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Lunes 07 enero, 2019

Feminicidios con saña y barbarie

•Ejecutadas en Cuitlamanía a balazos, apuñaladas, degolladas, torturadas y descuartizadas

•Algunas de las 23 mujeres que han sido asesinadas dejaron hijos en la orfandad

•Dos de ellas esperaban el nacimiento de nuevos seres queridos

•El infierno recrudecido en Córdoba-Orizaba, Martínez de la Torre, Papantla-Poza Rica, Veracruz y Coatzacoalcos/Por ANTONIO OSORIO/Fotos de YERANIA ROLÓN

  • Hugo Gutiérrez. Feminicidio, primer filtro

  • Jorge Winckler. Feminicidio, segundo filtro

Ejecutadas a balazos, a puñaladas, degolladas, torturadas y hasta descuartizadas, así­ han encontrado la muerte 23 mujeres, de diferentes edades y en diferentes municipios de Veracruz, durante los 38 dí­as que lleva el nuevo gobierno que encabeza el morenista Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, a quien la estrategia de seguridad no da resultados, ante un problema que se ha intensificado y que parece no tener fin.
Las regiones donde se vive el flagelo de la criminalidad hacia las mujeres son hasta ahora: Coatzacoalcos y Veracruz, donde se han registrado 2 casos en cada una, mientras que en la zona centro de Córdoba-Orizaba suman 6, en Martí­nez de la Torre-San Rafael 3, en Naranjos-Chinampa de Gorostiza 2 y la zona de Papantla-Poza Rica 3.
Aunque algunos asesinatos parecieron estar ligados al crimen organizado, otros con agresiones de pareja, también hay mujeres que aparentemente eran inocentes y murieron como ví­ctimas colaterales, en medio de la estampida de la violencia.
El universo de feminicidios en Veracruz, la radiografí­a de la violencia contra las mujeres que aún sigue azotando a las regiones norte, centro y sur delata que, en más de un mes del nuevo gobierno, la onda criminal ha terminado con la vida de al menos 23 mujeres. Niñas, adolescentes y jovencitas, que tení­an deseos de salir adelante para ayudar a sus padres, mujeres que tení­an como motivo principal de su vida a sus hijos, y otras en cambio que se fueron con el deseo de tenerlos, porque estaban embarazadas.
Es el primer mes y una semana del nuevo gobierno, que encabeza Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, que por más esfuerzos que hace no ha logrado contrarrestar la incidencia; en 35 dí­as, “ola” criminal terminó con los sueños y las sonrisas de jovencitas, con la vida de mujeres que dejaron hijos desamparados, rodeados por el dolor de sus familias y la indignación de la sociedad.
Se trata de un fenómeno que empezó a manifestarse hace aproximadamente seis años, pero que se mantiene hasta los últimos dí­as y parece no tener fin, provocando un ambiente de preocupación, de incertidumbre y en algunos casos de psicosis en los habitantes de los lugares donde han ocurrido los casos, porque las mujeres ya no salen de sus hogares con la misma confianza de antes.
En contra parte, las estrategias de seguridad que han implementado los gobiernos estatal y federal, con la llegada de miles de policí­as de las Fuerzas Federales y Estatales a las regiones norte, centro y sur de la entidad, parecen no tener resultados, ya que sólo en dos o tres casos, los responsables han sido detenidos.
En diferentes municipios, a lo largo y ancho del estado, se han registrado los asesinatos más aberrantes que han conmocionado a sociedad, una sociedad que parece no asimilar un caso, cuando ya conoció otro nuevo.
Los feminicidios que se han registrado de diciembre a la fecha, por regiones, son los siguientes: Coatzacoalcos-Acayucan 2, Veracruz 2, Tierra Blanca 1, Juan Rodrí­guez Clara 1, Córdoba-Orizaba 6, Xalapa 2, Naranjos-Tancoco-Chinampa 2, Martí­nez de la Torre-San Rafael 2, Temapache-Papantla-Poza Rica 3.

DOS MUJERES SE FUERON CON EL DESEO DE TENER A SUS HIJOS

Entre la lista de mujeres que han sido ultimadas, figuran al menos dos casos donde las ví­ctimas se encontraban embarazadas, casos que han conmovido a la sociedad, ya que las ví­ctimas esperaban con cariño la llegada de sus seres queridos.
El primero de estos casos ocurrió la noche del 29 de diciembre, en la colonia Guadalupe Victoria de Martí­nez de la Torre, donde una pareja fue asesinada a balazos.
Ivón González Pérez y Manuel Antonio Paredes Benavides, ambos de 38 años, y con domicilio en la calle Narciso Mendoza, de la citada colonia, fueron atacados por sujetos armados.
El hombre era propietario de un taller de torno y soldadura, donde laboraba para llevar el sustento diario. Su esposa, esperaba feliz la llegada de su hijo, pero manos criminales les arrebataron la vida, sin que las autoridades lograran la detención del o los responsables.
En fotografí­as alojadas en el muro del Facebook de ella, pueden verse los momentos alegres de su vida, que compartió con sus amistades, y donde su rostro reflejaba la felicidad por el hijo que estaba por llegar al seno familiar.
Por si fuera poco, y como si se tratase de una serie de televisión, cinco dí­as después, otra mujer fue asesinada, ahora en Córdoba, y también estaba embarazada.
Se trató de la joven Athziri Monserrat Villa Herrera, de 21 años. Era madre de una niña de 2 años y tení­a cuatro meses de embarazo.
La mañana del jueves 3 de enero, esta mujer fue asesinada a balazos y abandonada a un costado de las ví­as del ferrocarril, a la altura de la colonia La Sidra y al respaldo de la zona industrial, en Córdoba.
Vecinos escucharon los balazos y luego vieron a la joven muerta sobre unos montones de piedra, boca arriba y con heridas en la cabeza. Junto a ella estaba también una mochila negra, donde las autoridades encontraron documentos, entre ellos los resultados de unos análisis de laboratorio, que permitieron establecer que se encontraba embarazada, pero que además esperaba tener una niña.
Tras ser descubierto el cuerpo, los vecinos pidieron auxilio, por lo que al lugar llegaron policí­as municipales y estatales, además de paramédicos de la Cruz Roja, pero estos últimos confirmaron que la mujer estaba muerta.

CASOS MíS RECIENTES ENCIENDEN “FOCOS ROJOS” EN VERACRUZ Y COATZACOALCOS

Los casos más recientes han tenido lugar en los municipios de Veracruz y Coatzacoalcos. En Veracruz, la noche del sábado fue asesinada una joven de 17 años, al ser apuñalada en el cuello, cuando se encontraba sola en su casa, en el bulevar Tortuga, número 981, del fraccionamiento Geo Villas Los Pinos, en el puerto de Veracruz.
La ví­ctima fue la menor íngela Monserrat Salinas Ramos, de 17 años, quien falleció a pesar de haber ingresado al hospital. Se presume que fue atacada por uno o más sujetos, desconocidos, quienes la dejaron tirada en la planta alta de la vivienda, boca abajo y con una herida en el cuello.
Su madre, Josefina Salinas Ramos, de 33 años, la encontró herida y en un taxi la trasladó al Hospital General, donde murió a pesar de los esfuerzos que hicieron los médicos para salvarla.
Josefina explicó que la noche del sábado, cuando regresó a su casa se percató que la puerta estaba dañada y abierta, y al no ver su hija empezó a buscarla, hasta que la encontró en su cuarto, tirada boca abajo y herida del cuello.
La joven muerta trabajaba en un puesto de tacos del mercado “Hidalgo”, donde conoció a su novio, Christian “N”, que también laboraba en una taquerí­a del mismo zoco.
De acuerdo con reportes, las autoridades de la Fiscalí­a contemplan la posibilidad de que este sujeto haya cometido el crimen, ya que en la vivienda de la ví­ctima fueron hallados unos zapatos y una mochila de su propiedad.
La familia de íngela pidió que se haga justicia y contó que la chica tení­a planes de continuar sus estudios de secundaria, y estaba contenta, incluso tení­an planes de convivir en el Dí­a de Reyes.
Otro caso que alteró la tranquilidad de los habitantes del puerto jarocho, ocurrió la noche del 30 de diciembre, cerca de un área de ejercicios, junto a la laguna “Lagartos” en la colonia Las Brisas, donde fue encontrada asesinada y con aparentes huellas de tortura la joven Mónica Cházaro M., de 32 años, quien se encontraba desaparecida. Ella amaba los animales y era una activista que se unió al movimiento de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
El hallazgo fue en la avenida Veracruz esquina con la calle Antonio Exome, cerca del Cecati 142, en colonia señalada, donde vecinos descubrieron el cuerpo bocabajo. Reportes establecieron que la joven presentó huellas de ahorcamiento, además de una herida de arma punzocortante en el tórax.
Mónica habí­a desaparecido hora antes, por lo que a través de las redes sociales sus familiares y conocidos pidieron ayuda para tratar de localizarla. Se dice que le gustaba tanto cuidar de los animales, que hasta tení­a como mascota a un perro, el cual pareció unirse a su búsqueda mientras estaba desaparecida. Las autoridades iniciaron la carpeta de investigación UIPJ/DXVII/FESP2a/3232/2018, por feminicidio.
Dí­as después, tras la presión de diversos sectores por el impacto social del caso, el gobernador Cuitláhuac Garcí­a, hizo un recorrido sorpresa por el lugar del homicidio, asegurando que habrí­a mayor vigilancia en esa zona, para evitar casos como el feminicidio de Mónica.
Unos dí­as antes, el 25 de diciembre, en Acayucan fue asesinada una joven, madre de familia y empleada de una zapaterí­a, al ser atacada cuando se encontraba en la celebración de la Noche Buena.

Rocí­o Florentino Gómez, quien tení­a 25 años, viví­a en la calle Rébsamen esquina con el callejón Las Cartas, del barrio Villalta, en Acayucan; trabajaba en una zapaterí­a para mantener a su hijo, pero fue asesinada a puñaladas.
De acuerdo con los vecinos, la hoy finada viví­a con su madre y su hijo, quienes habí­an salido de viaje; asimismo, señalaron que la última vez que vieron a la joven fue con dos sujetos, uno de ellos a bordo de una motocicleta y otro en un taxi.
Dí­as después, la Fiscalí­a informó de la detención de un sujeto, presunto autor del crimen, y resultó ser un primo de la ví­ctima, quien habrí­a tratado de abusar de ella y como se resistió, la mató.
En Coatzacoalcos, el viernes 4 de enero, una mujer de 43 años fue asesinada, y prácticamente degollada, en su vivienda ubicada en un edificio del fraccionamiento Santa Martha, donde fue encontrada por su hijo.
Karina Molina, se hallaba en su habitación cerca de la medianoche, en el último piso de un edificio de la calle Circuito Violeta, Manzana 10, del citado fraccionamiento, donde se presume que llegaron uno o más sujetos, quienes la apuñalaron y prácticamente la degollaron.
La mujer fue encontrada por su hijo, quien pidió ayuda a los vecinos, y de inmediato arribaron paramédicos de la Cruz Roja, pero confirmaron que se encontraba muerta.
Elementos de la Policí­a Naval, Fuerza Civil, Seguridad Pública y Secretarí­a de Marina acordonaron el sitio, mientras las autoridades de la Fiscalí­a realizaron las investigaciones, pero de los autores del feminicidio nada se supo.

EN TIERRA BLANCA Y RODRíGUEZ CLARA DOS CASOS MíS

El 2 de diciembre, en el poblado Las Charcas, municipio de Tierra Blanca, un hombre de 73 años mató a su pareja de un escopetazo y luego se suicidó.
Coral Ruiz Molina, de 29 años, se encontraba en su casa cuando llegó su esposo, Epigmenio Avendaño Ochoa, de 73 años, quien aparentemente por problemas personales la mató de un escopetazo y luego se disparó, en un hecho que conmovió a familiares y vecinos.
En otro hecho violento, la madrugada del 8 de diciembre, en la carretera federal Rodrí­guez Clara-Sayula, un grupo de migrantes fueron atacados a balazos, supuestamente por elementos de la Policí­a Municipal, dejando a una mujer de origen guatemalteca muerta y a otras cuatro personas heridas, entre ellas un menor.

Marí­a Herlinda Ruí­z Teperia, de 28 años, originaria de Cabulco, Guatemala, fue la mujer que quedó tirada en un camino de terracerí­a, donde falleció.
Los hechos ocurrieron cuando los centroamericanos viajaban en un vehí­culo, por la carretera federal Rodrí­guez Clara-Sayula de Alemán y a la altura de la desviación al poblado Ojo de Agua fueron baleados aparentemente por policí­as municipales, según la versión que posteriormente dieron algunos de los sobrevivientes.

EN LA ZONA CENTRO, 6 CASOS HAN CONSTERNADO A LA SOCIEDAD

En los municipios de la zona centro, en la región Córdoba-Orizaba, desde el primero de diciembre, al iniciar el nuevo gobierno, se han contabilizado al menos 6 casos de mujeres asesinadas, entre ellas, una joven que apareció descuartizada y embolsada en el municipio de Yanga; tres más que pertenecí­an a una familia de Atzacan, una bebé que fue ultimada por su padre, en el municipio de Calcahualco y el caso más reciente, el de una mujer embarazada.
La mañana del 1 de diciembre, el cuerpo de la mesera Samantha Aparicio Alvarado, de 25 años y con domicilio en Córdoba, apareció descuartizado y embolsado en el municipio de Yanga. La “ola” de violencia le dio así­ la bienvenida al nuevo gobernador de Veracruz, Cuitláhuac Garcí­a Jiménez.
Dos bolsas de plástico, negras, con los restos de Samantha fueron encontradas por vecinos junto a la caseta de la parada de autobuses de la localidad Palmillas, en el municipio de Yanga.
Horas después, se conoció que los restos eran de la mesera, que trabajaba en el bar “Tropicana” de Córdoba, y que dí­as antes habí­a sido reportada como desaparecida.
Samantha tení­a un hermano al que querí­a mucho, y una hija de 7 años que, según ella, era lo que le daba la alegrí­a de vivir cada dí­a.
En su muro de Facebook, la joven publicaba fotografí­as de ella y su familia, y además escribí­a frases que le serví­an de reflexión para salir adelante en los problemas que enfrentaba cada dí­a.
Este feminicidio también causó indignación de familiares y amigos de la joven, quienes condenaron el crimen, del que hasta el momento las autoridades no han tenido avances en las investigaciones.
La tarde del 13 de diciembre, tres mujeres más, entre ellas una niña de 13 años, fueron asesinadas en el municipio de Atzacan, al registrarse un ataque armado en una casa, donde en total murieron cinco integrantes de una familia. Este fue uno de los casos que más conmovió a la sociedad, por tratarse de un homicidio múltiple.
En una vivienda de la colonia Revolución, sujetos armados asesinaron a la niña Blanca Itzel Morales Romero, de 13 años, junto con sus padres Alfredo Morales González y Maribel Romero Vázquez, de 32 y 27 años, respectivamente. Horas después, en el Hospital Regional de Rí­o Blanco, perdieron la vida Elia Alicia Romero Vázquez, de 38 años, y Sebastián Morales Flores, de 22 años.
Blanca Itzel, era una niña destacada en sus estudios, pues por sus buenas calificaciones formaba parte de la escolta, como abanderada, pero además tení­a una beca de excelencia.
De acuerdo con testimonios, debido a supuestas agresiones del abuelo materno, que andaba ebrio, la niña y el resto de sus familiares se habí­an salido de su casa, para resguardarse en la vivienda de la abuela paterna, donde estaban cuando llegaron sujetos armados que les dispararon.
Aparentemente, las ví­ctimas fueron ejecutadas por estar en una casa donde otras personas aparentemente vendí­an combustible robado, conocido como “huachicol”.
También la mañana del 15 de diciembre, en el hospital del IMSS de Córdoba falleció una bebé de un año y medio de edad, después de que fue atacada golpes por su padre en el municipio de Calcahualco.
De acuerdo con reportes, la agresión fue el dí­a anterior, cuando la pequeña fue dejada al cuidado de su progenitor, quien desesperado porque la niña no dejaba de llorar, la golpeó hasta dejarla inconsciente, provocándole heridas internas y fracturas en el tórax.
Dennis “N” llevó a su hija al hospital del Seguro Social de Córdoba, pero no resistió y murió, a pesar de la atención que recibió por parte de médicos especialistas.
En Córdoba, el caso más reciente es el de la joven Athziri Monserrat Villa Herrera, de 21 años, madre de una niña de 2 años y quien cursaba su cuarto mes de embarazo, en espera de otra hija.
La mañana del jueves 3 de enero, fue encontrada asesinada a balazos, a orillas de la ví­a, a la altura de la colonia La Sidra.
En las últimas horas se conoció que, a través de redes sociales, personas no identificadas que dijeron ser vecinos de la colonia, acusaron a un sujeto apodado “El Chino” como el autor del feminicidio. El reporte, donde aparece la supuesta fotografí­a del sujeto, indica que se dedica a robar material de los trenes de carga, y que tiene nexos con la Policí­a Estatal, por lo que presuntamente no es detenido. El informe, donde se le hace un llamado al gobernador y a las fuerzas armadas, también señala que ya en una ocasión fue “puesto” ante las autoridades, pero fue liberado.

LA REGIÓN DE MARTíNEZ DE LA TORRE Y SAN RAFAEL NO ESCAPARON A LA VIOLENCIA FEMENIL

El pasado 23 de diciembre, una mujer fue asesinada a puñaladas en un bar de la localidad El Faisán, en del municipio de San Rafael, donde los vecinos lograron capturar al responsable de este feminicidio.
Los hechos ocurrieron cuando Leonor Nieto Contreras, de 43 años, se encontraba trabajando en el bar de su propiedad, denominado “El Rinconcito”, ubicado a orillas de la carretera estatal Santa Marí­a-El Chote. De pronto, llegó un sujeto identificado como Juan “N”, de 50 años, mismo que tras discutir con la fémina sacó un cuchillo y le asestó varias puñaladas, dejándola muerta.
En Martí­nez de la Torre, el 24 de diciembre tres personas, entre ellas una mujer, quienes eran empleados del presidente municipal, José de la Torre Sánchez, fueron asesinados a balazos, cuando viajaban en un automóvil en el centro de Martí­nez de la Torre; otra de las ví­ctimas era también ex comandante municipal y escolta del muní­cipe.
La triple ejecución ocurrió cuando por el bulevar Luis Donado Colosio, circulaba un automóvil manejado por Rodolfo Pérez Garcí­a, ex comandante municipal y actual encargado de la seguridad de los negocios del alcalde, quien iba acompañado de tres empleados de la tienda Abarrotes del Centro, entre ellos una mujer identificada como Marisol Aguilera Rojas.
Un grupo de sujetos que iban en dos vehí­culos que pretendieron asaltarlos, por lo que les dispararon y los dejaron muertos en la unidad.

LA ZONA NORTE TAMBIÉN CON ALTA INCIDENCIA DE FEMINICIDIOS

En el municipio de Zozocolco, el 8 de diciembre, una estudiante falleció en el hospital de Poza Rica, luego de que fuera violada y presuntamente apuñalada por varios sujetos.
Primero, la ví­ctima, de identidad reservada, ingresó al hospital "Luis Buil Belengueren" de Papantla donde, según su familia, no recibió la atención médica adecuada y fue dada de alta. Horas después, debido a complicaciones en su salud, la menor fue llevada al hospital de Poza Rica, donde murió.
De acuerdo con la asesora de la Casa de la Mujer Indí­gena, Marina Hernández, el padre de la menor denunció que al solicitar el expediente clí­nico de su hija, en el hospital de Papantla, no se lo entregaron por la ausencia del director, y el caso fue denunciado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), a fin de que este organismo interviniera en el asunto por supuesta negligencia médica.
El 18 de diciembre, el nuevo secretario de Salud en la entidad, Roberto Ramos Alor, despidió al director del hospital de Papantla, Gustavo Lacayo Méndez, por la presunta negligencia que sufrió la ví­ctima.
En Papantla, el 8 de diciembre, Graciela Pérez Bernabé, quien tení­a 23 años, fue asesinada de varias puñaladas, por su marido, tras discutir por problemas personales.
El responsable, Magdaleno Núñez Castillo, escapó, pero horas después fue capturado por la Policí­a en la central de autobuses de Martí­nez de la Torre, cuando pretendí­a viajar hacia Gutiérrez Zamora para esconderse. La familia de la ví­ctima dijo que la pareja habí­a llegado de Reynosa, Tamaulipas, pero al reñir por problemas personales, el hombre asesinó a la joven.
Otro feminicidio ocurrió en el municipio de ílamo, el 7 de diciembre, cuando fue el localizado el cuerpo de Karen Itzel Mejí­a Cruz, de 19 años, quien viví­a en la calle 16 de Septiembre, en el centro de esa población.
El cuerpo de la encontraba en estado de descomposición y descarnado, en una parcela del ejido Raudal Nuevo. Por la vestimenta y sus caracterí­sticas, la ví­ctima resultó ser la joven que habí­a sido reportada como desaparecida desde el 30 de noviembre.
Un caso que provocó la indignación de diversos sectores de la sociedad ocurrió en el municipio de Tancoco, la mañana del 15 de diciembre, donde secuestradores ejecutaron y arrojaron en un camino vecinal a la hija de una empresaria del municipio de Naranjos.
Itzel Mar, de 17 años, madre de un niño, era hija de la empresaria Gabriela Mar Betancourt, dueña de la ferreterí­a “Materiales Chinampa”; habí­a sido secuestrada el 8 de noviembre, en el centro de la colonia Las Delicias, cuando acudió a recoger a su hijo a la escuela.

Sin embargo, la mañana del 15 de diciembre fue encontrada ejecutada, maniatada y vendada de la cara, con dos impactos de bala en la cabeza; estaba en posición fetal, a orillas del camino de terracerí­a que conduce del poblado El íguila a El Bají­o, perteneciente al municipio de Tancoco. Ese dí­a, su madre publicó en las redes sociales un mensaje en el cual le pidió perdón porque no pudo pagar su rescate.
Este crimen causó indignación de familiares, conocidos y de la sociedad en general, luego de que a través de las redes sociales inicialmente la madre de la ví­ctima diera a conocer el plagio y luego, tras el desenlace fatal, le pidiera perdón a su hija en un mensaje que los medios de comunicación calificaron como desgarrador. “Perdóname hija, porque no trabajé lo suficiente para poder pagar tu rescate y te dieron muerte. Hija te amo, descansa en paz Itzel Mar. Perdóname por no haber tenido suficiente dinero para pagar. Un beso mi amor. Dios te reciba con los brazos abiertos y tu papi Ramón Mar te ayude a llegar al Reino de los Cielos”.
Por si fuera poco, ese mismo dí­a se registró otro feminicidio en el municipio de Mecatlán; Josefina Salazar Jiménez de 25 años fue asesinada a golpes y a puñaladas en su casa, en la congregación Puxtla.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada, cuando la hoy finada se encontraba en su casa, donde fue atacada a puñaladas y golpeada con una varilla, por sujetos desconocidos. La madre de la mujer muerta, explicó que ella y otros familiares regresaban de la iglesia cuando encontraron a Josefina tirada y ensangrentada, y aunque pidieron ayuda nada pudieron hacer para reanimarla.
Otro caso fue el de una joven de 21 años asesinada a balazos por desconocidos, la tarde del 19 de diciembre, cuando manejaba una motoneta en calles de la colonia Naranjal, en el municipio de Chinampa de Gorostiza.
Aurora Rivera Casanova, y viví­a en la calle Niños Héroes, de la referida colonia, hacia donde se dirigí­a, en una motoneta color rojo con negro, pero fue alcanzada por una camioneta, en la que viajaban dos sujetos, quienes le dispararon en al menos cinco ocasiones, dejándola tirada y muerta sobre una banqueta.
Las detonaciones alertaron a los vecinos, quienes de inmediato pidieron auxilio, por lo que al lugar llegaron policí­as estatales, pero a pesar de que buscaron a los criminales, no los encontraron.


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