Y la emboscada se consumó con alevosí­a, ventaja y premeditación. Le dispararon en varias ocasiones. Los vecinos calcularon varios tiros.
Los malandros huyeron. Se perdieron en el amanecer en la calle Laurel. Nadie los vio.
La estadí­stica de la muerte en la era Cuitláhuac alcanzó un número más. El chico de 19 años fue el número 974.
Pero el martes 18 de junio fue sangriento. Martes negro le llamarí­an.
En Tuxpan, por ejemplo, un enfrentamiento. Dos muertos.
En Santiago Tuxtla, un decapitado, además, con las manos cercenadas, tirado el cadáver frente a un hotel para que la mitad del mundo y la otra mitad lo viera y se llenara de horror y angustia.
En Texistepec, los carteles secuestraron al hijo de un ex presidente municipal. Antonio Mellán Dí­az, también, sobrino del alcalde en funciones, Saúl Reyes.
Se vive y padece el peor de los tiempos. Y más, porque desde el gobierno de Veracruz se la pasan justificándose. Alguien deberí­a llevarles una palangana con jabón y agua para lavar las manos como a Poncio Pilatos.

DOS. “Sólo queda rezar”, ajá…

Las elites sociales y polí­ticas han puesto estrategias en la cancha.
“Cuí­dense unos a otros” ha dicho el alcalde de Xalapa.
“Solo queda rezar” reitera el arzobispo Hipólito Reyes Larios.
Hemos de andar armados expresaron el diputado local, Érik Iván López Aguilar y el presidente municipal de Zongolica.
No salgan de noche piden los sacerdotes en la homilí­a durante la misa.
Toque de Queda planteó la legisladora morenista, antes panista, Mí­riam Ferráez.
En 2 años pacificaré a Veracruz repite el gobernador.
Malandro que detengamos será linchado advirtieron los vecinos de Mariano Escobedo a su alcalde.
No podemos. Enví­enos la Guardia Nacional, dijo el alcalde de Camerino Z. Mendoza, Melitón Reyes Larios, al gobernador.
Ya pedimos ayuda a la ONU dijeron los vecinos de Coatzacoalcos que iniciaran la primera resistencia pací­fica en la era Cuitláhuac.
No es tarea de un dí­a para otro expuso en su filosofí­a social el secretario General de Gobierno.
Mientras, los carteles y cartelitos, dueños del dí­a y de la noche de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.

TRES. Expuestos todos a un desaguisado

Vamos en el camino cargando una cruz demasiado pesada. El túnel es muy largo y ninguna lucecita alumbra las horas sociales.
Nunca el gobernador vislumbró el Veracruz que gobernarí­a y en donde ejercerí­a el poder con todo y nepotismo y asignaciones directas para evitar licitaciones.
Así­, el mundo se ha hecho más desigual.
Los polí­ticos encumbrados en el poder, ultra contra súper protegidos, además, con un buen salario amarrado y que, bueno, quizá por eso mismo durante tantos años lucharon desde la izquierda.
Y el grueso de la población, como siempre, viviendo apretada cada dí­a, exprimiendo la quincena para ver si alcanza, expuestos a un secuestro, una desaparición, un asesinato.
Y lo peor, los polí­ticos vendiendo la puta esperanza que para nada sirve, más que para “tomar el pelo” a la gente.
Por eso han de admirarse los vecinos de Soledad Atzompa cuando detuvieron, lincharon y quemaron vivos a 6 malandros.
Y el ganadero de Jáltipan que en defensa de su familia en el rancho tomó la escopeta para matar palomas y conejos y mató a tres malosos.
El dí­a con dí­a y el destino social de la población de Veracruz tiene rato que se pudrió…