vitales del cuerpo de Jorge Celestino.
Pegaron en el corazón, pulmones, el hí­gado y la cabeza, ninguno se desperdicia en brazos u otras extremidades donde no se causa daño mortal.
La muerte del corresponsal del diario Gráfico de Xalapa en Actopan resultó inmediata y con poco sufrimiento, pues los disparos en los pulmones literalmente lo dejaron sin habla y los de la cabeza le fracturaron el cráneo de inmediato.
Una fuente del Ejército Mexicano, a quien se presentaron las láminas de la autopsia al cadáver del periodista, que fueron transparentadas por la Fiscalí­a, bajo anonimato explicó que los tiradores cuentan sin duda con formación en tiro y prácticas de combate en espacios muy cerrados.
La forma en que los tiradores se pusieron de acuerdo, según lo expone la autopsia, “deja ver que están bien preparados y son muy letales, de ocho tiros solo fallan uno…”.
En este contexto, explica, Jorge Celestino no tení­a ninguna oportunidad ante ese par de sicarios altamente entrenados y con ese nivel de efectividad.
El ataque fue muy rápido, la familia no tuvo ninguna capacidad para reaccionar, apenas y notaron el vehí­culo en el cual se marcharon.
Los dos sujetos iban tapados de la cara con capuchas, protegidos al amparo de la noche.
Fuentes allegadas al caso indicaron que con estos detalles es evidente que los autores materiales cuentan con formación del Ejército, Policí­a o de guardaespaldas y así­ se irí­a integrando el perfil criminal de los autores materiales.

NO NOS DEJEN SOLOS

La esposa del reportero, Blanca Flor Santiago, entregó al fiscal una carta dirigida al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, para que voltee a verlos.
La desesperada mujer encontró en el fiscal Wí­nckler el medio para llegar a Cuitláhuac Garcí­a, pues ninguna autoridad de la 4T jarocha los ha buscado.
Vaya, ni una corona o arreglo floral.
Ni el coordinador de Comunicación Social, Iván Luna, se ha tomado la molestia para llamar a la familia y preguntar qué se les ofrece.
El fiscal general visitó a los deudos la mañana del lunes para escucharlos y prometer que ahora sí­ se hará justicia.
Actualmente la situación de la familia del periodista es lamentable, pues ni siuiera cuentan con lo básico para subsistir, el apoyo ha sido poco y el miedo es latente.
Al entierro asistieron cuando mucho 30 personas y cinco eran reporteros que fueron a cubrir la nota.
La señora Blanca Flor Santiago, de puño y letra, “le manda carta al gobernador, le pide humanamente que se acerque y ayude a sus hijos”.
Es una familia de “escasos recursos, con dos niños que están estudiando”.
El finado dejó dos hijos menores de edad.