para felicidad de sus hijas.
Y el segundo, reelegirse durante 15 años consecutivos y que por fortuna, una angina de pecho se le atravesara y llevara a la tumba y salvara para la historia.
Dos. Francisco Ignacio Madero. Su primer acto presidencial fue nombrar a su hermano Gustavo ministro sin cartera y diputado federal.
Y el segundo, indemnizar a familiares las haciendas que les habí­an quitado en la revolución.

REMITENTE: Tres. Miguel Hidalgo. En las noches durante la guerra de Independencia paseaba en el campamento con la mirada calenturienta para elegir a la mujer indí­gena con la que dormirí­a, noche tras noche.
Cuatro. José Marí­a Morelos. Tuvo un hijo con su trabajadora doméstica, Brí­gida Belmonte. “En la plenitud del pinche poder” envió a su hijo, Juan Nepomuceno Belmonte, a estudiar en Estados Unidos. Y en EU le salió la adoración por Maximiliano de Habsburgo hasta ungirlo emperador de México, Benito Juárez huyendo en el paí­s.

ACUSE DE RECIBO: Cinco. Carlos Pellicer. Senador de la república, su primera vocación fue la poesí­a. Gran precursor del movimiento gay en el paí­s del siglo pasado.
Seis. Tomás Garrido Canabal. Gobernador en Tabasco, expidió una ley advirtiendo a los sacerdotes de la iglesia católica que se casaban o serí­an expulsados del estado.
Luego, en sus ranchos bautizó a sus caballos, burros, vacas, becerros, toros y perros con nombres de santos y hasta de Sumos Pontí­fices de la iglesia.
También creó un equipo de porros, llamados “Las camisetas rojas”, encargados de sembrar el caos y el horror y el terror y la represión en los disidentes.

ENTREGA INMEDIATA: Siete. El otro héroe de AMLO, el único, digamos, que se salva de capí­tulos negros en su historia, es Lázaro Cárdenas del Rí­o, aquel que cuando llegara a la presidencia de la república creara la residencia oficial en un rancho bautizado con el nombre de “Los Pinos”, y que era el mismo nombre del rancho donde viví­a su novia, la señora Amalia Solórzano.

CARTA EXTRAVIADA: Ellos son los héroes del presidente tabasqueño. En ellos se inspira cada dí­a para ejercer el poder y gobernar el paí­s.
Incluso, ha dicho que su objetivo superior es ser igual, o mejor, que ellos.
Y por eso mismo, y por decreto, la Cuarta Transformación que ahora la mitad de las elites polí­ticas y la otra mitad, y para estar a tono, repiten como una cantaleta.
Además, del estribillo de la república amorosa y la Cartilla Moral y que rebasa a los Diez Mandamientos de la Ley de Dios que todos los dí­as y noches son ultrajados desde hace más de dos mil años, incluidos los sacerdotes pederastas que además de violar a niños también a monjas.
El México que estamos viviendo…