Los mejores reporteros
•Entrevistas con la historia
•Siempre mirar el bosque
Una noche, hace muchos años, en el siglo pasado, el periodista Enrique Renaud (Orizaba) invitó a los reporteros de su medio a una cena... Y en la plática, y entre otras cositas, pidió que cada quien contara su mayor experiencia, aquella grata y satisfactoria, en el ejercicio informativo... Y cada uno, un aproximado de diez escribidores, narró su vivencia... Alguien por ahí, prefirió evocar los grandes logros de otros reporteros del mundo con sus hazañas y entrevistas exclusivas a los personajes
Luis Velázquez
de la historia…
ROMPEOLAS: Por ejemplo, dijo que palabras mayores era la entrevista exclusiva de José Pagés Llergo, el famoso director de la revista Siempre! (entonces director general en el semanario Hoy) a Adolf Hitler, a quien siguió en su travesía europea hasta lograr la audiencia… Recordó a Jon Reed, quien a los 25, 26 años, viajó de Estados Unidos a México en tren para llegar a Chihuahua y entrevistar a Pancho Villa y con quien permaneció durante tres meses que le permitieron escribir su libro “México insurgente”… Y luego se fue a Rusia para cronicar la revolución y pasar tardes enteras platicando con Lenin como dejara testimonio en su libro “Diez días que estremecieron al mundo”…
ASTILLEROS: Aquel joven reportero recordó también la entrevista exclusiva de Ernest Hemingway, antes de cumplir treinta años de edad, a Benito Mussolini, el dictador italiano a quien su padre puso el nombre de Benito por Benito Juárez… Y la entrevista exclusiva del reportero y escritor, Curzio Malaparte, con Mussolini, y a quien en la plática le dijera las corbatas tan feas que usaba y lo descarrilara de su mesura y cordura y luego, hasta lo quiso contratar como su jefe de imagen, pero con finura y elegancia le dijo que ya tenía trabajo como un simple contador de historias…
ESCOLLERAS: Y la entrevista de Regino Hernández Llergo, el primo hermano de José Pagés Llergo, con Pancho Villa, ya retirado en su finca de Chihuahua donde soñaba con crear y recrear una especie de comuna, tipo Tomás Moro… Y la entrevista de Julio Scherer García con Andrés Malraux, el filósofo y escritor y maestro y secretario de Cultura en Francia con Charles de Gaulle y en las dos ocasiones que fue presidente… Y las entrevistas con Mao-Tse-Tung y Chou-en-lai, los líderes de China, en una gira internacional en el tiempo de la llamada revolución cultural…
PLAZOLETA: Y las 45 exclusivas de 8 columnas consecutivas una tras otra publicadas en la portada de Excélsior por el joven reportero Luis Spota, antes, mucho antes de convertirse en presidente de la Comisión Nacional de Boxeo y publicar una columna política todos los días en El Heraldo de México, una hazaña reporteril insuperada e insuperable… Y la proeza mundial de los jóvenes reporteros menores de 25 años de edad, Bob Woodward y Carl Bernstein, de The Washington Post cuando con el famoso caso Watergate lograran la renuncia de Richard Nixon como presidente de Estados Unidos reelecto…
PALMERAS: En la convivencia aquella de los diez reporteros con el director general, todos callaron… De un plumazo, el colega los silenció, pues ni modo de festinar y alardear una satisfacción periodística, por ejemplo, entrevistando al presidente municipal o al gobernador en turno… O haber logrado, digamos, la destitución de un regidor a partir de un trabajo de investigación… O documentar, incluso, los presuntos trastupijes de un secretario del gabinete legal del gobierno de Veracruz, sin que nada, absolutamente nada, pase ni trascienda…