Y opera otras cositas del aparato gubernamental, pues los operadores polí­ticos en el barco sexenal, como dice el erudito, “brillan por su ausencia”, también, claro, principio de Peter.
Lí­der sindical en la Termoeléctrica de Tuxpan, su pueblo, heredero de la filosofí­a polí­tica de César “El tlacuache” Garizurieta (“Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”), paisanos de Jesús Reyes Heroles, en su tiempo de diputado federal, quizá antes, Pozos Castro ligó su vida a la suerte y el destino de Raúl Salinas de Gortari.
Y fue su mecenas, su padrino, su ángel de la guarda…sin nunca llegar a parecerse, claro.
Incluso, hay quienes ahora, feligreses de MORENA, sienten, creen, están seguros de que Raúl Salinas lo llevó en su momento con la lideresa nacional de MORENA, y quizá, quizá, quizá, por ahí­, pudo filtrarse en las huestes de MORENA para ganar, primero, la curul local, y segundo, la subsecretarí­a de Finanzas y Planeación para uno de sus hijos, y tercero, la presidencia de la mesa directiva de la LXV Legislatura, y cuarto, la operación polí­tica del gobierno de Veracruz.
Insólito, pero al mismo tiempo, lógico y normal, pues “en el paí­s de ciegos el tuerto es rey”.
Es más, su buen karma y mejor fario alcanza lí­mites insospechados.
Por ejemplo, está o estarí­a operando la reelección de Antonio Lorenzo Portilla Vázquez como titular del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, porque, además de encargo superior del góber, una de sus sobrinas, Flor Alicia Pozos, es la segunda del ORFIS, aun cuando también tiene relación directa con Ricardo Garcí­a Guzmán, el cacique de Pánuco, exalcalde, ex diputado local y excontralor en el Alemanismo.
Según las versiones, Pozos Castro y Ranulfo Márquez Hernández, el fidelista de todos los tiempos, cabildean, tejen y destejen, pulen y vuelven a pulir el camino de Portilla Vázquez a la reelección, más, mucho más allá de que Miguel íngel Yunes Linares lo llamara corrupto.

ZURCIDO POLíTICO

Otras tareas de zurcido polí­tico han encargado a Pozos Castro.
Una: la reestructuración de la deuda pública, y más, considerando a su hijo subsecretario de Finanzas y Planeación.
Dos: el acercamiento del góber con algunos personajes de la vida pública. Y más, desde el principio del sexenio cuando, vaya paradojas, tanto Éric Patrocinio Cisneros Burgos y Juan Javier Gómez Cazarí­n necesitaron (quizá todaví­a) flotadores para nadar “en el proceloso mar de la polí­tica” como le denominaba Juan Maldonado Pereda a “los caminos torcidos”.
Tres: allanar el camino para su hijo como candidato de MORENA a la presidencia municipal de Tuxpan. Y más, considerando que el yunista José de Jesús Mancha, depuesto lí­der estatal del PAN, buscarí­a la alcaldí­a para su esposa, la diputada local ví­a pluri, dedazo puro, y/o para él mismo.
Cuatro: según versiones, la cenita en la Casa Veracruz del góber con diecisiete, dieciocho reporteros y columnistas de Xalapa y Veracruz fue operada por Pozos Castro, por encima del vocero Iván Luna, amigo, muy amigo del jefe del Poder Ejecutivo desde, digamos, la agrupación “Izquierda Xalapa” A.C., 2013, pero sin operación polí­tica.

CAMINO A LA SEGOB

Desde la comentocracia hay quienes profetizan la renuncia o el cambio o la destitución del secretario General de Gobierno, y al mismo tiempo, como chamanes, profetas, hombres leyendo la bolita del cristal y adivinando el futuro, han entronizado a Pozos Castro como el inminente titular de la SEGOB jarocha.
Desde luego, se ignora la posibilidad de la profecí­a, aun cuando pudiera tratarse de una levitación tipo Jaime Maussan.
Y tipo Jaime Maussan porque de ser así­ se tratarí­a de un choque sideral entre fuegos galácticos. En un lado, Pozos Castro ví­a Raúl Salinas de Gortari y Polansky, y por el otro, Éric Cisneros ví­a Rocí­o Nahle, la secretaria de Energí­a, y de quien siempre se ha afirmado es su madrina poderosa.
Pero más allá de las profecí­as, y en todo caso, el góber necesita operadores polí­ticos. Y Pozos Castro, antiguo lí­der sindical, está habituado a los peores dí­as y noches huracanadas.
Y quizá, y de ser así­, pudiera considerarse un cabildero estrella en el desértico viaje sexenal del góber fifí­ y sabadaba.