En desplegado oficial anuncia el gobierno de Veracruz y de AMLO y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Comisión Ejecutiva de Atención a Ví­ctimas que pedirán perdón a los familiares de los cinco jóvenes originarios de Playa Vicente levantados por elementos policiacos en Tierra Blanca en el duartazgo y entregados a los malandros, quienes los desaparecieron.
Ellos fueron:
Bernardo Bení­tez Arróniz, José Bení­tez de la O., Susana Tapia Garibo, Mario Arturo Orozco Sánchez y José Alfredo González Dí­az.
¿Pedir perdón o, dicho de otra manera, "acto de reconocimiento de responsabilidad y disculpa pública del gobierno de Veracruz por la desaparición forzada de 5 jóvenes en Tierra Blanca?
¿Basta, pues, con pedir perdón?
Digamos, si los policí­as y jefes policiacos involucrados, autores del secuestro colectivo, están presos, ¿ya fueron sentenciados?
¿Y los malandros ya fueron detenidos?
¿Y los asesinos intelectuales también?
Y como mucho se duda de la acción de la justicia, ¿entonces, sirve de algo pedir perdón, los familiares que tanto sufren encontrarán así­ la paz?
¿Se tratará acaso de una hábil polí­tica diplomática para, digamos, echar tierra, más tierra, al duartazgo, por ejemplo, y de paso a la yunicidad que en dos años tampoco logró la detención de los asesinos fí­sicos e intelectuales?
¿Sirve pedir disculpas cuando en Veracruz, en los tres meses de la Cuitlamaní­a pasan de cuatrocientos los asesinatos y solo en el mes de febrero ochenta y tres desaparecidos?
Más todaví­a.
Si solo en el mes de febrero 83 desaparecidos, significa que al ratito la Cuitlamaní­a pedirá perdón a los familiares de los 83 desaparecidos, aparezcan o aparezcan muertos?