“Un país vale…
•Lo que su prensa”
•La prensa, una vergí¼enza
•Los medios según Camus
ESCALERAS: “Un país vale... por lo que vale su prensa”. Albert Camus la escribió cuando dirigía el periódico Combat, vocero de la resistencia pacífica y desde la clandestinidad. Fue hacia 1940. La prensa en Francia, escribió, es una vergí¼enza.
Luis Velázquez
Y hemos de vivir, precisó, el tiempo, no de la esperanza, sino de la indignación, para tener una prensa digna.
Prensa digna llamaba, por ejemplo, al ejercicio de la libertad. Simple y llanamente, contar los hechos como son.
PASAMANOS: Nunca la prensa en México se ocupó de la guerra de Independencia de Miguel Hidalgo. Por lo general, los medios estuvieron del lado de los Virreyes y de las elites eclesiásticas, que mandaban.
Con Benito Juárez, aquellos reporteros que “eran hombres pero parecían gigantes” (Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Vicente Riva Palacios, Francisco Zarco, etcétera) le renunciaron al gabinete legal cuando cayó en la tentación reelectora.
Porfirio Díaz financió a la prensa. Su lema: “Los periodistas han de maicearse”. Financió la primera rotativa del país a su amigo y compadre, Reyes Spíndola, el dueño de El Universal de entonces. Francisco I. Madero también financió un periódico, Nueva Era, a su hermano Gustavo, y con recursos públicos.
CORREDORES: Camus decía que la prensa en Francia era mercenaria.
La llamada vocación social de los medios era un parapeto para el negocio fácil, de igual manera como otros, y por ejemplo, tienen escuelas y moteles.
En el país y en Veracruz, por añadidura, la prensa siempre ha vivido del gobierno, salvo excepciones excepcionales.
Y ningún paraíso socialista puede soñarse ni tampoco esperarse sin el ejercicio de la libertad y con medios dependiendo del gobierno y con reporteros con salarios insultantes.
BALCONES: Hoy como antes en Veracruz, la izquierda ejerciendo el poder, los medios amigos son premiados y los críticos denostados y satanizados.
En todos los casos, el despapaye, las pulseadas, quedan entre las elites, elites políticas y elites periodísticas, de espaldas al grueso de la población.
6 de los 8 millones de habitantes en la miseria y la pobreza… que ningún interés tienen ni tendrán para leer periódicos y escuchar noticieros de televisión y radio.
PASILLOS: De ñapa, una realidad cultural y educativa avasallante. Un Veracruz y un país sin lectores de medios ni de libros. Acaso, un libro anual leído por ciudadano y por lo general, un libro de autoayuda, cómo hacerse millonario antes de que el gallo cante 3 veces.
Un Veracruz sin lectores explica la baja circulación de los medios, además, del divorcio perpetuo entre los hechos y la política informativa de cada uno.
En todo caso, medios para leerse en los círculos reducidos de los políticos, uno que otro sector académico, y en pocos, limitados ciudadanos.
Sabrá el chamán el índice de lecturas de las redes sociales con todo y que la mitad del mundo y la otra mitad anda con un celular en la mano, dicen los expertos, solo para intercomunicarse en las relaciones amicales.
VENTANAS: Ha de preguntarse si la población cree en la palabra de un medio, un reportero, un columnista, un articulista.
Y si creen porque, digamos, crean y forman opinión, y sirve para asumir y definir una actitud de vida ante el aparato gubernamental.
Hoy, y desde hace ratito cuando la cúpula gobernante empezó a cerrar la llave, los medios cada vez más flaquitos… como un viejito anémico y enfermo que cada vez baja y baja de peso… hasta la muerte por inanición.