Esbeydi quería ser de la Guardia Nacional y fue asesinada
•Madre soltera alistaba trámites para ingresar a las filas de la seguridad nacional
•Secuestrada, desaparecida tres días y hallada sin vida en un hotel del municipio de Veracruz
En entrevista telefónica, la familia de Esbeydi Martínez González, de 19 años, encontrada sin vida en un hotel el sábado por la mañana, exigieron justicia a las autoridades veracruzanas y que el lugar sea clausurado.
Víctor Mora Rodríguez, tío de la joven, recordó que su sobrina tenía aspiraciones de servir al país desde las filas de la Guardia Nacional.
Expresó que la chica, madre soltera, estaba preparando los trámites para enlistarse en cuerpo de seguridad creado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador; incluso ya había presentado la prueba en alguna ocasión, pero por la edad, no fue aceptada.
La joven pasó la mayoría de los requisitos y fue declarada apta, pero le pedían tener un poco más de edad para comenzar su capacitación para la Guardia Nacional.
Desde hace ocho años -contó- la joven y su familia se mudaron de José Azueta, un municipio enclavado en la cuenca del Papaloapan, con los límites de Oaxaca, que actualmente es flagelado por la violencia y la miseria por la falta de empleo.
“Allá no hay trabajo, la violencia, viera, no tanto, vea lo que pasó acá, pero no hay nada en que trabajar allá, solo cultivos de piña, maíz, etcétera, nos venimos buscando progresar, esa es la verdad”, contó el familiar de la chica.
Ella se embarazó hace tres años, tuvo que dejar de estudiar para buscar empleo y sostener a su hija de tres años, que ahora se suma a las lista de huérfanos que ha dejado la ola feminicida en el estado de Veracruz.
A la fecha suman casi 220 mujeres asesinadas de diciembre del 2018 a la fecha, la mayoría de los casos están catalogados como feminicidios.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez antes le echaba la culpa al fiscal defenestrado Jorge Wínckler, pero ahora que no está afirma que se hará una nueva revisión a las cifras de violencia contra las mujeres porque no confía en las que dejó la administración del abogado que actualmente es prófugo de la justicia.
ERA DE SU CASA
La familia de la joven veracruzana indicaron que era raro que ella se ausentara tanto tiempo, menos, que no llegara a pasar la noche.
Ella era empleada del centro de Atención a Clientes de Telcel ubicado en la calle Juan Soto, cerca del área de mercados.
Con solo secundaria, dedicaba la mayor parte de su tiempo a trabajar para mantener a su pequeña hija y ayudar a la familia.
Entre sus planes tenía sacar adelante a su pequeña, estudiar y viajar para conocer su país.
Se trataba de una chica soñadora, con muchas ganas de vivir, educada, y que nunca se había visto envuelta en problemas.
Sus deudos comentan que desde el primer momento en que se percataron de su desaparición y que no contestaba el teléfono comenzaron a buscarla
MALOS TRATOS EN LA FISCALíA
Mora Rodríguez dice que desde la mañana del viernes salieron a hospitales, centros de detención y sitios en donde pensaban que podía estar la joven.
Ni la Policía Naval ni ninguna autoridad les dieron información o detalle que los pudiera ayudar.
En la Fiscalía General del estado, todo el tiempo, comenta, fueron malos tratos y un recibimiento muy hostil y frío por parte de los servidores públicos.
Ese mismo día dieron curso formal a la denuncia por su desaparición.
Para la noche del sábado, en que fueron a ratificar los dichos, las Fiscalía no tenía noticias sobre su caso, pese a que el cadáver de Sugeydi apareció desde el mismo sábado por la mañana en el hotel Abasolo.
“Eso es algo que no entiendo, cómo es posible que ya tenían el reporte, ni la Policía Naval ni la Fiscalía nos pudieron informar que ya habían localizado un cadáver con los generales de mi sobrina, solo nos hicieron sufrir más”, comentó el entrevistado vía telefónica.
EN MAL ESTADO
La familia de la chica se dio cuenta de su muerte, por un reporte de redes sociales donde se informaba sobre el hallazgo del cadáver en el hotel Abasolo.
Una familiar lo vio en el momento en que estaban en la Fiscalía y de inmediato se lo comentaron a las autoridades con quienes estaban, fue así como les mostraron las fotos de sus restos en la morgue.
El cuerpo ya ni si quiera pudieron mirarlo, se los entregaron en un caja sellada, lista para ser velada por el avanzado estado de putrefacción.
“No sé cómo es posible que tengan los restos ahí, abandonados, sin un lugar adecuado en donde se conserven”, señaló el doliente.
Finalmente la familia exige que se haga justicia, “este es un feminicidio más que se da en Veracruz, un caso más, no queremos que pase lo mismo, que haya impunidad. Debe haber más vigilancia”.
Igual lamentaron que el hotel donde se dieron los hechos no sea clausurado, “eso pasa con los camiones que atropellan a una persona, les quitan la concesión, en estos lugares no”.