La reina y el mequetrefe
•Una mujer manipuladora
•Además, muy calculadora
EMBARCADERO: Cleopatra era una política muy hábil, tan manipuladora como bragada, tan obsesiva con acumular y más y más poder y adueñarse del tálamo, sin perder el objetivo... Tan ambiciosa y codiciosa como dispuesta a jugar “el todo por el todo”... Mejor dicho, todo o nada... Además, buena, extraordinaria sicóloga que solía radiografiar a los hombres y una vez detectada sus debilidades por ahí escarbaba hasta lograr el propósito
Luis Velázquez
En todos los casos, el poder público…. Su vida retratada en el libro “Pasiones”, de la reportera y escritora, Rosa Montero…
ROMPEOLAS: Ella vivía en Egipto, Alejandría, la capital, “la ciudad más hermosa del mundo”… Y como en aquella civilización estaba permitido casarse entre hermanos, ella se casó con dos… Al primero, lo convenció de ir a la guerra y murió en el combate… Y al segundo, quien tenía quince años, lo mató, solo, única y exclusivamente, para quedarse con el poder familiar… Era bella, muy bella… Pero más, mucho más inteligente y talentosa, culta, refinada, llena de gracia… Y sabía de política y de estrategia bélica en el campo de batalla… Y políglota… Femenina y sutil… Pero tan hábil que convencía a los hombres de que era una mujer débil y frágil… Canija…
ASTILLEROS: Por eso, cuando conoció a Marco Antonio, llamado a emperador de Roma, lo sedujo en un dos por tres… Marco Antonio, por ejemplo, era “un hombre guapo, fuerte y atlético… Petulante… Lleno de vana arrogancia y desequilibrada ambición”… Y tuvo muchos amantes de ambos sexos… Y aun cuando era cónsul y general exitoso en el campo de batalla, era un hombre débil… Y Cleopatra una mujer, mujer política, ultra contra súper ambiciosa, soñando con más y más poder…
ESCOLLERAS: Aquella unión, digamos, alianza matrimonial, sucedió cuando Marco Antonio tenía 42 años y Cleopatra apenas 27… Pero ya había tenido tres maridos, uno de ellos, Julio César, con quien se casara cuando él tenía 56 años y ella veinte… Y por tanto, tenía un doctorado intensivo en el arte del amor y del sexo y del deseo y de la pasión… Incluso, y como los pleitos conyugales, digamos, por el poder, se atravesaron, Marco Antonio la dejó por un tiempo y casó con la hermana de Octavio, y quien era más hermosa que Cleopatra… Pero le faltaba experiencia en el manejo sicológico y neurológico y pasional de los hombres… Y la reina de Egipto logró que Marco Antonio rompiera con ella y regresara a su alcoba… Y nunca más permitió que una mujer se acercara…
PLAZOLETA: La pasión llegó a tanto que, cuando, por ejemplo, luego de la batalla naval de Accio donde Marco Antonio luchó contra Octavio, corrió la versión de que Cleopatra había muerto, intentó suicidarse “pero como era un cobarde lo hizo mal” y solo quedó mal herido… Luego Cleopatra lo rescató y murió en sus brazos para su inmensa felicidad…
PALMERAS: Hecha prisionera por Octavio, Cleopatra se suicidó tomando veneno de un áspid, una víbora tan venenosa como las más, pues el nuevo César quería exhibirla como un trofeo de guerra… La escritora Rosa Montero intitula el capítulo a ellos como “La reina y el mequetrefe”, porque no obstante ser emperador de Roma era manipulable… Y más, con la habilidad sexual de ella para adueñarse de sus neuronas, más que del corazón… Fue el mismo caso, por ejemplo, de Oscar Wilde y lord Alfred Douglas, un chico manipulador que satisfaciendo con sexo procaz al escritor lo terminó enloqueciendo…