Y es que cuando el presidente de la república dice que vendrán tiempos más duros significa, entonces, que de igual manera -como ha sucedido en Italia, España y Guayaquil, Ecuador, por ejemplo- la gente muera en las calles y en sus casas y en un solo dí­a se contabilicen hasta ochocientos muertos.
El COVID 19 dejando el tiradero de cadáveres en pueblos, congregaciones, ranchos, colonias populares y ciudades.
Además, claro, de una grave, graví­sima situación económica, con un ejército de desempleados en el paí­s.
Y el riesgo de una hambruna.
Y que todos encarcelados en sus casas caigamos en una sicosis canija y se pierda la serenidad en las familias y en las casas.
"La parte más difí­cil está por llegar" dice Amlove.