En la agoní­a del Duartismo, un joven de Coatzacoalcos y otro jarocho fueron sustraí­dos por un supuesto grupo de elementos de la PFP de una casa en el puerto de Veracruz. Se trata de Baruch Grajeda Garcí­a, y su primo, Francisco Javier Vargas Garcí­a.
Los dos chicos fueron sacados violentamente por los hombres armados del domicilio 958 de la calle Juan Enrí­quez, frente a la Unimex. Documentos de la Policí­a Cientí­fica, a los que se tuvo acceso, confirman que al menos Baruch Grajeda Garcí­a está plenamente identificado entre los restos localizados en la fosa de Arbolillo, en marzo del 2017.
Sin embargo, su padre, Marcos Josafat Grajeda Hernández, dice que no es cierto y que la Fiscalí­a General del Estado que encabeza Jorge Wí­nckler miente (sic) y por ello pide que sea echado y que todos los desaparecidos localizados durante el gobierno de Yunes Linares, sean nuevamente evaluados por la PGR.
Esto lo expresó durante una rueda de prensa arropado por alcaldes de Morena en el sur del estado, quienes también demandan la salida inmediata de Jorge Wí­nckler Ortiz, pues su presencia vulnera el derecho a ví­ctimas.

DICTAMEN DE LA CIENTíFICA

El documento al cual se tuvo acceso, marcado con el folio PF099-17ñ sobre la opinión del personal especializado que realizó las pruebas de ADN, concluye que un cráneo, tórax y otras extremidades localizadas en la fosa mencionada, son de Baruch Grajeda Garcí­a.
Mediante los diversos perfiles de ADN, el personal de la Policí­a Cientí­fica concluye que son completamente compatibles “a los perfiles genéticos de las muestras biológicas obtenidas tomados de los padres, Baruch Grajeda Garcí­a y Blanca Estela Garcí­a Marí­n”.
Estos resultados se obtuvieron “con base en los resultados de ingreso, cotejo y análisis estadí­stico realizados en el Banco de Datos Genéticos con el que cuenta actualmente el departamento de análisis de la huella Genética de la Coordinación de criminalí­stica de la División Cientí­fica de la Policí­a Federal.
Se indica que “sí­ existe relación de parentesco extremadamente fuerte entre los perfiles genéticos obtenidos de las muestras rotuladas con los números de control vértebra cervical torso 4, húmero izquierdo, vértebra, vértebra, primer molar inferior izquierdo y fémur derecho”.
El primer indicio sobre la presencia del joven porteño en la fosas, lo dio a conocer el Fiscal Jorge Wí­nckler Ortiz en una rueda de prensa en marzo del 2017 en Boca del Rí­o, en ella además, adelantó que estaba una familia de Querétaro reportada como desaparecida en Alvarado, entre un total de 47 cráneos múltiples y partes corporales halladas.
Sin embargo, en esa ocasión, el fiscal solo habló de indicios que eran credenciales de las ví­ctimas, no contaban con la pruebas de ADN. La mayorí­a de los colectivos se lanzaron contra el funcionario pues lo acusaron de sostener su caso con pocos datos y de victimizar más a los familiares, pues incluso, ni ellos habí­an sido notificados, se enteraron por medios de comunicación.
El 24 de mayo del 2017, se confirmó el primer resultado de uno de los restos encontrados en dichas fosas era el de Baruch Grajeda Garcí­a, de 18 años, lo cual se informó el mismo dí­a a los padres.
Esa primera identificación se realiza por perfil genético a los padres de una muestra tomada a un brazo de la ví­ctima. Además, en el brazo habí­a un tatuaje idéntico al ingresado en el banco de datos de personas desaparecidas, correspondiente a Grajeda Garcí­a. Una especie de corona con unas letras.
El 10 de octubre del 2017, la Policí­a Cientí­fica emitió otro dictamen en el cual se identificaba positivamente cráneo, torso y otra extremidad, lo cual se dio a conocer a la familia. La Cientí­fica es la misma corporación que trabajó en la fosa de Colinas de Santa Fe, y que ha recibido el reconocimiento de los colectivos, pues resaltan su labor.

PADRE NO CREE

Durante una rueda de prensa con alcaldes de Morena, para pedir que sea sacado de la Fiscalí­a Jorge Wí­nckler, el padre del joven Baruch Grajeda Garcí­a, Marcos Josafat Grajeda Hernández, en su papel de ví­ctima, se sumó a la voz de los ediles para pedir este cambio.
Reiteró una denuncia pública contra Miguel íngel Yunes Linares y Wí­nckler Ortiz. Acusó que su hijo fue sustraí­do por elementos de la Policí­a federal, junto a su primo, y desde entonces, no sabe nada de él.
“Hasta el momento no tengo información de él”, dijo, rechazando los dictámenes de la PFP enumerados arriba.
“De manera falsa, el gobernador, y el actual fiscal general del estado, Jorge Wí­nckler Ortiz difundieron a medios nacionales y locales, que en el mes de marzo del 2017, y en mayo del mismo año, que supuestamente mi hijo y mi sobrino habrí­an aparecido, hecho que es falso, y desmiento.
En el mismo tenor denunció la desaparición de evidencia de su caso, como un disco duro con videos relacionados con la desaparición de su chico.
En este tenor, demandó que “se investiguen todos y cada uno de los restos en fosas clandestinas” localizados durante el Yunismo, pues a como manejaron mesiánicamente los casos, no tiene confianza, pueden ser “noticias falsas y sin sustento”.