Fiscal Anticorrupción
Una mujer despacha en la Fiscalía Anticorrupción. Llegó por dedazo del góber jarocho de Amlove y se encargará de procurar justicia. Un dicho romano dice así: “Es fácil ser bueno, es difícil ser justo”.
Sin experiencia ni vivencias ni fogueo en el campo de batalla, la Fiscal, Clementina Salazar Cruz, fue jefa de la Unidad de Género de Cuitláhuac García. Y tiene enfrente titipuchal de denuncias penales en contra de funcionarios del gabinete legal y ampliado del bienio azul de Miguel íngel Yunes Linares.
Luis Velázquez
Incluso, en contra de funcionarios de la secretaría de Salud con Javier Duarte.
A la fecha únicamente ha sido expedida una sola orden de aprehensión en contra de 5 funcionarios de entonces en la secretaría de Finanzas y Planeación, y un solo detenido en el penal de Pacho Viejo, y los otros cuatro, prófugos de la justicia.
En el caso del montón de denuncias penales, quizá les faltó sustento jurídico, soporte legal, y/o acaso “duerman en el sueño de los justos” y que por ahora difícil será conocer la verdad, pues el encargado durante 8 meses, Alfonso Corona Lizárraga, fue enviado de consuelo y premio como comisionado del IVAI.
Tarea titánica. Más, en el tiempo de la 4T, la purificación moral, la Cartilla Moral y la honestidad valiente.
Más cuando Amlove, paz y amor, ha puesto en repetidas ocasiones a su góber como modelo universal de lealtad, honestidad y honradez, nunca de eficiencia y eficacia, tampoco de voluntad democrática.
Pero, bueno, el incienso tirado a su paso bien pudiera ser para que la Fiscal Anticorrupción se aplique.
De lo contrario, los días y las semanas caminan demasiado rápido, sin sentirse, y cuando lo advierta ya será el segundo informe de gobierno y estaremos a mediados del año 2021, tiempo huracanado y turbulento de la elección de presidentes municipales, síndicos y regidores y diputados locales y federales.
Nada levantaría la expectativa electoral para los candidatos de MORENA y el gobierno de Veracruz más que llenar el penal de Pacho Viejo de políticos presos, en ningún momento, se entendería, de presos políticos, como en su momento se cansara de repetirlo Javier Duarte.
EL TIEMPO, PEOR ENEMIGO
Era feliz y dichosa Leslie Garibo cuando en su tiempo de Contralora a cada ratito acompañaba a los secretarios del gabinete legal a la Fiscalía General y la Fiscalía Anticorrupción para interponer el mayor número de denuncias penales contra los yunistas.
El más aplicado, parece, fue el titular de la SEV, el profe Zenyazen Escobar, en contra de sus antecesores, incluido el secretario, acusado del reparto indiscriminado de plazas escolares, y hasta para él mismo.
En segundo lugar quedó, parece, el secretario de Salud, doctor Roberto Ramos Alor, y quien incluso interpusiera denuncias penales hasta en contra de sus antecesores en el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, y poco le faltó para incluir a los titulares de la SS con Miguel Alemán Velasco.
Ramalazo duro del secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, en contra de su antecesor por la compra polémica de las videocámaras de seguridad.
Otros secretarios del sexenio guinda y marrón también se aplicaron aun cuando en menor proporción. Quizá poco habría encontrado. Acaso pensaron un parteaguas con los gobiernos anteriores.
El caso es que en la Fiscalía existirán decenas, cientos de expedientes denunciando la presunta corrupción y que la nueva titular ha de enfrentar con resultados concretos y específicos, pues el tiempo electoral está en contra.
Más, cuando en la cancha pública permea el desencanto en el gobierno de Veracruz y que tantas expectativas llenas de esperanza levantara hacia mediados del año 2018.
DENUNCIAS, REALITY-SHOW
Los historiadores aseguran que Benito Juárez era hombre inteligente, y “con aquellos hombres de la Reforma que parecían gigantes” (Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Vicente Riva Palacio, Francisco Zarco, Melchor Ocampo, Sebastián Lerdo de Tejada, etcétera) se volvió una constelación.
Es decir, la Fiscal con su cargo anterior, Jefa de la Unidad de Género, diametralmente opuesto a sus funciones actuales, estaría limitada en experiencias y vivencias y fogueos en el campo de batalla para luchar contra la corrupción, la pasada, y la que pudiera concitarse en el sexenio guinda y marrón.
Pero… si se rodea con gente talentosa y experta y fogueada, entonces, bien podría despegar.
La oportunidad es de oro, pero necesita un gabinete probado en las mejores y grandes ligas, sin incurrir en el amiguismo y el cuatismo y que significa la filosofía política que la encumbrara, pues de lo contrario, la Fiscalía Anticorrupción bien podría convertirse en un club de cafetómanos del mediodía y de la tarde.
Hay muchas denuncias penales por presuntos trastupijes con los recursos públicos, pero cero resultados, vayan a ser fuego artificial y reality-show.