Cosas para ser felices
•Y que nada cuestan
•Y si cuestan, baratas
EMBARCADERO: Según el viejito del pueblo, hay muchas cosas sencillas de la vida que causan la felicidad, y a veces nada cuestan, y si cuestan, salen baratas... Entre otras, las siguientes... 1) El río y el mar, el sol y la luna, jugar futbol y volibol a la orilla del río y sobre la arena y que convirtieran la pobreza de Albert Camus en la adolescencia en una fastuosa riqueza
Luis Velázquez
2) Las historias maravillosas que suelen contar los abuelos a los nietos, como el caso del abuelo de Gabriel García Márquez y que muchos años después sirvieran para su obra novelística…
ROMPEOLAS: 3) El desfile de los circos en el pueblo cuando los tigres, los leones y los elefantes suelen trotar en fila india… 4) La llegada de los gitanos al pueblo para leer la suerte en la palma de la mano y ofrecer películas mexicanas al aire libre… 5) Los juegos deportivos en la cancha de la iglesia… 6) La lectura de libros en la biblioteca municipal… 7) La lectura gratis del periódico todos los días en la biblioteca… 8) Las películas que el secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, promueve en Xalapa cada quien sentado en las azoteas de sus casas…
ASTILLEROS: 9) Los bailongos con los amigos a la orilla del río y del mar y en algún salón público en una colonia popular… 10) El paseo vespertino en las plazas comerciales, sobre todo, los fines de semana, para mirar y admirar a las mujeres bellas y soñar despierto dejando que la imaginación haga travesuras… 11) Atragantarse con tacos parados en el primer puesto callejero… 12) Comer los tacos más sabrosos de la ciudad en el mercado popular, y de paso, el placer absoluto con mole el domingo en la mañana en el mercado luego de oír misa en la catedral…
ESCOLLERAS: 13) Llevar una rosa roja cortada en el jardín del parque a la maestra nomás para mirarla sonreír… 14) Contar las estrellas tirados de espalda en la playa acompañado de la novia… 15) Saborear una nieve de vainilla en la nevería Yucatán y a la que mil años contemplan, antes, mucho antes de que el parque Zamora se convirtiera en el centro pasional de la comunidad gay… 16) Dar de vueltas en el zócalo un domingo en la tarde, la tarde fresca, sin sol, nomás para sentir la brisa marina…
PLAZOLETA: 17) Leer revistas de gratis en la librería del Sanborn´s, fingiendo que alguna será comprada… 18) Tomarse un lechero en La Parroquia durante unas dos horas en compañía de los amigos o de la mujer soñada, pidiendo cada 45 minutos que vuelvan a calentar el café… 19) Mirar y admirar bailar a las jarochas con el traje típico en Los Portales, mientras los parroquianos, echados pa´lante con unos alcoholes, les pagan cada bailada… 20) Admirar en las tardes el vuelo de las gaviotas sobre la bahía zambulléndose luego en el mar para pescar uno que otro pescadito saltarín…
PALMERAS: 21) Sentarse en el malecón para mirar el constipicio, el momento cuando la tarde es tragada por las primeras sombras de la noche… 22) Dejar una novela o un libro de cuentos a medias porque faltó química literaria para seducir y encantar… 23) Apagar la tele cuando aparece el góber jarocho de Amlove en una entrevista o pronunciando un discurso… 24) Bajar el volumen a la tele en una película de Salma Hayek para mirarla y admirarla y quedarse en éxtasis con la baba escurriendo…