Y el culpable del ataque de caspa a Marijose serí­a Gómez Cazarí­n (el pelele del secretario General de Gobierno según el diputado morenista, Magdaleno Rosales) porque la semana anterior la amenazó en un pasillo de la LXV Legislatura cuando iba al baño:
“Se te viene un madrazo fuerte”.
Se ignora si el madrazo tendrá el fierro de la Cuitlamaní­a, pero en todo caso, el antiguo vendedor de automóviles siente que amenazando en nombre del gobierno federal estremecerá las entrañas y las piernas de la diputada del PAN.

DOS. Marijose Gamboa, acosada

La semana anterior, varios diputados del PAN decidieron dormir en la misma casa o departamento, luego de que tronaran la obsesiva obsesión de destituir al Fiscal.
Durmieron juntos para protegerse pensando, digamos, en que sus compitas de la izquierda, aliados con el gobierno de Veracruz, les atacarí­an, por ejemplo, desde un accidente de tránsito y el rafagueo en una calle o avenida de Xalapa desde una motocicleta hasta un asalto al amanecer.
Y tení­an razón.
En una madrugada de la semana anterior, un hombre se acercó al departamento de Marijose y tomó fotografí­as y videos.
Ella, en compañí­a de otras diputadas que pasaban la noche en vigilia, hablaron a la Policí­a Ministerial y cuando luego enseguida llegó el hombre aquel se habí­a ido.

TRES. Sucia guerra

A la entrada del Palacio Legislativo, Marijose Gamboa fue de nuevo agredida luego de varios dí­as en que su oficina en el Congreso era vigilando por hombres de rostro patibulario.
Entonces, un guarura, Arturo Castillo Treviño, llegado al Congreso ví­a Gómez Cazarí­n, la acosó y la provocó.
Y otro guarura, Clemente Mendoza, sobrino de la diputada Margarita Corro Mendoza la filmó y por órdenes superiores lanzaron el video a las redes sociales.
Las agresiones a Gamboa Torales están caracterizando los dí­as y las noches de Xalapa en la sórdida pelea de la izquierda para destituir al Fiscal.
El diálogo y la negociación, propia de la naturaleza polí­tica, relevadas por una guerra sucia al cobijo del sexenio de la izquierda.

CUATRO. Diputada inderrotable

Nadie quisiera que Marijose sufriera un ataque de caspa porque el primer sospechoso es Gómez Cazarí­n.
Y más, porque de los diputados del PAN es la única turbulenta pero al mismo tiempo, con una honestidad fuera de serie que ya desearí­an varios de sus homólogos de la izquierda delirante.
Además de que su preparación y dominio de los temas que abandera, pues suele documentarse antes de subir a la tribuna, donde, y por cierto, cada vez que lo hace, el expanista y morenista Domingo Bahena ordena que le apaguen el micrófono.
Podrán otros legisladores ceder a las presiones y acosos de la izquierda en la LXV Legislatura.
Pero Gamboa Torales es de una sola pieza. Con principios y valores. Integra. Con una gran vocación social que tanto la fortalece.
Con la indignación crónica como eje de su vida pública.
Y por eso mismo, inderrotable.
Pero, claro, cuando la oposición de izquierda también le entra a la guerra sucia como en los mejores tiempos del priismo, entonces, suele terminarse en la cárcel como Benito Juárez y Francisco Ignacio Madero, incluso, exiliados.
La izquierda sueña con todas las tajadas del pastel, dispuesta a lo peor.