conexas, la principal, la presión arterial alta y baja, producto, entre otras cositas, de la famosa, legendaria y mítica vida sedentaria en el país.
CORREDORES: En cada sexenio “la misma burra, aunque revolcada”. Por ahora, en el obradorismo nadie ha levantado la mano para inculpar, digamos, a Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada porque somos un pueblo de gordos.
Mientras, el presidente de la república poniendo en el tendedero el más feroz y encendido combate a la comida chatarra.
Cada sexenio lo mismo. Igual, igualito.
BALCONES: En cada tiempo presidencial el anuncio de la secretaría de Educación Pública, SEP, y de la secretaría de Educación de Veracruz, SEV, de una cruzada cívica sin precedente en las escuelas para evitar la venta de la comidita chatarra.
Y por aquí anuncian el programa colosal en contra, por aquí, lo olvidan. Y solo queda el reality-show mediático.
Se ignora si se deberá a pactos en lo oscurito, presiones, donativos millonarios, componendas, etcétera.
Pero el caso es que, y por ejemplo, en la SEV del profe Zenyazen Escobar anunciaron el combate referente y de pronto, el revire, que porque empresa transnacional había donado chequecito millonario para construir un salón de clases o una escuela, parece.
PASILLOS: El académico de la Universidad Veracruzana, profesor Alfonso Velázquez Trejo, dice que en la facultad de Medicina UV de Xalapa, donde tiene una hija, hay unos veinte puestos de fritangas en la calle, sin que nadie, absolutamente nadie, los moleste, acaso solidarios con los changarreros.
Pero el hecho y la circunstancia demuestra que el dichoso combate a la comida chatarra es puro cuento. Reality show. Fuego pirotécnico. Vacilada.
VENTANAS: Bien lo decía Rius, el genial caricaturista del siglo pasado en libro memorable, “La panza es primero”.
Y en esta raza de bronce, nada sustituye a la dieta alimentaria conocida como la Vitamina T y cuya traducción es tortilla, tacos, totopos y tortas, y sus derivados, como son picadas y gordas y refrescos de cola.
Además, las palomitas y los cheetos en el cine mirando la película del momento.
La panza, entonces, en el sexenio de la izquierda, de igual manera como en otros tiempos, seguirá tomando la forma caprichosa que desee, a partir, entre otras razones, de que el salario del jefe de familia apenas alcanza para desayunar y cenar picadas y gordas, y acostumbrar a los niños a comer galleticas en la escuela, tan llenadoras que son.