Karma de gobernadores
•Respetados y temidos
•También, admirados
ESCALERAS: En la niñez, y por lo regular, el héroe es el padre, principio y fin del paraíso terrenal. Luego, el padre alterna con un súper héroe, casi siempre Superman, en el corazón y la imaginación infantil. Día llega cuando quizá el héroe del niño es el profesor.
Y después, un amigo. Entonces, la novia. Y de acuerdo con el sicólogo, el niño/adolescente/joven suele admirar a su personaje favorito.
Luis Velázquez
Jefe máximo, tlatoani, gurú, pocas, excepcionales ocasiones, la población civil suele tener al gobernador en turno como su héroe.
PASAMANOS: Dicen que los políticos han de inspirar respeto en los ciudadanos.
Otros, aseguran que además del respeto, también miedo y temor para hacerse respetar, quizá, a tono con aquel maestro de la adolescencia de Agustín Lara cuando ya tocaba el piano en los prostíbulos de la Ciudad de México y siempre decía al músico-poeta que las mujeres han de golpearse.
--Pero ¿por qué, maestro, le decía Agustín Lara, si todas sus mujeres lo quieren y le dan su cuota?
Y el profe aquel le contestaba: “Para que aprendan el rigor”.
CORREDORES: Por eso, hay políticos que siembran el terror en la población, a través de la policía, pistoleros, o de su cartel de malandros.
Ya desde el autoritarismo en el trato cotidiano, mirando con desdén a todos.
Ya negando audiencias y haciendo esperar a la gente.
Ya dando apoyos y servicios a cuenta-gotas.
Ya actuando con indolencia y frivolidad, fifí y salseros que se declaran.
Ha, entonces, de preguntarse el estilo personal de ejercer el poder del góber jarocho de Amlove y determinar, por ejemplo, si merece el respeto de la población, pero también, la admiración, que entre otros, se entiende, respeto popular y social siempre existió por Fernando Gutiérrez Barrios.
BALCONES: Los morenistas a quien el góber ha beneficiado con un cargo público lo admiraran como el niño a Superman.
Y los amigos en el gabinete a quienes, además, ha permitido el nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses, lo respetarán y estarán agradecidos.
Y a quienes ha permitido los negocios lícitos e ilícitos, vivirán, digamos, agradecidos el resto de su vida que ojalá.
Pero lo importante es saber, olfatear, determinar, tener la sensación de que en la población civil hay respeto, admiración, incluso afecto y cariño, gratitud.
Y “veinte y las malas” que mucho se duda…
PASILLOS: En un año y medio, nunca el góber ha sido cercano a la gente.
Desde el púlpito de la homilía discursiva y tuitera cree tener devotos feligreses en su capilla.
Pero más allá del gabinete legal y ampliado y de los suyos, su primero, segundo y tercer círculo del poder, le falta hacer clip, buena química, mejor karma, súper buena vibra, con los ciudadanos, los jefes de familia, las amas de casa, los jóvenes, los trabajadores informales.
VENTANAS: Marco Antonio Muñoz Turnbell, por ejemplo, era un gobernador querido y admirado por las mujeres.
Fernando López Arias era respetado, pero más, mucho más, temido.
Dante Delgado Rannauro, estimado por la gente.
Javier Duarte terminó odiado por una población creciente.
Miguel íngel Yunes Linares siempre inspiró miedo y terror.
Miguel Alemán Velasco y Agustín Acosta Lagunes fueron lejanos a la población, como si vivieran en otro planeta.
Fidel Herrera Beltrán caía bien por la chispa incandescente que tiene.
Adalberto Tejeda Olivares fue adorado por los agraristas y la población inquilinaria.
Antonio López de Santa Anna despertaba admiración y repudio al mismo tiempo.
Un año y medio después, con el góber jarocho de Amlove, el desencanto…