Par de ases
Hay un par de funcionarios estrellas en el gabinete gris del gobierno de Veracruz. Uno, el secretario de Gobierno. Y dos, el titular de Educación. El par, soñando con el 2024. El resto, mirando los toros desde la galería más arrinconada. Sin trascender. Se ignora si el dueto estelar llegará a la meta final. Pero, bueno, ahí están.
Nunca un par de ases había tenido tanto peso como hoy.
Luis Velázquez
Con Rafael Murillo Vidal, el peso político estaba concentrado en Manuel Carbonell de la Hoz, subsecretario de Gobierno.
Con Rafael Hernández Ochoa, quizá lo habría retenido Carlos Brito Gómez, subsecretario de Gobierno.
Con Agustín Acosta Lagunes, en una primera parte fue Ignacio Rey Morales Lechuga, sub y secretario de Gobierno… hasta que las diferencias políticas se interpusieron y se fue. Desde entonces, nadie más. El jefe era el tlatoani único.
Fernando Gutiérrez tenía a Dante Delgado, secretario de Gobierno, como la figura icónica y simbólica, de igual manera como con Dante fue el secretario de Finanzas y Planeación, Gerardo Poo Ulibarri.
Patricio Chirinos Calero solo tuvo un hombre fuerte. Miguel íngel Yunes Linares.
Miguel Alemán Velasco era el epicentro. Con nadie repartió el juego. Igual, igualito, que con Fidel Herrera Beltrán, quien a todos hizo creer.
Javier Duarte alternó entre Érick Lagos y Jorge Carvallo Delfín.
Yunes también reprodujo “el país de un solo hombre” y con el góber jarocho de Amlove, Éric Cisneros Burgos y Zenyazen Escobar.
Dos ases, digamos, para la sucesión en el año 2024. De allí pa”™lante, un año y medio ha transcurrido y pareciera que en el gabinete legal y ampliado hay fantasmas. Unos, claro, hábiles y habilidosos, llevando “agua a su molino”, por ejemplo, con el nepotismo, los familiares encaramados en el poder. Los negocios lícitos e ilícitos, a trasmano. Las compras oficiales por dedazo. Insólito, la Fiscal General, con dos camionetas blindadas a precio inverosímil que ni siquiera, vaya, gobernadores de otras entidades federativas.
GRIS GABINETE
Un repaso al gabinete legal es así:
El secretario de Seguridad Pública: no puede, no quiere, el principio de Peter lo tiene maniatado para garantizar la vida y los bienes en el llamado Estado de Derecho.
El secretario de Infraestructura y Obra Pública: con bajo, bajísimo perfil. Señalado en repetidas ocasiones de concesionar obra pública por dedazo. Amiguito del góber obradorista.
El secretario de Salud: con todo y la pandemia, dos escenas lo encarnan. Una, “ninguna chile embona a los reporteros”, dijo. La otra, su foto en las redes sociales dando un besito a un chico, se afirma, sureño.
La secretaria de Trabajo y Previsión Social: la primera, destituida por “La edad de la tentación” vivida por uno de sus hijos en Chicontepec, con todo y que entró a la historia local por su hija, jefa del Departamento de Amparos. La segunda, dedazo puro del góber jarocho, colaboradora en su Oficina.
La secretaria de Protección Civil: la dependencia concesionada para su felicidad con su amiga, a la que presentara con la burocracia como “mi otro yo”.
El secretario de Desarrollo Económico: luego del dedazo del familiar, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sabrá el chamán su trabajo social.
El secretario de Desarrollo Social: ni fu ni fa. Bajo, bajísimo perfil. Se ignoran las razones.
La Contralora: la primera, renunciada sin rendir cuentas, a pesar de su aval con el nepotismo tan enmarcado. La segunda, en el limbo.
El DIF: la primera, renunciada sin una sola explicación. La segunda, en el limbo.
La secretaria del Medio Ambiente: el peor limbo de todos.
La secretaria de Turismo: solo conocida por su chorizo de “Veracruz se antoja”.
El secretario de Desarrollo Agropecuario: ¡pobrecito vendiendo mangos!
La Fiscal General, un florero, dado el resultado insólito de tanta impunidad.
Un gabinete opaco y gris. El poder, digamos, como una miel sexenal que ni se saborea y sirve para cobrar quincena jugosa y tener camionetas a su servicio y un ejército burocrático a sus órdenes.
Entre todos ellos, los secretarios de Gobierno y Educación, soñando con las grandes ligas del año 2024.
Pero, cuidado, de acuerdo con el sistema político, “en el país de un solo hombre”, los candidatos a gobernadores son elegidos por el presidente de la república, en tanto al góber jarocho de Amlove le corresponderán, en todo caso, los candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores y uno que otro candidato a diputado local y federal, pues hasta en ellos, incluso, los alcaldes de los municipios más importantes (Veracruz, Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, Córdoba) le tocan al tlatoani mayor del Palacio Nacional.
PRONTO LLEGÓ EL DESENCANTO
Habría, incluso, de revisarse y sopesarse el bienestar social generado en el primer año y medio de los otros gobernadores y del gabinete legal y ampliado para evaluar el barco sexenal del góber jarocho de Amlove.
Pero con todo, el desencanto social ahora. Y más, porque a mediados del año 2018, muchas, demasiadas expectativas fueron levantadas con Amlove en Palacio Nacional, y por añadidura, sus hombres en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla y Morelos y la mujer jefa de Gobierno en la Ciudad de México.
La pandemia, con la recesión ya generada, se encargó de asestar el hachazo social y político que faltaba al gobierno de Veracruz.