Migrantes de Asia recorren Veracruz; se alimentan de frutos
•Sin apoyo alguno de las autoridades, ni federales ni estatales
Alimentándose con de frutos de árboles de los potreros, sin el apoyo de las autoridades locales, a merced de bandas de secuestradores, un grupo de 40 ciudadanos de Asia camina por carreteras...
del sureste mexicano en busca de ruta segura a Estados Unidos.
Los extranjeros fueron abandonados por polleros en el puente Coatza II y las autoridades mexicanas también los dejaron a su suerte, por eso decidieron caminar para llegar lo más pronto al norte.
Los migrantes de Nepal, SRI Lanka e India fueron localizados caminando en la autopista La Tinaja Cosoleacaque a la altura del puente Coatza II, iban heridos y hambrientos.
En primer momento fueron atendidos por el INM, que recibió el reporte de su presencia por parte de la policía. El personal del INM los encontró cerca del puente Coatza II, donde el pasado 14 del presente se rescató a otro grupo de ciudadanos del mismo continente y que también habían sido abandonados.
Esta vez el INM no los pudo asegurar porque contaban con documentos legales para transitar libremente por el país.
Sin embargo, los funcionarios del INM ahí dejaron al grupo de extranjeros que fueron custodiados brevemente, hasta que los oficiales y los del INM de marcharon.
Tiempo después, cuando los hombres ya estaban caminando rumbo a Minatitlán, el personal del INM se marchó y luego llegaron la PFP, la SSP y la Guardia Nacional, pero ninguna de esas corporaciones pudo coordinarse para aunque sea guiarlos por la carretera.
Fue el Grupo Beta el que posteriormente los auxilió y los acompañaron hasta Minatitlán. Ahí descansaron un rato y siguieron andando sobre la autopista a Veracruz puerto, en medio de numerosos hechos delictivos.
Cuando les encontraron en la pista, a unos 15 kilómetros de Minatitlán, estaban comiendo guayabas en un árbol de este fruto que encontraron a orillas de la carretera.
Todos se lanzaron contra las ramas del chaparral hasta dejarlo sin frutos.
El grupo Beta por fortuna traía agua y las repartió entre los migrantes.
Después de algunas horas en Minatitlán siguieron su camino en medio de la oscuridad de la autopista del sur .
Les urgía regresar a las vías pues los documentos legales que traen para andar por México están a punto de expirar..