Chinameca, el Waterloo de Cuitláhuac
•Con tal de defender a su secretario de Gobierno, Cuitláhuac García Jiménez fue al pueblo para buscar diálogo con afectados por relleno sanitario
•Se cae negocio millonario de compadres de Rocío Nahle, los Quintanilla Hayek
Por IGNACIO CARVAJAL
Cientos de corazones se unieron ayer en la plaza central para en un solo clamor: “No al relleno sanitario en Chinamecaâ€.
Fue un “no†parejo y sonoro, el cual rebotó en los cerros de Soteapan y Tatahuicapan, pasó por los rÃos, arroyos y acahuales hasta terminar entre las cuerdas de las jaranas de Chacalapa, esas que resuenan bajo frondosos árboles de mando desde la tarde hasta bien entrada la madrugada.
Y asà como el pueblo baila y disfruta en el festival del son, hoy se impuso el repudio absoluto a un proyecto calificado como depredador y dañino a la salud pública.
Hombres, mujeres niños y adultos se defendieron con sonora expresión de la propuesta de enterrar cientos de toneladas de desechos de Coatzacoalcos, Cosoleacaque y Minatitlán en el corazón de la madre tierra en Chinameca.
En esta plaza, a la que tuvo que acudir el gobernador Cuitláhuac GarcÃa Jiménez, a su primer desencuentro con el músculo social, se trasmutó en un escudo para los sin voz: -->
la flora, la fauna y los no nacidos.
Ahí estuvo Belén Utrera Márquez, Dorotea Hernández y otras mujeres más reclamando en pancartas la salud y el territorio para los hijos de sus nietos.
La maestra María Luisa Sánchez resultó contundente. “Señor gobernador, ahora sí que estamos en la tierra de la carne enchileanchada, y Señor, estamos enchileanchados, pues no fue tomada nuestra opinión para un relleno sanitario el cual ya es obsoleto.
Y le recordó su credo:
“La filosofía de AMLO dice no mentir, no robar, no traicionar al pueblo, y ustedes, ya nos mintieron, ya nos están traicionando y están a punto de robarnos la salud de nuestros niños y ancianos.
“No al basurero en Chinameca, señor gobernador”.
El mandatario veracruzano arribó en un convoy de unidades de lujo hasta el primer piquete de huelga. Por delante iba Éric Patrocinio Cisneros Burgos, titular de la SEGOB.
“A ti no te queremos, tú armaste este desmadre, fuera”, le decían los pobladores al veracruzano criado en Baja California, a quien no le quedó de otra más que pasar entre el primer piquete con el rostro compungido y escoltado por guardaespaldas.
Desde un foro en la plaza central, el Ejecutivo habló con el pueblo. “El pueblo es bueno, lo sé”, les decía y posteriormente ofreció obras, electrificaciones, pavimento y una clínica. Todo lo tendrá listo en menos de un mes, prometió.
Inmediatamente, una historia sobre sus orígenes, recordó el nombre de cada uno de sus hermanos, Tonatiuh, Canek, Nezahualcóyotl, Cuauhtémoc, etc, tratando de mostrar empatía con los pobladores de la región indígena en el sureste mexicano.
Pero los pobladores no querían escuchar sus historias de la infancia ni más promesas. “Solo nos tienes que decir un sí o un no”, gritó la maestra Maritza Trujillo Amador, ex candidata del PRI y del PVEM, quien se llevó gran parte de las ovaciones.
El mandatario le dio muchas vueltas al tema. Insistía en que la decisión se sustentara con una consulta ciudadana de por medio. “Ustedes deciden, se hace lo que se diga, pongan la fecha para la consulta”.
El sonoro y retador “NO” de nuevo desde el fondo y a cada rincón: “la decisión ya fue tomada, tienes un documento con las firmas de los agentes municipales. Nadie quiere el relleno, no hace falta la consulta”, le reclamaban.
Una, dos, tres, hasta cuatro veces el Gobernador trató de convencer a la población de acotar la consulta como mecanismo para decidir. Sin embargo, él no le rebotaba en el rostro hasta subirle los colores y aproximarlo a la desesperación.
“Señor gobernador, quiero saber su postura al respecto del relleno sanitario, está de acuerdo si o no”, le lanzó la maestra Maritza Trujillo Amador.
“Estoy de acuerdo con lo que acaban de decidir, ustedes deciden”, dijo el mandatario tratando de echar el vulgo.
“No me evada, sólo diga sí o no”, le insistió la ex candidata y maestra con alta popularidad en Chinameca.
Luego de varias escaramuzas, la maestra le sacó el “no habrá relleno sanitario en Chinameca” y anunció su partida entre palmas y ovaciones de felicidad, no al Ejecutivo, sino del pueblo para el pueblo.
“Sí se pudo, sí se pudo”, decían triunfantes al tiempo que se daban ordenes para quitar los bloqueos, y que regresaran a sus casas los que llevan cinco días plantados en la resistencia, pero dejando la amenaza de por medio, “si no se saca la maquinaria del terreno en cuanto antes, volvernos a bloquear”.
Y así, el mandatario se marchó solo, como llegó, sin seducir al pueblo sureño con todo y su historia sobre los nombres de la realeza, y la extirpe Azteca de la que desciende, y sus hermanos.