militante ahora del partido obradorista, decidió impactar en el corazón social y con los suyos instaló un Cristo de más de tres metros de altura en unos cerros "asegún" zona arqueológica, y por añadidura, histórica.
El doctor quiso, acaso, reproducir la historia del presidente municipal de Soconusco, militante del Movimiento Ciudadano, MC, de Dante Delgado Rannauro, que instaló un Cristo Redentor de más de 8 metros de altura y peso de 9 toneladas, haciendo a un lado el busto chiquitico de Miguel Hidalgo.
Nada, entonces, más efectivo que tener el corazón y las neuronas religiosas de la población electoral como rehén y objetivo.
El médico, pues, "ya tiró su espada en prenda" en el palenque municipal de Tierra Blanca y quizá pronto, "antes de que el gallito cante tres veces" quien quita y los sacerdotes y presbí­teros del pueblo se ocupen en la homilí­a como el doctor enviado por el Mesí­as para conducir un pueblo que desde tiempo inmemorial ha estado en "el ojo del huracán" con la violencia.
Por lo pronto, en el lado de MORENA está el doctor Dimas Cristóbal soñando y suspirando con la candidatura de MORENA a la alcaldí­a de igual manera como la diputada local, Margarita Corro Mendoza, que iluminada por el Señor aseguró que Francisco Navarrete, señalado como jefe de plaza del Cartel Jalisco Nueva Generación, asesinado en un bailongo, era una buena persona.
Dios, Cristo, Jesús, aliados de MORENA. Y también del MC.
La religión, como en el tiempo cristero de la madre Conchita y el caricaturista José de León Toral, los asesinos intelectual y fí­sico del reelecto presidente ílvaro Obregón, al servicio de la polí­tica.
Médico de profesión que salva vida y ofrece consultas gratis y obsequia medicinas de prueba que dejan los promotores, soñando con brincar a la polí­tica.
Y, bueno, si el historiador Enrique Krauze comparó al góber precioso de Jalisco, Enrique Alfaro, con Mariano Otero, entonces, el médico Dimas Cristóbal está siguiendo la enseñanza del doctor Ernesto el Che Guevara y Salvador Allende, el primero asesinado por soldados en Bolivia y el segundo suicidado con el fusil que le regalara Fidel Castro cuando su ex amigo, el general Judas, Salvador Allende, entraba a las puertas del Palacio de la Moneda en aquel golpe militar.
Nadie dudarí­a de que de aquí­ en adelante, más estatuas de Cristo serán levantadas por los aspirantes y suspirantes a las presidencias municipales y las curules locales y federales.

CRISTOS CHIQUITICOS
El Cristo de Soconusco mide más de 8 metros de altura.
El Cristo de Tierra Blanca, más de tres metros.
No se vale, entonces, que la estatua se vaya reduciendo cuando de por medio los interesados desean y esperan milagros electorales.
Al paso que vamos terminarán como el ex alcalde de Boca del Rí­o, el priista Ubaldo Flores Alpí­zar, quien para quedar bien con la Diócesis de Veracruz colocó un bustito minúsculo del Papa Juan Pablo II en una avenida luego de la visita del Sumo Pontí­fice a Veracruz.
Es hora, entonces, digamos, de que el arzobispo Hipólito Reyes Larios, máximo jerarca eclesiástico, pida a los sacerdotes del estado de Veracruz estén vigilantes para cuando menos exigir a los polí­ticos de MORENA más respeto institucional y a partir de la fecha, los Cristos sean, mí­nimo, de 9 metros de altura... pa´arriba.