Cuestión de enfoque, pero la señora Beatriz Gutiérrez Mí¼ller de AMLO y también Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, y Aristóteles Núñez, ex del SAT, ya cerraron sus cuentas…

ROMPEOLAS: Primero, la mayorí­a, quizá el cien por ciento, de las redes sociales, operan desde el anonimato… Y ni modo de perder el tiempo de modo tan miserable, como en aquel pueblo en la novelí­stica de Gabriel Garcí­a Márquez que poco a poco se inundó de anónimos en la madrugada hasta quedar desierto… Segundo, ni modo de sentir el Apocalipsis con las redes sociales anónimas, pues, y por ejemplo, las personas que conocen a cada quien ya saben con firmeza su historia personal y ni modo de cambiar de actitud…

ASTILLEROS: Tercero, en ningún momento las redes constituyen el non plus ultra de la comunicación, pues ni modo que el millón de indí­genas y los dos millones de campesinos de Veracruz tengan celular y ocupen su tiempo en leerlas… Cuarto, estudios oficiales comprueban que de cada diez personas con celular y acceso a Internet, solo unas dos se informan de los hechos y acciones y dí­ceres de los polí­ticos en las redes sociales… Cinco, además, los estudios indican que el grueso de la población utiliza el celular para comunicarse entre ellos mismos… Los estudiantes con sus amigos y compañeros del salón de clases y las señoras de la zumba, la manualidad y la tarde pastelera entre ellas, y así­ por el estilo…

ESCOLLERAS: Seis, en el grueso de la población el celular sirve para chismear y echar tijera entre y sobre los amigos, lejos de ocuparse de los dí­ceres entre polí­ticos, a menos, claro, de que, y por ejemplo, se tratara del divorcio entre Enrique Peña Nieto y “La gaviota”…

PLAZOLETA: Por eso, los polí­ticos viven engañados en su mundo imaginado con las redes… Además, los polí­ticos han desprestigiado tanto a la polí­tica que la polí­tica es concebida como sucia, cochina y asquerosa, y lo peor, en todos los partidos y ninguno se salva para que la población se ocupe del estercolero… Cierto, un polí­tico, por ejemplo, camina en el pasillo del palacio o en la calle y/o llega al restaurante y mira a todos hipnotizados con el celular… Pero al mismo tiempo, caray, olvidan lo fundamental, pues la mayorí­a poblacional anda metida en sus pendientes familiares de todos los dí­as como, entre otras cositas, llevar el itacate a casa…

PALMERAS: Cada ciclo se viven tiempos inéditos… El mundo alucinó con el invento de la radio… Y pasado un ratito, con el cine… Y luego, con la tele… Y después, con el Internet… Y mientras los pudientes y estrafalarios se convierten en los primeros pobladores de Marte, las redes sociales seguirán como la fondita en el mercado popular, la peluquerí­a y la estética, el molino de nixtamal, es decir, el centro aldeano de la reunión para chismear… Y lo peor, mientras en el tendajón la gente cortando tijera se mira la cara, en el Internet el anonimato… Y por eso mismo, tantas sandeces…. ¡Pobres los polí­ticos que se angustian!... ¡Su pasado truculento y su inseguridad los derrumba!...