821 hacia el dí­a 168, entre ellos, cien feminicidios y 34 niños asesinados… Claro, a la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra, se añade su hermana gemela, la impunidad…

ROMPEOLAS: La primera matanza fue en los lí­mites de Isla y Rodrí­guez Clara, emboscados unos migrantes de Guatemala… Una mujer asesinada y 4 heridos, entre ellos, un menor… La masacre de Soledad Atzompa, los vecinos se organizaron y lincharon y quemaron vivos a 6 presuntos secuestradores de profesores… La masacre en Minatitlán, 13 personas asesinadas, entre ellos, un bebé en brazos de su madre, en tres minutos por seis pistoleros, entre ellos, un bebé en brazos de su madre…

ASTILLEROS: La matanza de Mixtla de Altamirano incluyó a la presidenta municipal, a su esposo y al chofer del Ayuntamiento… La matanza de Jáltipan, donde un ganadero defendió a su familia en el rancho, tomó la escopeta para cazar patos y cazó a tres sicarios… La matanza de Tlachichilco, dos niños asesinados, de 12 y 13 años… La matanza de Córdoba, un hombre y su sobrina de 13 años, emboscados y ejecutados hasta con tiro de gracia… La matanza de Las Choapas, 3 turistas que confundieron, ajá, con secuestradores… La matanza de Sayula, asesinados un padre y su hijo, y otro hijo, herido por las balas… Y la madriza de la Fuerza Civil a los 7 paisanos de Actopan, nacionalizados norteamericanos… Y, claro, la matanza permanente con tantos asesinatos, feminicidios e infanticidios, donde el secretario de Seguridad Pública y el Fiscal comparten méritos, honores, tareas, culpas y responsabilidades…

ESCOLLERAS: Hay Guardia Nacional, Fuerza Civil, policí­as estatales y municipales… También, guardias comunitarias… Hay vecinos organizados para hacerse justicia… Hay vecinos integrados en ciudades y pueblos en calles y barrios para su autodefensa… Y, cierto, desde el sexenio de Patricio Chirinos Caleros, hace 26 años y medio, los carteles se aposentaron de Veracruz y poco a poco se fueron adueñando… Ahora, casi un semestre después, era Cuitláhuac, los carteles aquí­ siguen, pues ni modo que con un polvo mágico sean conjurados para huir despavoridos a otros rincones del paí­s…

PLAZOLETA: La Guardia Nacional, ni tampoco la Fuerza Civil, han frenado el tsunami social… Incluso, a los 6, 7 carteles que ya estaban como dijera Renato Sales, ex Comisionado Nacional de
Seguridad, uno nuevo, del Siglo, está aquí­, entre nosotros… Y lo peor, recrudecida la zozobra diaria con los feminicidios y los infanticidios, el sello de Cuitlalandia y que en lenguaje popular significa la vida sabadaba y fifí­…

PALMERAS: La Guardia Nacional, por ejemplo, está concentrada en unas regiones, pero todo mundo sabe que cuando operativos así­ ocurren, los carteles se desplazan y se convierte en una historia fatí­dica de nunca acabar… Incluso, se han movido del norte al sur del paí­s… Y en el caso de Veracruz, entraron por Tamaulipas, tiempo cuando el nombre de Pánuco fue rebautizado por Pánico… La vida diaria, un infierno, a tal grado que como si nada, el góber comió ceviche con doncella a un lado en un puesto del mercado de Coatzacoalcos con la estampita de “La Santa Muerte” en la espalda colgando de la pared…