En lo que va de sus 15 dí­as de mandato, iniciados el pasado primero de diciembre, la violencia ha dejado saldo de 81 personas asesinadas, más de la mitad muestran signos de ejecuciones y se han dado siete secuestros, de los cuales, únicamente dos ví­ctima han sido liberadas.
De esas 80 ví­ctimas, al menos 15 son mujeres que han aparecido decapitadas, hechas pedazos y lanzadas en la ví­a pública.
Inició el gobernador morenista con los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, incluyéndolos en su agenda desde el primer momento. Las madres han dado su voto de confianza a Cuitláhuac Garcí­a y a Andrés Manuel López Obrador por la promesa de encontrar a “todos los desaparecidos”.
AMLO estuvo en Xalapa el dí­a dos de diciembre, su primer acto como presidente en Veracruz. Se esperaba un anuncio importante en materia de búsqueda de personas desaparecidas y para hacer frente a la crisis forense; sin embargo, AMLO dedicó menos de un minuto a los colectivos.
Afirmó que se llevaba a México el plan para hacer frente a la crisis ”“documento elaborado por las madres de los colectivos y activistas defensores de los derechos humanos ”“ y hasta ahí­. No hubo anuncio de organismo internacional penal para que comenzara a aplicar la justicia transicional; igualmente, al dí­a de hoy se carece de un presupuesto aprobado para abatir la crisis; los colectivos piden mí­nimo 383 millones de pesos para diversos rubros.
Sin embargo, los colectivos de madres, especialmente Solecito de Veracruz, mantienen firme la esperanza en que el morenista hará mucho más que Miguel íngel Yunes Linares por la crisis iniciada en los gobiernos de Fidel Herrera y Javier Duarte de Ochoa; así­ lo hicieron patente en un documento que ellas circularon durante la semana, en el marco de la toma de las instalaciones de la Fiscalí­a General del estado para exigir la salida de Jorge Wí­nckler, al que ubican como una pieza fundamental para que la búsqueda de personas siga estancada.
En estos 15 dí­as, el nuevo mandatario ha enfrentado dos eventos fuertes derivados de acciones de la delincuencia. El primero, el pasado ocho de diciembre, con el ataque a un camión donde viajaban ciudadanos de Guatemala con destino a Estados Unidos. En ataque armado se dio en Juan Rodrí­guez Clara y una guatemalteca perdió la vida, además, hubo otros cinco lesionados, entre ellos dos menores de edad.
En ese hecho hay claros indicios de la participación de la delincuencia organizada y policí­as.
Y en Soledad Atzacan, cinco personas fueron asesinadas por un grupo de pistoleros la tarde del jueves 14 de diciembre. Los agresores al parecer cobraron una cuenta pendiente entre bandas dedicadas al robo de gasolina, pero en el incidente perdió la vida una niña de 12 años y sus dos padres.
Tanto el ataque a los centroamericanos como su primera masacre en Atzacan permanecen en la impunidad, y el mandatario no ha mostrado mayor movilidad sobre estos dos puntos, únicamente una visita relámpago a Rodrí­guez Clara, el jueves pasado, de la que no se sabe qué resultados hubo o en carácter de qué se dio.
Entre esos eventos violentos, el gobernador Cuitláhuac Garcí­a ha enviado dos iniciativa al Congreso Local para su análisis y aprobación, una relacionada con la implantación de un sistema de austeridad en el aparato gubernamental y un decreto para condonar al 100 por ciento en 2019 el impuesto de la tenencia, que no incluye al derecho vehicular, que pagan todas las persona sin distingo, pues la tenencia es para unidades con elevado valor comercial.
Estos dos importantes decretos han pasado desapercibidos para la opinión pública, que está más ocupada en sortear las noticias que a diario genera la agenda de la delincuencia organizada.
Han sido más notorias, incluso, las acciones del secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, con su festival Internacional de Caricaturistas y sus reclamos airados al fiscal Jorge Wí­nckler para que ya deje el puesto.
Las fotos de Éric Patrocinio Cisneros moviendo una cazuela de arroz a la tumbada, le han dado la vuelta a Veracruz, en clara mofa al fiscal Veracruzano, Jorge Wí­nckler, el cocinero de paellas de Yunes Linares.
Sin embarro, en estos quince dí­as, el mandatario veracruzano también se comprometió a acabar con la desigualdad y propiciar el desarrollo social, lo que implicarí­a el reto de borrar los estrados de gobiernos de Fidel Herrera y Javier Duarte de Ochoa, en los cuales, según el CONEVAL, se generaron poco más de un millón de nuevos pobres, y miles de veracruzanos partieron a los Estados Unidos huyendo del hambre, la pobreza, y ahora, la violencia.
Igualmente, en estos dí­as, el mandatario anunció convocatoria para cubrir las plazas de magistrados vacantes en el Poder Judicial. Pronunciamiento efectuado sin tomar en cuenta al Presidente actual de dicho poder, Edel Alvarez Peña, ni al resto de los magistrados, lo que ya le ha granjeado varias crí­ticas por deficiencias en el documento leí­do a medios de comunicación.
Pero estas acciones igual resultaron opacadas por la alerta en el sur del estado por el incremento de llamadas y amenazas a mentores, en donde les exigen los aguinaldos. En respuesta, el gobierno de Veracruz envió a Coatzacoalcos al secretario de Educación, Zenyazen Escobar, y al titular de la SSP, Hugo Gutiérrez, cuyas promesas de mejorar la seguridad no prosperaron pues el jefe de la policí­a, de civil, llegó mostrando una imponente arma escuadra a un evento con niños, padres de familias y maestros, por lo cual debió disculparse 24 horas después.
Por si fuera poco, y mostrando la falta de sincroní­a entre las cabezas de gobierno, el dí­a 15 del mismo secretario de educación culpaba a Yunes Linares de la falta de recursos para pagar salarios y aguinaldos a maestros, pero el mismo dí­a, dos horas después, la SEFIPLAN lo desmentí­a.
Pero quienes le dieron el tiro de gracia, fueron lo encargados del área de comunicación social, quienes difundieron una foto del gobernador, en los canales oficiales, cortando el listón de una calle, en Villa Aldama, en la que estaba solo, sin gente a su lado, dando la impresión de que nadie le acompañaba.