Pero hay un montón de principios y programas, filosofí­a polí­tica en el ejercicio del poder con el obradorismo, con las que la Cuitlamaní­a se ha deslindado de ellas. O lo peor, caso omiso y occiso. Como si de hecho y derecho estuviera en desacuerdo. O por el contrario, mantener la distancia para evitar comprometerse y/o arriesgar el pellejo.

Entre otras, las siguientes:

1) Mientras AMLO, a través de la secretarí­a de Gobernación pidió perdón a la periodista Lydia Cacho por la persecución sufrida en el año 2005 cuando la publicación de su libro “Los demonios del Edén” sobre la red de trata y explotación infantil en Quintana Roo, al momento, ningún perdón ha expresado Cuitláhuac Garcí­a, digamos, por el asesinato de los 19 reporteros en el duartazgo y los cinco en la yunicidad.

PASAMANOS: 2) En tanto AMLO envió al Congreso federal la iniciativa de ley para quitar el fuero a los polí­ticos y aprobar la revocación del mandato del presidente de la república, la Cuitlamaní­a la ignoró y la “dejó hacer y dejó pasar”. En Veracruz, nada de revocar el mandato. Tampoco, eliminar el fuero.

3) Tampoco, claro, fue observada en Veracruz la declaración de AMLO de la Ley 3 de 3.

4) La estrategia polí­tica estelar de AMLO es la consulta popular. Al momento, lleva varias. Y en Veracruz, ninguna. ¡Ah”!, una, anunciada, para consultar a los trabajadores de la información si están de acuerdo con el premio estatal de periodismo, Regina Martí­nez”, luego de que una protestita de unos cuantos reporteros lo acalambraran.

5) Cada dí­a, AMLO ofrece rueda de prensa a las 7 de la mañana estableciendo la agenda pública. En Veracruz, nada. El silencio. El limbo polí­tico. Ni siquiera, dos, tres dí­as a la semana. La vida del gobernador comienza hacia las 8 de la mañana en el twitter dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, y aparece en público hacia las 10 horas, copiando así­ a Javier Duarte quien aparecí­a en el palacio hasta las once de la mañana, y si antes de la hora algún secretario del gabinete legal lo visitaba en su casa aparecí­a en piyama, todo despeinado.

CORREDORES: 6) AMLO se la ha pasado anunciando más y más y más obra pública. Cuitláhuac, ni una sola en el estado de Veracruz.

7) AMLO ha ejercido su legí­timo derecho de réplica ante los medios. Incluso su estado de ánimo es debatir con los medios. Me encanta debatir ha dicho. Cuitláhuac, por el contrario, ha reiterado que nunca ejercerí­a su derecho de réplica y, bueno, sus razones, motivos o pretextos tendrá.

8) El presidente de la república anda en gira cada semana en el interior del paí­s. Cuitláhuac, una por ahí­, de vez en vez, digamos, para cortar el listón de una que otra callecita reencarpetada, gritando a todos que “vendrán tiempos mejores”.

RODAPIÉ: 9) En el gabinete de AMLO, polí­ticos de primer nivel. El gabinete de Cuitláhuac “da pena de la pena ajena”. La experiencia polí­tica, en el más bajo nivel. La mayorí­a, aprendiendo la tarea de gobernar, improvisando, sin una brújula que los lleve, sin un lí­der que los guí­e.

10) El presupuesto federal de AMLO ya fue debatido en tiempo y forma en el Congreso de la Unión y aprobado. El proyecto de presupuesto de Cuitláhuac fue aprobado, digamos, a medias, pues apenas, apenitas, lo está ajustando y demorará tres meses.

11) AMLO sigue moviéndose en la Ciudad de México en su Jetta del año 2013. Cuitláhuac anda en camioneta de lujo, con carro escolta y guaruras. Y una sola ocasión populista se trepó a un ADO para viajar de la Ciudad de México a Xalapa lo cacareó en sus redes sociales como expresión máxima de un populismo ramplón y barato, sin sentido.

12) Todos los dí­as, a las 6 horas, AMLO sostiene reuniones de seguimiento para combatir la inseguridad. Cuitláhuac, nada. Ahí­, como Dios manda, la ola de violencia.

BALAUSTRES: 13) La mayorí­a aplastante de AMLO en las Cámaras de Diputados y Senadores le ha permitido caminar en sus promesas de campaña. Cuitláhuac, con todo y la mayorí­a simple y calificada pues su gente ha sometido a los diputados de la oposición, la LXV Legislatura, incapaz de tumbar al Fiscal Jorge Wí­nckler, la obsesiva obsesión del gobernador.

14) AMLO tiene operadores polí­ticos en todos los niveles para su objetivo polí­tico superior. Marcelo Ebrard Casaubon, Ricardo Monreal, Martí­ Batres y René Bejarano. Los operadores de la Cuitlamaní­a, en trance esotérico. Nadie los conoce. Y más, con los casos fallidos y resbalones en Chinameca (el relleno sanitario), Actopan (los siete paisanos atropellados por la Fuerza Civil), Isla y Rodrí­guez Clara (la migrante de Guatemala emboscada y asesinada) y Veracruz puerto (el hondureño ejecutado).

15) AMLO ha enfrentado varias guerras sociales y polí­ticas. La guerra contra la corrupción polí­tica. La guerra contra el huacicholeo en PEMEX. La guerra contra sus antecesores. La guerra contra un general asignado en Pemex metido hasta el tuétano en el robo de combustible. Y va ganando. Cuitláhuac, derrotado en su guerra contra el Fiscal.

16) Los tuiters de AMLO son de un polí­tico Estadista. Los tuiters de Cuitláhuac, insulsos, mejor dicho, frí­volos.

El gobernador de Veracruz repite como lorito lo que le conviene de AMLO, en ningún momento porque tenga una agenda pública y ejerza a plenitud su propio capital polí­tico.
Además, ni modo “de echarse la soga al cuello”. Y por eso, el deslinde en varias acciones y posiciones oficiales.