Palenque político
•Gallera alborotada
•Obsesión del poder
EMBARCADERO: Las elites políticas están en el palenque. De aquí al año entrante habrá elección de 15 gobernadores y presidentes municipales y diputados locales y federales. Y aun cuando los comicios están lejos se miran cerca, pues ninguna candidatura se gana “de la noche a la mañana”.
Luis Velázquez
Y el país, fragmentado. Todos contra todos. Mejor dicho, el obradorismo contra todos los demás, y/ o viceversa.
El mismo AMLO ha ubicado a los enemigos. Uno, la BOA. Dos, el frente común de los gobernadores panistas. Tres, los gobernadores de otros partidos integrados en un bloque. Cuatro, el complot empresarial. Cinco, el complot mediático. Y de ñapa, los partidos chiquitos, frágiles, débiles, buscando la sobrevivencia.
ROMPEOLAS: El bloque de gobernadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, por ejemplo, Enrique Alfaro, de Jalisco, el más visible, en contra del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía.
Y desde el púlpito nacional, el presidente de la república satanizando cada vez más al góber precioso de Jalisco, asegurando que allá florece en tierra fértil la anarquía, y ni modo, la Federación ha de intervenir.
ASTILLEROS: Los diez, once gobernadores en frente común contra AMLO reuniéndose en todas y cada una de sus entidades federativas para multiplicar la oposición, todos, con un mismo objetivo, primero, tambalear a MORENA y AMLO en el corazón ciudadano.
Y segundo, convertirse en una oferta electoral concisa y maciza, incluso, lanzando a Enrique Alfaro como el inminente aspirante y suspirante presidencial para el año 2024.
Es más, el penúltimo número del semanario Proceso documenta amplio reportaje con el gasto millonario de Alfaro en medios locales y nacionales, con Televisa y TV Azteca como preferidos para que la población electoral se acostumbre y habitúe a su nombre, siguiendo el modelito de Vicente Fox en el año 2000.
ESCOLLERAS: Cúpulas políticas, partidos políticos, MORENA, AMLO, gobernadores de AMLO y legisladores federales metidos en la rebatinga para ganar espacios y posiciones en el corazón ciudadano.
Más que la disputa por una república con menos desigualdad social y económica y con menos pobres y menos ricos, en la cancha polvorienta y huracanada la lucha por los cargos públicos.
En contraparte, 6 de cada diez habitantes del país en la pobreza y la miseria. Y de ñapa, y luego del coronavirus, la recesión que se recrudecerá.
PLAZOLETA: Una vez más, el país como un gigantesco ring electoral. Incluso, hasta militantes de MORENA, jefes máximo, profetizando el resultado en las urnas. El senador Ricardo Monreal, por ejemplo, vaticina que el partido fundado por AMLO presiente derrotas anunciadas en Veracruz (Cuitláhuac García), Puebla (Miguel Barbosa) y Morelos (Cuauhtémoc Blanco) por el pésimo trabajo de su trío de gobernadores.
La denuncia penal en contra de la ex dirigente nacional de MORENA, Yeidckol Polenvsky, por el presunto desvío de recursos oficiales en el tiempo de la purificación moral y la Cartilla Moral.
PALMERAS: Los programas sociales y la concesión de obra pública como instrumentos electorales para ganar posiciones de aquí a los comicios en puerta, igual, igualito que como sucediera tantos años en el priismo y el panismo.
El país, un palenque electoral. El ejercicio del poder, con sentido patrimonialista. Caray, la secretaría de la Función Pública, también de MORENA, señalada con su esposo de coleccionar ocho casitas llamando “sicario mediático” a Carlos Loret de Mola, el periodista incómodo e indeseable de AMLO.
En Proceso, una vez más, el bombardeo en contra del periodista Joaquín López Dóriga, como si fuera la noticia relevante de la semana.