Rocían gasolina y prenden fuego a mujer
Ignacio Carvajal
La joven bailarina Daniela Isabel Sánchez se debate entre la vida y la muerte después de haber sido rociada con gasolina por sujetos que también le prendieron fuego y le dispararon.
Hechos ocurridos anoche mientras laboraba en el bar La Katrina, de Coatzacoalcos. Los agresores supuestamente llegaron por la cuota y el encargado les dijo que no había, por lo que también fue lesionado con disparos.
En sus declaraciones ante la Policía Naval, los afectados indicaron que no pondrán denuncia contra nadie pues además no alcanzaron a reconocer a los delincuentes.
El informe indica que todo pasó minutos antes de las 10 de la noche de ayer martes, en el bar ubicado en avenida Hidalgo, de la colonia Palmasola.
A ese lugar habrían llegado cuatro sujetos quienes fueron sobre el encargado del centro nocturno para ofrecerle protección a cambio de una cuota.
El hombre les dijo que no tenía dinero para eso pues apenas estaban iniciando el negocio. De hecho, en el lugar aún se apreciaban los adornos alusivos al festejo de inauguración.
Había promociones y ambiente de alegría por la esperanza de iniciar un nuevo emprendimiento en la golpeada economía de Coatzacoalcos.
Los agresores habrían disparado contra el encargado en tres ocasiones, una bala le dio en el tobillo y dos en un muslo y comenzaron a rociar el lugar con gasolina.
La peor parte la sacó la bailarina Daniela Isabel Sánchez, de 22 años de edad. En el sitio la policía dijo que ella había sido atacada a balazos también y que además le rociaron gasolina y fuego.
El último reporte que se tiene, proveniente del hospital, es que estaba muy mal de salud y que presentaba quemaduras en el 40 por ciento del cuerpo.
Por el incidente, el lugar de inmediato se quedó sin clientes. A las 10.30 de la noche, el bar que ofrecía una noche prometedora, quedó vacío.
Sólo se pudo sentir la lluvia y el aroma a quemado.
"Dentro se quemó todo, todo se ve que era nuevo" dijo un policía que estaba resguardando la zona.
"No es posible, no puede ser...", decía en una esquina el dueño del sitio, quien llegó a ver lo que había pasado. El hombre lloraba de impotencia porque el nuevo negocio fue un fracaso.
Irónicamente otros bares que estaban alrededor trabajaban de manera habitual. Clientes entraban y salían como si nada hubiera pasado.
Apenas ayer martes, la Fiscalía General del Estado informaba la caída de Coatza en los niveles de secuestros después de haber estado en primeros lugares durante al menos dos años.
Sin embargo, el sicariato y las extorsiones están a la orden del día. Antes de este hecho de violencia hubo dos ataques con armas de fuego, en uno fue asesinado una mujer en el fraccionamiento Puerto Esmeralda, quien era consumidora de marihuana, según la declaración de su pareja.