Dos rumbos opuestos se tienden en la distancia de sus vidas y a partir de ahora habrán de meditar, si no lo han hecho todaví­a, cuál de ellos habrán de seguir... En esta decisión está en juego el destino personal de cada uno de ustedes y en cierto sentido también de la patria misma...

ROMPEOLAS: "Un camino es blando y suave y conduce al disfrute de una vida cómoda... Para seguirlo, basta con cerrar los ojos a la realidad, los oí­dos al clamor débil y la boca para acallar los gritos de la propia conciencia... El otro es más largo y más lleno de obstáculos y de peligros... Habrá que recorrerlo desnudo de ambiciones pero abrigado de responsabilidades... Y al fin de la jornada ya maltrechos y decepcionados, hallaremos como recompensa una pobreza digna y la sentencia de una voz mágica que nos dirá con la fatalidad del oráculo, si supimos cumplir como hombres, como mexicanos y como periodistas...

ASTILLEROS: "En cualquiera de los dos casos, no han elegido ustedes una carrera fácil ni tranquila... Porque si soslayan su responsabilidad tendrán como castigo la propia maldición y si la cumplen, tendrán como premio la indiferencia y el vací­o... Así­ es esto... Así­ habrá de ser hasta el fin de los dí­as"...

ESCOLLERAS: Desde entonces ha caminado más de medio siglo... Y cada reportero y medio ocupa el lugar donde el lector, el televidente, el radioescucha y el navegador cibernético lo ha colocado de acuerdo con la autoridad moral ganada en el surco... Y aun cuando, y por ejemplo, para la mayorí­a de las elites polí­ticos los reporteros son un mal necesario, una clase social incómoda, un sector de la población que se atrae y repele con los funcionarios públicos, la preferencia del lector significa el más alto tribunal moral y social...

PLAZOLETA: Pagés Llergo lo decí­a así­: "Ha progresado tanto la ciencia que el vino ya no se hace con uvas... Ni el chocolate con cacao... Ni los periódicos con periodistas"... Y su profecí­a de hace medio siglo está manifiesta... Por desgracia, igual, igualito que la polí­tica el periodismo está desacreditado y desprestigiado... Peor, si se considera la autoridad moral de cada parte... Por ejemplo, de acuerdo con los polí­ticos, el periodismo ha derivado en la calumnia, la difamación, la intriga, la conspiración, el embute y el golpeteo... Incluso, hay polí­ticos cacareando la existencia de Carteles de Reporteros (y columnistas) al servicio de los grupos polí­ticos opositores y disidentes, y también, claro, Carteles de Reporteros al servicio del Prí­ncipe en turno y trabajadores de la información al servicio de los carteles de la delincuencia organizada...

PALMERAS: Hoy, y por desgracia, la revista Siempre! ya no es lo que fue con Pagés Llergo... Ni tampoco el semanario Proceso sin don Julio Scherer Garcí­a... Ni menos, mucho menos, el diario Excélsior, sin Scherer... Y la revista Por qué?, de Mario Renato Menéndez Rodrí­guez solo quedó en la leyenda periodí­stica... Y también la revista Polí­tica de Marcué Pardiñas... Y un periódico que por ahí­ circula con el nombre de "Regeneración", en tributo a Ricardo Flores Magón, 41 veces encarcelado por el dictador Porfirio Dí­az Mirón, ni siquiera significa una copia xerox... Y si los mejores y más dignos reporteros del paí­s enaltecieron la vida pública en el tiempo de la Reforma hacia 1850, solo casos aislados (Pagés Llergo, Julio Scherer, Manuel Buendí­a, Miguel íngel Granados Chapa, por ejemplo) los honraron con dignidad... Por eso, "el vino ya no se hace con uvas, ni el chocolate con cacao ni los periódicos con periodistas"...