Riesgo de vivir acuartelado
•Niños, más afectados
•Numeralia del horror
DOMINGO
El mundo, aldea global
Ahora sÃ, como escribÃa Octavio Paz, “por vez primera somos contemporáneos de todas las mujeres y los hombres del mundoâ€.
Nacido en China el bichito de la pandemia, voló en avión al otro extremo del mundo y en Veracruz, según el dato oficial, van 2 muertos.
Y por vez primera, el lenguaje se ha vuelto universal, porque todo lo que ha ocurrido en otros rincones del planeta llega aquÃ.Por vez primera, desde hace unos cien años, el mundo se desmorona. Y lo peor, vivir encerrado significa un peligro, primero, familiar, y luego enseguida, social.
El sicólogo lo advierte. Tanto tiempo confinada una persona, mejor dicho, una familia, en casa, acelera la bilirrubina y los nervios crispan. Y luego de un ratito, hay quienes, por ejemplo, estallan. Y de pronto, ¡zas!, desean salir corriendo de casa y correr y correr y correr sin un destino elegido.
Luis Velázquez
Otros, en cambio, andan tensos y “una palabra basta” para que la cordura y la prudencia resbalen en la ruleta social.
Otros, proclives a la depresión, correrán el riesgo hasta de suicidarse.
Simple y llanamente, se vive en una especie de cárcel que “pone de punta los pelos”.
LUNES
Riesgo de hambruna
La economía también está en riesgo. Millones de empleos cancelados. Hasta nuevo aviso, digamos, quizá, cuando la pandemia pase, y desde luego, recuperada la vida.
Y con una economía desplomada, millones de trabajadores informales sin el ingreso diario pues viven al día (la venta de esquites, picadas, gordas, volovanes, pintores, albañiles, carpinteros, etcétera), se está a un paso de la hambruna han advertido los expertos.
Y es que la economía está paralizada. En riesgo, la producción de alimentos en el campo. En riesgo, la importación de alimentos, considerando que el 70, 80 por ciento de los alimentos vendidos en el país son exportados.
Y si hasta los campesinos están confinados en sus casas esperando tiempos mejores, entonces, están paradas las siembras en el surco.
Y de continuar más tiempo, la escasez de alimentos.
Por eso, quizá, además del oleaje de inseguridad, la vigilancia oficial para evitar el saqueo, sobre todo, en las plazas comerciales con gigantescas tiendas de comestibles.
En tan poco tiempo, el peor de los mundos. Y aterrizados aquí, nosotros, y desde el mal fario del otro extremo de la tierra.
MARTES
Dios tiene la solución…
Se vive un tiempo inédito. Por ejemplo:
La gente muriendo en la calle caminando. La gente, falleciendo en sus casas, donde la mitad del mundo y la otra mitad están encerradas. Los cadáveres amontonados en las calles y avenidas. Las familias y los vecinos esperando que el carro de carga de cada Ayuntamiento levante los cuerpos sin vida.
Los alcaldes, prohibiendo la entrada del turismo a sus pueblos. Incluso, estableciendo guardias sanitarias. Los ediles, prohibiendo a sus gobernados viajen a otros pueblos donde el contagio está caminando.
Los ministros de Dios, trepando a un helicóptero para repartir bendiciones. Otros, subiendo a lo más alto de la torre de sus iglesias para bendecir a los feligreses.
Las misas, por televisión. Cadenas de oración en todas latitudes pidiendo a Dios se apiade del mundo, pues, como dicen los cristianos evangélicos, Dios tiene la solución.
El mundo médico, incapaz de una medicina infalible, pues quedó probado que el mole poblano, como asegura el góber precioso, Miguel Barbosa, fracasó como antídoto.
Y en las calles, los pocos, excepcionales que se atreven, con tapabocas, zombies caminando.
En algunas partes del mundo, los cineastas estarán preparando la que será la más exitosa película taquillera.
MIÉRCOLES
Niños, los más dañados
El peor daño sicológico, siquiátrico y neurológico es para los niños y adolescentes. Los jóvenes, claro, también, pera dada su edad comprenderán y entenderán las circunstancias, aun cuando, claro, sorprendidos y atónitos.
Los menores, enfrentados a una realidad inverosímil solo vista en el cine. Y por añadidura, como hechos ocurridos, primero, en la imaginación, y segundo, mitad ficción, mitad realidad, en el otro extremo del planeta. En naciones remotas, sabrá Dios su ubicación geográfica.
Y los niños escuchando las angustias de los padres sin entender quizá la dimensión real. Y por eso mismo, en la incertidumbre y la zozobra.
Durante una quincena, 3 semanas, han vivido, como todos, encerrados. Pero llega un momento que de tanto estar en casa, hasta los niños preguntan azorados las razones.
Y si por ahí vieron los videos, por ejemplo, de Guayaquil, en Ecuador, donde la gente está muriendo en las calles y en donde la semana anterior había cuatrocientos cincuenta cadáveres en las casas esperando ser levantados, entonces, la explicación se complica a los niños y la angustia se multiplica.
Los niños, en el tiempo del coronavirus. El tiempo donde todos encarcelaron en sus viviendas, esperando que un milagro natural, más que sobrenatural, ahuyentara al enemigo. “Detente enemigo/ el corazón de Jesús está conmigo” dijo aquel.
JUEVES
La numeralia del horror
Sicosis de la muerte. Muertos aquí y allá. La estadística de la muerte floreciendo en tierra fértil.
Por ejemplo, los noticieros de radio y televisión y la prensa escrita y digital, en abierta competencia, para ver quién cuenta con certeza y rigurosidad informativa el número de muertos.
Tantos muertos. Tantos positivos. Tantos bajo sospecha. Tantos en exámenes médicos.
En la revolución, Panchito Madero soñando con tumbar a Porfirio Díaz, hubo un millón de muertos en el dato oficial, aun cuando otros historiadores aseguran que fueron dos millones.
Pero si dejamos la lista en un millón de muertos, 600 mil fueron por las enfermedades de aquel tiempo, entre ellas, la tifoidea, la viruela, la fiebre amarilla y la influenza.
En un solo día, en Italia, ochocientos muertos con el coronavirus.
Los reporteros y los medios, a la caza de muertos. Y como el bichito chino cabalga inderrotable por ahora, el chamán ni el brujo mayor profetizarían los estragos humanos en el país.
Y por cierto, los ciudadanos preguntan la forma que tiene. el bichito. ¿Se parece a un zancudo?, dicen. ¿Algún parecido con Gregorio Samsa, de Franz Kakfa? ¿Acaso alguna fealdad parecida a “El chupa-cabras”?
El secretario de Salud federal tampoco, parece, ha mostrado su forma animal en las conferencias mañaneras desde el púlpito nacional.
VIERNES
Malandros siguen operando
La tierra se desmorona y narcos, caciques y policías siguen operando.
Uno. El asesinato de la reportera María Elena Ferral, en Papantla. Treinta años de periodista. Al momento, 5 días de impunidad. Haré justicia, haré justicia, aseguró el góber de Amlove.
Dos. El asesinato de un campesino por 3 policías y el comandante de Hueyapan de Ocampo.
Tres. El crimen de un padre y dos hijos en Sayula.
Cuatro. El par de ejecutados en Las Choapas.
Y todavía, Amlove pidiendo clemencia para los malandros porque “también son seres humanos” y que ninguna duda cabe, pero malosos al fin.
Y de postre, Amlove saludando a la madre de Joaquín Guzmán Loera, El chapo, condenado a cadena perpetua, más treinta años de cárcel, en Estados Unidos.
Y que la saludó por cuestiones humanitarias, tiempo de la purificación moral y tiempo de la Cartilla Moral y tiempo de “no mentir, no robar y no matar”.