Miran de arriba para abajo a los mortales… El rostro duro, patibulario, porque algunas veces llegan con la barba crecida…

PASAMANOS: Mesiánicos, iluminados, a nadie miran alrededor… Tampoco voltean… Buscan una mesa y se sientan… Entonces, sacan el celular y se clavan, quizá, en la mejor cultura cibernética de los llamados “chairos”, el ejército invencible, implacable, duro, del obradorismo en contra de los crí­ticos, los mismitos que suelen lanzarse contra los enemigos, los adversarios y los conservadores, emisarios del pasado, digamos, a la altura de “Las camisas rojas”, el grupo de choque de Tomás Garrido Canabal, el ex gobernador come-curas de Tabasco… Nadie más se sienta en su mesa… Entonces, llega el mesero y predican… Mejor dicho, profetizan como si estuvieran en la conferencia mañana de las 7 horas…

CORREDORES: De acuerdo con las versiones, “Los siervos de la nación” suelen llegar como una jaurí­a con la verdad por delante a las oficinas del gobierno de Veracruz… Entonces, reclaman y exigen al titular, sea quien sea, les muestre y entregue, por ejemplo, los archivos muertos de la dependencia y que luego enseguida, confiscan… Y los confiscan para llevárselos y revisarlos con lupa, seguros de que los antecesores en el gobierno del estado fueron unos pillos y ellos tienen la encomienda de desenmascarar los trastupijes…

BALCONES: Y lo más indicativo, ningún jefe máximo se opone a “Los siervos de la nación”… Incluso, algunos se habrán tirado al piso y hasta les queman incienso… Y en caso, claro, de ponerse rejegos, peor les irá, pues en automático serán satanizados por “los chairos”, porque hasta de encubridores pueden ser acusados… Los funcionarios de Cuitlalandia, pues, en el más canijo estado de indefensión… Bastarí­a referir que una que otra ocasión, el jefe de jefes advirtió a los reporteros de la fuente que se apeguen a la verdad, porque entonces, “ya saben lo que les pasa”, es decir, el ataque atroz de “Los chairos”, los soldados de la libertad…

PASILLOS: Por ahora, nadie conoce resultados… Claro, apenas, apenitas van 5 meses y diez dí­as… Pero igual que el tí­tulo del libro de súper crónicas de John Reed, son “los diez dí­as pueden estremecer el mundo” local… Y es que si se mezclan en un vaso jaibolero “Los siervos de la nación”, “Los chairos” y los secretarios del gabinete legal de Veracruz denunciando al mayor número de yunistas y que por ahora significan un presunto pillaje de 5 mil millones de pesos, entonces, los vientos huracanados están en la antesala…

VENTANAS: Y más, porque todos ellos, unos más y otros menos, se creen y sienten enviados de Dios, iluminados, puros, como el caso del secretario de Educación, el tal Zenyazen, quien en la locura polí­tica, mirando visiones, aseguró que suspendió el desfile del 5 de mayo, la Batalla de Puebla, en ningún momento porque en ella Porfirio Dí­az Mori se convirtió en un lí­der militar, sino lo hizo en nombre de la austeridad republicana y la pobreza franciscana… Además, dijo, petulante, que está ocupado en revisar las 214 “aviadurí­as” que la diputada local, la priista Érika Ayala, tuvo en el COBAEV, Colegio de Bachilleres, en la yunicidad…

PUERTAS: Según las versiones, “Los siervos de la nación” caminan así­ con la lupa y la vaina desenvainada en las secretarí­as del gobierno del estado, pero de igual manera, en las delegaciones federales… Hay quienes aseguran que los hijos de José Marí­a Morelos en el siglo XXI se hacen acompañar en sus celulares por canciones de Tania Libertad y Armando Manzanero saboreando la nueva marca de chocolates “La chingada” y cuyos fabricantes sus nombres ya conoce el mundo polí­tico…

CERRADURAS: Sabrá el chamán si es cierto, pero en la pasarela morenista aseguran que la jefa máxima de “Los siervos de la nación”, coordinadora general, es la señora Rosa Marí­a Hernández Espejo, la antigua reportera que alguna vez fuera regidora del PRD, el partido agonizante al cumplir treinta años de edad… Y, bueno, con todo y el cargo público en la secretarí­a del Bienestar, antes, y como se sabe, Desarrollo Social, bien pudiera estar asignada a la a la tarea bí­blica… Más ahora cuando a cada rato en la tele pasan la serie de Morelos en su lucha insurgente, sin referirse, claro, a que Morelos tuvo un hijito con su trabajadora doméstica, Juan Nepomuceno Almonte, a quien educaron tan bien en un internado de Estados Unidos que terminó de cabildero de Maximiliano de Habsburgo porque el paí­s necesitaba un emperador, su Alteza Serení­sima, de presidente de la república…

PATIO: El sexenio apenas, apenitas comienza… Y por añadidura, “Los siervos de la nación”, y “Los chairos” estarán, mí­nimo, los próximos 5 años y 6 meses y medio encaramados en el poder… Impolutos, paridos por los dioses, los nuevos prí­ncipes sexenales, descubridores “del agua tibia” y a quienes en tan poco tiempo son más frí­volos y soberbios que los guardias pretorianos de Javier Duarte como fueron Érick Lagos, Jorge Carvallo, Alberto Silva y Adolfo Mota…