Cartita Abierta
•Juegos del poder
•Crimen de la Rectora
•Puras faramallas
Nadezdha Vergel
Fiscal General
Doña Vero:
La escalada mediática con el asesinato de la rectora de la Universidad Valladolid de Emiliano Zapata, 29 de junio, Guadalupe Martínez Aguilar, fue así:
Uno. El secretario de...
Seguridad Pública, SPP, descartó el robo como eje rector del crimen, ocurrido en las afueras de la casa de estudios.
Dos. Días después, el gobernador declaró que el robo no había sido el móvil.
Tres. Días después, el secretario General de Gobierno declaró lo mismo.
Cuatro. Y al último, quizá como expresión más alta de la llamada institucionalidad, usted descartó, igual, igualito que los tres políticos anteriores, que el robo fue el móvil del crimen y que llevara a siete rectoras de universidades del país a publicar en desplegado que Veracruz "es tierra de nadie".
Usted, claro, agregó nuevo elemento: el homicidio tampoco está (o habría estado) relacionado con actividades familiares de la rectora.
Y desde luego, aprovechó el viaje esotérico de la información, publicado en La Jornada de ayer, que "hay avances significativos".
¿Avances significativos?
Sí, "avances significativos" repitiendo la misma cantaleta de siempre.
Que hay avances.
Que ya están identificados.
Que les seguimos la pista.
Que pronto serán detenidos.
Que la Fuerza Civil nos ayuda.
Y que también la Guardia Nacional.
Es decir, el paraíso socialista, la tierra prometida, el mundo soñado, ideal, utópico.
En realidad, la venta burda y barata de esperanzas manoseadas.
JUEGOS DEL PODER
En su actitud, Fiscal General, ocupándose del asunto luego de que los titulares de Seguridad Pública y de Gobierno y el góber bendecido por López Obrador expresa su gran institucionalidad.
Primero, que hablen los jefes, y luego, al último, días después, en reacción tardía, usted.
Ninguna duda de que su actitud institucional, ajá, manifiesta el agradecimiento de usted a su nombramiento por 9 años, con los riesgos, claro, de las experiencias anteriores en que ni Jorge Wínckler ni Luis íngel Bravo, elegidos también para 9 años, los cumplieron.
Se trata, a todas luces, de los juegos del poder.
El uno es el uno.
El dos, el dos.
El tres, tres.
Etcétera.
Y como dice la leyenda del decálogo del jefe y que venden en el mercado popular:
"El jefe es el jefe y ni siquiera en carretera se le rebasa".
Y "si el jefe se equivoca... vuelve a mandar".
Mientras, al lado del tiradero de cadáveres, con usted, el tiradero de la impunidad.
Tiradero de la impunidad, con Wínckler Ortiz.
Tiradero de la impunidad, con Bravo Contreras.
Tiradero de la impunidad, con Felipe Amadeo Flores Espinoza.
¡Vaya desgracia para la población de Veracruz!
Pero, bueno, estando bien con el Sumo Pontífice (Cuitláhuac y Éric Patrocinio), aunque Dios esté del lado del pueblo, la población agraviada y lastimada, llena de dolor y sufrimiento, vale.
Nadezdha Vergel.