Y dos niños.
Más 90 secuestros.
Más 80 desaparecidos.
Veracruz, en las grandes ligas nacionales.
El Estado de Derecho, desdibujado, borrado del mapa, rebasado por el Estado Delincuencial, el Estado Narco, casi casi Estado de Sitio como se están dando, sin necesidad de “Toque de queda” en muchos pueblos.
La vida, prendida con alfileres en cada nuevo amanecer.

DOS. 502 asesinatos

Los dí­as han caminado de la siguiente manera:
Dí­a 109 de MORENA en el trono imperial y faraónico del principal palacio de gobierno en Xalapa, 502 asesinatos.
Dí­a 108, 497. Dí­a 107, 495. Dí­a 106, 484. Dí­a 105, 477. Dí­a 102, 458 crí­menes.
Dí­a 101, 453 muertos. Dí­a 99, 443. Dí­a 98, 442. Dí­a 96, 436. Dí­a 95, 434 asesinatos.
Dí­a 94, 431. Dí­a 93, 427. Dí­a 92, 423 homicidios. Dí­a 91, 418 muertos para cuando entonces iban 40 feminicidios.
Así­, han caminado los dí­as y las noches.
Hay, cierto, graves pendientes sociales.
El desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.
La baja calidad educativa, donde el único orgullo es el primer lugar nacional en baile regional con “El tilingo lingo” y “La bamba”.
La pésima calidad de salud pública con hospitales y centros de salud en crisis humanitaria, y como dice el titular de la Secretarí­a de Salud, por culpa de sus antecesores.
Con un bají­simo desarrollo humano.
Pero por encima de todo, el primer lugar de la urgencia social es la seguridad en el diario vivir.
Y la procuración de justicia.

TRES. Más crí­menes dejó Hernán Cortés

Más grave aún:
Atrás de cada persona asesinada existen historias terribles.
Hijos huérfanos, parejas viudas, padres seniles en la deriva social, hogares enlutados, sillas vací­as a la hora de desayunar, comer y cenar, recámaras solitarias a la hora de dormir.
Igual de grave, digamos, cuando los asesinados son hombres o mujeres sostén económico, la familia ha quedado sin un ingreso fijo para vivir aprisa y de prisa en cada quincena.
Y si un familiar enferma y de gravedad, entonces, ni el dios de cada quien significa un aliciente ni un salvamento, un pecho donde llorar, un hombro donde apoyarse.
500 asesinatos en casi 4 meses de la izquierda ejerciendo el poder total y absoluto en Veracruz, palabras mayores.
Sea como sea. “Haiga sido como haiga sido”.
Y no obstante, desde el púlpito polí­tico la homilí­a oficial pronunciada.
“Todo está bien”. “Vendrán tiempos bonitos. Muy bonitos. Bonitos entre lo bonito”.
Que nadie, entonces, se ocupe ni se le vaya el sueño.
Pronto, llegará el Festival de Salsa con los mejores salseros de paí­ses socialistas en el continente.
Y a mover el bote, pues en todo caso, allá que lloren en las hogares enlutados, porque ni modo de que las pilas se bajen cuando la vocación patria de los jarochos es ser fifí­, sabadaba y salseros.
Y porfis, ¡que sirvan igual para todos, la casa paga, qué caray!
Quinientos asesinatos contemplan a Veracruz… que más fue dejando Hernán Cortés caminando de las playas de Chalchihuecan a la gran Tecnochitlán.

CUATRO. ¿Y AMLO?

Veracruz ha quedado sin brújula. ¡No, mejor dicho, el vací­o de poder ya fue ocupado! ¡Lo ocupan los carteles y cartelitos! ¡Y los carteles que están llegando a la tierra jarocha!
Allá AMLO si deja pasar la pelota…