Impunes 3 crímenes
•Dos activistas sociales
•Un diputado local
UNO. Impunes 3 crímenes
Se ignora si tendrá un sentido social, pero esta mañana se quisiera recordar el asesinato de tres hombres que significaron un momento estelar en la vida de Veracruz.
Luis Velázquez
Abiram Hernández Fernández, el activista social asesinado en Xalapa el 30 de marzo del año 2019.
Juan Carlos Molina Palacios, el diputado local del PRI y presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, ejecutado en su rancho de Medellín el 9 de noviembre del 2019.
Y Adán Vez Lira, el activista social ante las mineras, asesinado el 9 de abril de este año en Actopan.
DOS. Tiradero de cadáveres
Cierto, Veracruz es un tiradero de cadáveres y un estercolero de buena voluntad para procurar la justicia, pues el 90 por ciento, quizá más, de los crímenes de políticos, líderes partidistas, activistas, mujeres, niños, jóvenes, ancianos, taxistas, miembros de la comunidad sexual, están en la impunidad.
Un indicativo para medir y calibrar la ineficacia y la ineficiencia, primero, de la secretaría de Seguridad Pública, para garantizar el llamado Estado de Derecho, y segundo, de la Fiscalía General para hacer justicia, es el crimen del trío de personajes.
TRES. Hablar con la verdad
Ningún daño social causaba Abiram defendiendo a las madres y padres con hijos desaparecidos.
Tampoco Adán Vez defendiendo con los vecinos los recursos naturales de la región de Actopan.
Ni tampoco Juan Carlos Molina Palacios, obsequiando despensas y ofertando la venta de carne y zapatos a bajo precio a los pobres.
En todo caso, si alguno de los tres cometió ilícitos desconocidos por el grueso de la población, o tenía malas amistades, entonces, nada más honesto en el tiempo de la purificación moral más que hablar con la verdad.
Y más, porque la Fiscalía General queda en entredicho, evidenciada como una incompetente.
CUATRO. Colmo del palabrerío
El colmo de la demagogia fue que en la LXV Legislatura integraron una comisión para dar seguimiento al crimen del diputado priista, líder cañero y presidente de la Liga de Comunidades Agrarias.
Y seis meses después, ningún resultado. Y si lo descubrieron, callaron, guardaron silencio, multiplicando la impunidad, el descrédito oficial.
CINCO. Seguir clamando justicia
Es, fue, el mismo caso de Abiram. Trece meses y días después, la única respuesta es el silencio.
Y si se incluye el crimen del activista ambiental de Actopan, Adán Vez Lira, entonces, el desprestigio en su más alto decibel.
El único delito de los promotores sociales fue estar del lado de las víctimas y con lo que, además, pruebas y testimonios quedaron de su lucha común.
Las víctimas siempre han de recordarse. El silencio es una forma de volverlos a matar.
SEIS. Reprobaría el góber encuesta a mano alzada
La violencia, además del desempleo y el subempleo y los salarios insultantes quitan el brillo a cualquier obra pública de un gobernador por más inversión millonaria y beneficio social.
Desde el poder podrán, digamos, alardear la compra de patrullas, ambulancias y medicinas, pero los crímenes y la impunidad causan peor impacto en las neuronas y el corazón, incluso, en el hígado de la población.
Mucho se duda que en una encuestita “a mano alzada”, como las estiladas, el góber jarocho de Amlove resultara aprobado, con todo y “la resignada casta de borregos que habita la tierra” (José Vasconcelos Calderón).
Y es que ni modo, la grandeza humana y política y social están negadas para el gobierno de Veracruz. Mucho más importante es el último pasito aprendido para bailar salsa fifí y sabadaba.