Allí­ vivieron todos ellos… Una casita, no de adobe, como se estilaba entre los pobres… Una casita de palma y troncos, con piso de tierra, rodeada de árboles y montes en el rincón más arrinconado de Morelos, lleno de miseria y jodidez…

ROMPEOLAS: Los padres de Emiliano se llamaban Cleofas Salazar y Gabriel Zapata… Tuvieron diez hijos… Emiliano nació el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco y fue el penúltimo… Quedó huérfano a los 16 años de edad… Un dí­a, niño aún, vio llorar a su padre… “Padre, por qué llora?... Porque nos quitan las tierras… ¿Quiénes, padre?... Los amos… ¿Y por qué no pelean contra ellos? Porque son poderosos… “Pues cuando yo sea grande haré que las devuelvan” cuenta el historiador Enrique Krauze en su libro “Biografí­a del poder”, reproducido en Proceso…

ASTILLEROS: Hijo de la pobreza, la miseria y la jodidez, Emiliano Zapata alcanzó muchos años después el paraí­so terrenal… Gustaba a las mujeres porque era “un charro entre los charros”… Llegaba a las plazas de toros vestido de charro impecable en los mejores caballos del rumbo y “sobre las mejores sillas vaqueras… Los jaripeos, las corridas de animales en el campo, las carreras de caballos, el jineteo de toros, las peleas de gallos y el simple campear constituí­an sus diversiones favoritas”…

ESCOLLERAS: “Con su impecable figura de charro”, la historia cuenta que cada noche solí­a desaparecer del cuartel trepado en su caballo, seguido por su perro para dormir en una casita que nadie sabí­a, pero según su escolta siempre con una mujer… Y al dí­a siguiente, apenas amanecí­a, Emiliano regresaba al cuartel listo para el campo de batalla… Zapata rompió con Francisco Ignacio Madero cuando advirtió que el llamado “Apóstol de la democracia” habí­a excluido a los campesinos… Más aún, cuando por aquí­ Madero tomó posesión de la presidencia de la república, su primer acto de gobierno fue indemnizar a su familia por las haciendas que la revolución les habí­a expropiado e imponer a su hermano Gustavo, y en nombre del nepotismo, como diputado federal y ministro sin cartera, además de financiarle un periódico, “Nueva Patria”, solo para revirar a la prensa incómoda, irreverente y contestataria…

PLAZOLETA: Hijo de familia en la pobreza, diez hermanos en total, la casita con choza de palma y horcones y piso de tierra, donde habitara la familia Zapata resulta impresionante… Cuna humilde, claro, Benito Juárez y los hermanos Ricardo y Jesús Flores Magón… La miseria atroz… Y de ñapa, y en aquel tiempo, la amenaza de enviar a los indí­genas y campesinos sublevados a los campos de trabajo forzado y concentración de Yucatán, el infierno…

PALMERAS: Una de sus hermanas lo recordaba de la siguiente manera: “Emiliano de por sí­ fue travieso y grato con las mujeres”… No era borracho, tampoco parrandero, tampoco jugador, pero “era muy valiente y muy chulo” como lo recordaban las mujeres… La infancia adversa lo enseñó a trabajar desde niño y su mayor felicidad era “ganarse la vida sin depender de otros”… “Muchas cornadas da el hambre”, escribió Luis Spota en una de sus novelas memorables…