Terrible, espantoso, cuando Amlove sueña con que el paí­s lea más como lo ha cacareado el director del Fondo de Cultura Económica, el escritor Paco Ignacio Taibo II.

PASAMANOS: Meses anteriores, el profe Zenyazen Escobar, titular de la SEV, organizó un evento en el WTC de Boca del Rí­o para entregar diplomas a personas alfabetizadas.
Debut y despedida porque nunca más.
De acuerdo con el IVAI, Instituto de Acceso a la Información, fue solicitada desde aquí­ una información precisa y maciza sobre el número de alfabetizados, edades, sexo, lugares de origen, escuelas donde fueron enseñados a leer y escribir y profesores a cargo.
Nunca hubo respuesta. La opacidad. El silencio. El desdén.

CORREDORES: En los Cuadernillos Municipales de la secretarí­a de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, detallan el analfabetismo en cada una de las doscientas doce demarcaciones de Veracruz, con edades y sexo.
SEFIPLAN, entonces, exhibiendo las miserias de la SEV en la materia básica y fundamental de enseñar a leer y escribir a la población.
Cierto, el pendiente educativo y social es arrastrado desde tiempo inmemorial.
Fue el tiempo de los panistas y más los priistas, porque más tiempo demoraron en el poder sexenal.
Allá cada gobernador de cara a la historia. El góber jarocho de Amlove está reprobado en materia educativa.

BALCONES: Semanas anteriores, un montón de doctores cubanos desembarcaron en Veracruz para auxiliar a sus colegas en el paí­s.
Trascendió, entonces, y fue alardeado, que su destino social era Veracruz, pero fueron concentrados en la Ciudad de México, el centro receptor de la pandemia.
El hecho viene a colación porque cuando Fidel Herrera Beltrán gobernaba Veracruz, el priista Gustavo Carvajal Moreno, amigo de Fidel Castro Ruz, ofreció cabildear la presencia de cientos de profesores cubanos expertos en analfabetismo para enseñar a leer y escribir a la población jarocha.
Nunca Fidel aceptó la propuesta. Habrí­a creí­do que evidenciaban su estilo personal de ejercer el poder.

PASILLOS: Se ignora el número de personas a las que la SEV de Zenyazen habrí­a enseñado a leer y escribir.
Pero acaso el encargado del área sea un educador discreto, con bajo perfil, lejos de las candilejas, que está operando con resultados alentadores y con el número suficiente de promotores enaltezca la polí­tica educativa local.

VENTANAS: Muchos otros pendientes hay. Un millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa. Otro millón con la escuela secundaria incompleta. 600 mil más con el bachillerato a medias. De cada cien años egresados de la primaria solo diez llegan a la universidad y solo uno se titula.
La pesadilla pedagógica se vuelve traumática.
Por fortuna, Zen, el amiguito del senador Julen Rementerí­a del Puerto, está feliz, primero, porque la SEV ocupa el primer lugar nacional en bailable regional con “La bamba” y “El tilingo lingo”.
Segundo, porque formó su sindicato magisterial.
Tercero, porque integró una orquesta sinfónica de salsa.
Y cuarto, porque lanzó del paraí­so terrenal al Jefe de Acuerdos y Seguimiento del Instituto de Espacios Educativos, Érik Sánchez, tan incómodo que era preguntando sobre la obra pública concesionada por dedazo.