horas de Tantoyuca, en los lí­mites con el estado de Hidalgo.
Las ví­ctimas son Agustina Monrroy Pérez, de 42 años, y sus dos hijos, Mí­riam Soto Monrroy, de 13, y Olvein Soto Monrroy, de 12.
Según reportes de medios de comunicación de Hidalgo, el ataque se habrí­a dado durante la madrugada del sábado o las primeras horas de ese dí­a, en el pueblo mencionado.
De los hechos no hay testigos, los cuerpos fueron encontrados por vecinos y familiares que llegaron a buscar a los jóvenes y al ver que no abrí­an la puerta se asomaron por una ventana y vieron el cadáver de la madre, escurriendo sangre, por lo que dieron parte a las autoridades.
Hasta ahora no hay ninguna lí­nea de investigación clara sobre lo que pudo haber motivado esta masacre, el casa donde fueron los hechos está en obra negra, apenas y la están acabando con el esfuerzo del padre, quien migró hace unos años a Estados Unidos y allá recibió la noticia.
Las autoridades locales y los familiares están a la espera del arribo del migrante para dar sepultura a los finados.
Los tres fueron brutalmente golpeados y cortados a machetazos, en el cuello y cara se concentraba la mayor parte de las lesiones.
La casa quedó con huellas de que los finados lucharon por sus vidas antes de ser asesinados, desorden y algunas pertenencias destrozadas.
Los tres se encontraba con ropa de dormir por lo que se cree que el ataque se dió en horas de la madrugada del sábado mientras ellos dormí­an.
Hace a penas dos semanas, en ese mismo municipio, un sujeto mató de ocho puñaladas a su ex esposa, quien estaba embarazada. El agresor aún no es detenido