climático del mal gobierno de Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, que está convertido en una plaga que está acabando con las instituciones y la tranquilidad de los veracruzanos.
El lunes 17 de junio una tromba y granizada tomaron por sorpresa al municipio tresvallense en la Cuenca del Papaloapan, la embestida de la naturaleza en unos minutos afectó a seis colonias y el reporte local indica que por lo menos 500 familias sufrieron afectaciones severas, como el desprendimiento de los techos de sus casas, la destrucción de cuartos anexos que en varios casos están habilitados como cocina y comedor.
El actuar imaginario de la diputada de MORENA quizás, era llevar la marca del partido y del gobernador, pero al final se enredó sólita, su bipolaridad al cuadrado la dejó en ridí­culo con los ciudadanos, donde solo 35 familias recibieron 68 despensas desnutridas, un par de botas de hule y un impermeable, digamos que quizás esta acción, de los hules, es por lo que se ofrezca ahora que viene la temporada de huracanes, no cabe duda que la diputada tiene una clarividencia que asombra, quizás hasta las ciencias ocultas sea lo suyo, tanto futurismo es inexplicable.
La diputada llegó con una unidad de protección civil del estado, que seguramente gastaron más en gasolina y casetas que el apoyo social para los afectados.
Cuando la legisladora se percató de la prensa se apartó del contingente con el que llegó, pero al final ante ellos no pudo responder el porque del nulo apoyo; lanzó expresiones como el gobernador dijo adelante y aquí­ estamos con el apoyo del señor gobernador, -aunque se vio muy deshumano el apoyo-, es decir cuando no pudo responder le dejó la responsabilidad al gobernador, le endosó el desacierto; que feo y eso que son del mismo partido; arremetió contra Yunes, aunque no dijo su nombre, enlistó una serie de anomalí­as, como los 1400 millones de pesos gastados en cámaras de seguridad patito que no sirven, más de cien escuelas publicas en el distrito que están en malas condiciones, una bodega de equipo médico que estaba escondido y en venta, habló de los enfermos renales, junto con las denuncias que no proceden porque está de por medio un fiscal a modo de la pasada administración.
La diputada ya encolerizada también les gritaba a los reporteros que “tomaran bien las fotos” cuando ellos hací­an un registro de los artí­culos de las despensas ante la mirada atónita de las personas que esperaron por cerca de dos horas al convoy de la desgracia con semejantes apoyos.
Queda claro que Mago Corro Mendoza, no tiene ni la más mí­nima idea de como el estado está obligado a promover el desarrollo y la protección social, se ejerza o no el neoliberalismo, aunque ella es legisladora para que anda jugando a la “gran gestora”.
Ella como la gente de su partido se quieren reivindicar y a la misma polí­tica con argumento de austeridad y transformación, echando por la borda el estado de bienestar que ejercí­a el PRI y el PAN con todo y su respectivo esquema de corrupción; pero que ahora no saben como sustituirlo para poderle responder a la gente. Ese es el problema, desacreditan el pasado, pero en el presente solamente presentan argumentos viscerales ante la exigencia social y de todos los sectores, incluyendo el que genera empleos que, hoy por hoy es el más golpeado.
El argumento práctico de Corro Mendoza es: no hay, no hay, la cuarta transformación es distinta, aunque esté atentando en contra de la dignidad de las personas. El discurso de la corrupción del pasado, ¿cómo está eso?, entonces porque Corro Mendoza fue respaldada por priistas que le apoyaron con la campaña, hasta panistas como Pancho Lara Arano, el Z-46, por el número de propiedades que tiene con el apoyo del Licenciado Delfí­n.
Entonces, la moral del discurso se hace añicos ante la realidad, al parecer la legisladora sigue con el mismo discurso de los buenos y los malos, los de MORENA y el resto que son los dañinos. El cultivo del odio por doctrina partidista que ejerce Mago es un cultivo del odio al pasado y la idolatrí­a de los que por ahora son gobierno, esa bipolaridad seguro tendrá consecuencias en el futuro, es cuestión de esperar.