Veracruz Es Una Fiesta
•Asesino linchado
•Justicia divina
•Remansos de paz
Luis Velázquez
En Veracruz, la fiesta de las balas. La fiesta del hartazgo y la indignación. La fiesta de la justicia por mano propia.
En Ixtaczoquitlán copiaron el modelo de Soledad Atzompa, el Valle de Uxpanapa y Jáltipan, y los vecinos...
detuvieron a un asesino de un hombre y lo lincharon.
Su cuerpo quedó sin vida sobre el pavimento.
Fue el sábado 27 de junio hacia las 2:55pm.
El homicida intentó asaltar una vivienda en el poblado de Tuxpanguillo.
Hirió a la esposa, Bernarda, de 54 años, y mató al esposo, Gerardo Imxtlahuaca Colohua, de 57 años.
Pero la justicia divina, la justicia misteriosa, los caminos de Dios inescrutables, los vecinos detuvieron al homicida, y ni modo, le quitaron la vida.
En Atzompa, en el sexenio guinda y marrón que camina a paso veloz, los vecinos detuvieron a un sexteto de secuestradores de maestros y los lincharon y prendieron fuego.
En Uxpanapa, un hombre mató a su esposa por la espalda y los vecinos lo lincharon.
En Jáltipan, un ganadero agarró la escopeta para cazar conejos y en el rancho con su familia esperó a los malosos y mató a dos.
En la ciudad de Veracruz, ene número de asaltantes, ladrones y rateros han sido detenidos por los vecinos, les han asestado madriza imborrable, y desnudado y amarrado a un poste y avisado a la policía y entregado.
En Xalapa, los vecinos han detenido a ladrones de automóviles y entregado a la policía.
Pero en Atzompa, Uxpanapa e Ixtaczoquitlán, son más bravos.
Están más hartos.
Indignados.
Y se hacen justicia por mano propia.
Desde entonces, nunca, jamás, los malandros regresaron a Atzompa.
Ni tampoco al Uxpanapa.
Solo así, digamos, quizá, los pueblos vivirían con tranquilidad.
ZAPATOS DEMASIADOS LARGOS
Está claro:
Uno. La secretaría de Seguridad Pública quedó demasiado larga al señor Hugo Gutiérrez Maldonado.
Y dos. La Fiscalía General son unas zapatillas muy largas, extenuantes, para la Fiscal General.
Desde el púlpito podrán "curarse en salud", alardear que detuvieron a un bandón, juramentar que pronto harán justicia y que la justicia tarda en llegar, pero llega, ajá.
Pero como en Ixtaxzoquitlán, la paciencia, la mesura y la prudencia y la fe y la fe en la fe y en la esperanza oficial quedaron derrocados en el largo y azaroso camino de la incompetencia, la ineficiencia y la eficiencia.
Y mientras ellos están atrapados en el limbo, la población cada vez adopta nueva filosofía de vida, como es linchar a los homicidas y detener y madrear y desnudar y amarrar a postes a los rateros.
El diario vivir es así en el tiempo de la izquierda enseñoreada en el palacio de gobierno de Xalapa.
¡Vaya desencanto social!