Y segundo porque los Morenistas ahora inculpan a los presidentes municipales que no son del partido de AMLO de que como llevan y juegan las contras, entonces, los carteles y cartelitos, los sicarios y los malandros, los halcones y los pillos, ladrones y rateros, hacen y deshacen en sus demarcaciones y todaví­a reclaman medidas de seguridad, incluso, hablan del Estado Fallido, el Estado de Indefensión.
El último caso fue de la diputada local de Morena, Adriana Esther Martí­nez Sánchez, quien con todo y su R-15 de las palabras rafagueó a Melión Reyes Larios, de Camerino Z. Mendoza, por denunciar que su pueblo está aterrorizado con tanta incertidumbre y zozobra en el diario vivir.
¡Vaya doble y triple discurso!
En su momento, ninguna respuesta existió del gabinete legal y ampliado de Morena al edil de Ciudad Mendoza, hermano mayor, por cierto, del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, aun cuando después enviaron a la Fuerza Civil.
Pero, al mismo tiempo, 2, 3 dí­as después, la diputada agarró la escopeta, apretó el botón nuclear y lo torpedeó buscando el descrédito y el desprestigio del presidente municipal.
Ha sido, incluso, la constante discursiva del primer gobierno de izquierda en el Veracruz del siglo XXI.

MíS CHAIROS DEL JEFE MíXIMO

De acuerdo con la estrategia de Morena, la diputada Martí­nez Sánchez formarí­a parte de los llamados "chairos". AMLO, por ejemplo, tiene sus chairos. Incluso, ha advertido a los reporteros de la fuente presidencial que mucho cuidado porque entonces su ejército de chairos se les irí­an encima.
Esos chairos actúan desde el anonimato. Se agazapan en las redes sociales. Y con nombres falsos, bombardean a los crí­ticos, los disidentes, los opositores, los conservadores, la gente incómoda e indeseable, y nunca nadie ha podido conocer su identidad.
Pero los chairos del gobernador de Veracruz tienen rostro. Se manifiestan. Y dueños del poder polí­tico y que también es social y económico, soñando quizá con un cargo público mejor, despotrican.
Por eso mismo, el secretario de Salud dijo que a los reporteros "ningún chile embona".
Y el diputado Wenceslao dijo que los reporteros siempre preguntan "burradas".
Y el secretario General de Gobierno clasificó a los medios como el Cartel del Fiscal y el Cartel de Cuitláhuac, y/o en todo caso, su Cartel.
Y la senadora Gloria Sánchez denunció en el púlpito del Congreso de la Unió una conspiración mediática en contra del góber.
Etcétera, etcétera.
La población, sin embargo, y tan poco tiempo, ya se hartó.
Mejor dicho, las mujeres y los hombres de Morena la hartaron.
Insólito, inverosí­mil, que ningún secretario del gabinete legal de Cuitlalandia, sobre todo, los General de Gobierno y de Seguridad Pública, ninguna respuesta dieran al presidente municipal de Camerino Z. Mendoza y la diputada Adriana Esther "tirara su espada en prenda".
Ojalá, ojalá, ojalá, que cuando termine su tiempo legislativo sea premiada con otro cargo.
"Los alcaldes que no son de MORENA, que no son de este gobierno (ajá) podrán decir lo que gusten porque saben que no han hecho su trabajo y ahora es muy fácil echar la culpa a quien sí­ está trabajando como es el gobernador".
¡Pobre Cuitláhuac que necesita flotadores para nadar!

COMPLOT CONTRA CUITLíHUAC, PUM, PUM, PUM...

¡Pobrecita también la diputada con sus motivos y pretextos insulsos y fútiles!
Dice, por ejemplo, que el alcalde hermano mayor del arzobispo "quiere dar otro tinte polí­tico" a la inseguridad.
Caray, su servilismo al Prí­ncipe resulta inaudito.
Melitón Reyes Larios es un hombre como de 80 años de edad, una edad en que por lo general se deben estar jugando con los nietos y el perro y dando de comer a los pajaritos en la jaula y acostándose a las 8 de la noche.
El alcalde quiso, no obstante, servir a su pueblo. Y ni modo que en el penúltimo viaje de su vida levante la voz reclamando seguridad porque forma parte de un complot polí­tico en contra de Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, háganos favor.
La diputada está ofendiendo con desdén y menosprecio la inteligencia y las neuronas sociales de la población soñando que así­ queda bien con el Prí­ncipe.
Incluso, aprovechó el viaje esotérico para lanzar cacayacas al Fiscal porque mientras el secretario de Seguridad Pública combate todos los dí­as y noches a las malandros para reducir la violencia (973 muertos, 124 feminicidios, 39 infanticidios, 192 secuestros), el Fiscal ni integra carpetas de investigación ni aplica seguimientos a los hechos denunciados.
Un semestre después de estar repitiendo el mismo discurso manoseado, caray, solo ellos, los Morenos, están seguros que la población les cree y les cree a ciegas.