Por lo menos media decena de supuestos familiares tendrí­a en nómina el alcalde de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez. Además, otros empleados municipales de confianza estarí­an relacionados familiarmente entre ellos, según información proporcionada en forma anónima por trabajadores inconformes en el ayuntamiento.
La lista está encabezada por el director de Comunicación Social, Ronald Jazziz Ordaz, pues trascendió que es cuñado del presidente municipal. El funcionario aparece en el portal de transparencia con un salario de 14 mil pesos mensuales.
Después se encuentra quien serí­a sobrina de Guzmán Ricárdez, Alma Delia Escamilla, dada de alta como recepcionista en la plantilla del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pero en el directorio del organismo asistencial ocupa el cargo de asistente de presidencia, cuyo sueldo es de 10 mil pesos mensuales.
Fredy Ordaz Rí­os es hermano de la esposa del alcalde y presidenta del DIF Municipal, Martha Elizabeth Ordaz Rí­os, y trabaja presuntamente como chofer en el ayuntamiento. Además, su comadre Alejandra Clara González está como encargada del área de cocina y percibe cuatro mil 600 pesos mensuales.
La coordinadora del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), Mónica Gastambide Barahona, es comadre de la presidenta del DIF municipal y está vinculada con el director de Obras Públicas Municipales, Raúl Javier ílvarez Ramos.
Rosa Isela Valenzuela serí­a esposa del tesorero Celso Valencia Vázquez y labora como auxiliar administrativa.
El presunto nepotismo, trascendió, habrí­a llegado hasta el Congreso del Estado, pues se suman a otras presuntas irregularidades en la administración del alcalde sureño que aspira a ser diputado federal.
Lo anterior va en contra de lo instruido por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y de la propia Ley Orgánica del Municipio Libre, “que prohí­be designar, para desempeñar cargos de confianza en el Ayuntamiento a personas a quienes les ligue relación conyugal, de concubinato o parentesco consanguí­neo o por afinidad, en lí­nea recta o colateral hasta el cuarto grado, con servidores públicos municipales”.