En la ciudad de Veracruz, el lunes 15 de junio, unos burócratas municipales hací­an limpieza en la laguna de El Coyol bautizada con nombre homérico. La ilusión. Vestidos con el uniforme nuclear como astronautas en viaje a la luna retiraban los peces muertos.
Entonces, se toparon con un cadáver. Era de un hombre. Y eran antes de las once de la mañana. El sol, radiante.
En medio de cientos de peces muertos, el hombre muerto. De unos cincuenta años. Moreno. Semidesnudo.
Y antes, mucho antes de una investigación profunda y exhaustiva, detallada y minuciosa, cuidadosa, prudente, mesurada, el Fiscal número uno del distrito judicial de Veracruz declaró que se trataba de un vagabundo. Un vagabundo… que solí­a emborracharse con unos parroquianos de la colonia aledaña.
¡Bendito Dios!
Si en Veracruz, por ejemplo, asesinan a una pareja, ella andaba en malos pasos. Ella tuvo la culpa porque vestí­a de manera provocativa según un ministro de Dios. Ella, era provocativa. Ella tení­a malas amistades.
Si en Veracruz aparece el cuerpo de un joven sin vida es porque era malandro.
Y si matan a una familia es porque el jefe de familia era maloso.
Y si asesinan a un changarrero como en Paso del Macho es porque se negó a pagar la extorsión.
El caso es que la secretarí­a de Seguridad Pública, SSP, queda exonerada. Limpia. Limpiecita. Impoluta.
Insólito: si durante unos meses Veracruz lideró los feminicidios en el paí­s, ahora, están a la baja y otras entidades federativas merecen el primer lugar.
¡Hosanna, hosanna! ¡Igual, porfis, sirvan para todos, festinando el nuevo dí­a que vivimos! ¡El dí­a de la seguridad! ¡El fin de la impunidad!

EL MUNDO ROSíCEO
Dirán misa. Pactarán con los diputados locales y federales para vivir en su castillo de arena, mundo rosáceo, de espaldas a la realidad avasallante.
Pactarán con uno que otro medio para minimizar y desdibujar el tiradero de cadáveres.
Pactarán también con medios de la Ciudad de México para desatenderse del oleaje de sangre de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, desde Tampico Alto hasta Las Choapas y Agua Dulce, pasando por Maltrata y el puerto jarocho y la capital.
Festinarán que de pronto, ¡zas!, detuvieron, no a una banda de facinerosos, sino a un bandón, ajá, en el mejor lenguaje populachero.
Lanzarán cacayacas gritoneando que en un dos por tres detuvieron a 6 de los 5 asesinos fí­sicos e intelectuales de la reportera de Papantla, Marí­a Elena Ferral, y cuando la Fiscal General habí­a sido nombrada por 9 años, carpetazo total al tema pendiente.
Celebrarán juntitas con las cúpulas empresariales para lanzar programa esotérico de seguridad con nombre rimbombante.
Pero en el dí­a con dí­a, en cada nuevo amanecer y anochecer, el oleaje de inseguridad y la impunidad, cóctel explosivo evidenciando el sexenio de la izquierda, floreciendo en tierra fértil.
Hay jóvenes, adolescentes, niños que desde nacidos únicamente conocen el Veracruz truculento, “la muerte tiene permiso”, el regadero de cadáveres, cruces en el panteón, niños huérfanos, mujeres viudas, padres ancianos a la deriva social y económica.
La sicosis se ha vuelto polí­tica. El senador Ricardo Monreal profetiza que Morena perderá las elecciones de presidentes municipales y diputado locales y federales en Veracruz, Puebla y Morelos el año entrante… por tanta inseguridad e impunidad.

CARGAN LA CRUZ MíS PESADA Y EN CAMINO DE ESPINAS Y CARDOS
De las secretarí­as y dependencias del gabinete legal y ampliado del gobierno de Veracruz, la secretarí­a de Seguridad Pública, SSP, y la Fiscalí­a General cargan la más pesada cruz camino al Gólgota, un camino cada vez más largo y espinoso, lleno de cardos.
En ellas descansa la seguridad en la vida y en los bienes. Pero más en la vida, pues los bienes van y vienen, si es que, claro, regresan.
Importante la secretarí­a de Desarrollo Económico para empujar la carreta con la creación de empleos, ¡qué maravilla!
Importante la secretarí­a de Educación para mejorar la calidad educativa, por lo pronto, solo en bailable regional con “La bamba” y “El tilingo lingo” que así­ la dejara Adolfo Motita.
Importante la secretarí­a de Finanzas y Planeación para lograr, entre otras cositas, la aplicación honesta, í­ntegra, de los recursos públicos, sin “meter la mano al cajón”.
Pero nada puede compararse con la utilidad social de la SSP y la Fiscalí­a, cuando, desde luego, cumplen la tarea con resultados concretos y especí­ficos que permitan, entre otras cositas, y como dijera AMLO, “sentirse seguro, muy seguro”.
A la vuelta de la esquina, el peligro. Un secuestro, una desaparición, un fuego cruzado, una bala perdida, una extorsión, un asesinato, la muerte.
Es el paisaje urbano, suburbano y rural. Es una realidad inocultable. Manifiesta el personal estilo de ejercer el poder de la dinastí­a guinda y marrón en la silla embrujada del palacio.
No pueden. Están rebasados. El principio de Peter los estrangula y ahoga. Los malandros siguen ganando la batalla.
Veracruz, la jugosa plaza nacional.
Autopista de sur a norte del paí­s. Tres puertos marí­timos para la carga y descarga de droga. Pistas clandestinas. Migración. Prostitución. Trata de personas. Extorsión. Huachicoleo. Secuestros exprés.
Más la impunidad, claro. Tierra pródiga, excelente, maravillosa, para la impunidad.