también asesinado, de huachicolero… Maribel Romero Vázquez, 27 años… Elia Alicia Romero Vázquez, 38 años… Y Blanca Itzel Morales Romero, 12 años… Los tres feminicidios que con los otros significan los peores dí­as y noches del primer gobierno de la izquierda en Veracruz… Dos, asesinadas por sus esposos, en Tierra Blanca y Papantla… Una mujer más, descuartizada, en Córdoba… Otra mujer, destazada y embolsada en Alamo… Una niña, ultrajada y fallecida en Zozocolco… La migrante de Guatemala, emboscada por unos encapuchados, que eran policí­as o polleros, en el sur de Veracruz… Otra chica en Tancoco, secuestrada y asesinada cuando su madre fue incapaz de pagar el rescate…

ROMPEOLAS: Al momento, ninguna palabra de los diputados de la Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables, Brianda Kristel Hernández Topete (PRD), Deisy Juan Antonio (MORENA) y Monserrat Ortega Ruiz (PAN)… Tampoco de los legisladores de la Comisión de Asuntos Indí­genas (las tres mujeres de Atzacan), Ricardo Arturo Serna Barajas (PAN), Erika Ayala Rí­os (PRI) y Sergio Hernández Hernández (PAN)… Tampoco de la Comisión de Atención a Migrantes (la guatemalteca asesinada en los lí­mites de San Juan Evangelista y Rodrí­guez Clara), Juan Manuel de Unanue Abascal (PAN), Adriana Paola Linares Capitanachi (MORENA) y Rodrigo Garcí­a Escalante (PAN)… Y, bueno, cuando en Veracruz siguen asesinando a mujeres, niños e indí­genas, y los diputados locales callan, y también callan los diputados federales (Anilú Ingram pagando boletines repitiendo como lora iniciativas de ley de otros) y los senadores de la república (la profe Gloria Sánchez (MORENA), Ricardo Ahued Bardahuil (MORENA, antiguo priista estelar) y Julen Rementerí­a del Puerto (PAN), entonces, ninguna, absolutamente ninguna esperanza social de que Veracruz pueda mejorar…

ASTILLEROS: Igual, igualito que los catorce dí­as de Cuitláhuac Garcí­a con los feminicidios caminaron los dos años de Miguel íngel Yunes Linares, en que Veracruz ocupó en dos meses el primer lugar nacional… Y, claro, la indiferencia y la negligencia en el sexenio de Javier Duarte, cuando, y por ejemplo, trece edecanes de Xalapa fueron desaparecidas luego de una fiestecita en un rancho de Actopan… El 98 por ciento de los feminicidios en los dos últimos años en la impunidad… Y lo peor, en el tiempo del Fiscal Jorge Wí­nckler nunca, jamás, le interesó, ocupado como estaba con encarcelar al mayor número de duartistas que así­ mereció y se ganó la confianza del Yunes azul… Ahora, la historia repitiéndose como una tragedia fatí­dica, pues resulta inverosí­mil que en la primera quincena de MORENA en el palacio principal de gobierno de Xalapa quince feminicidios… Y lo peor, una niña, estudiante, de doce años de edad, en Santa Ana Atzacan... Una niña indí­gena… Pobre, en la miseria, jodida con su familia en materia económica, social, educativa, de salud, de seguridad, de procuración de justicia y desarrollo humano… Una joven indí­gena es glorificada en la pelí­cula “Roma” de Alfonso Cuarón, y una niña indí­gena es asesinada en la sierra de Zongolica de Veracruz…

ARRECIFES: El 2 de diciembre comenzó el tsunami de feminicidios… Fue en Tierra Blanca, donde un hombre de 73 años, Epigmenio Avendaño Ochoa, mató de un escopetazo a su pareja, Coral Ruiz Molina, de 29 años… Luego, el dí­a 4, una niña fue violada por varios sujetos en Zozocolco, y luego, lesionada en el abdomen con un arma punzo cortante, falleció en el hospital de Papantla, donde, oh paradoja, ninguna atención médica recibió… Y con todo que el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, se indignó y dijo que investigarí­an, varios dí­as después, el silencio atroz y fatí­dico, burdo y cruel… Así­, fueron sucediendo los otros feminicidios y el secretario de Seguridad Pública, enclaustrado en su búnker y apareció hasta el dí­a diez, en Coatzacoalcos, en un evento público, con pistola al cincho, porque así­, ajá, está acostumbrado como policí­a desde hace 28 años… 28 años que alardea en su biografí­a policiaca sin que nadie en Veracruz haya sentido en el corazón social que los tiene, porque la delincuencia está desbordada con sesenta y cinco crí­menes al dí­a 14 de diciembre…

PLAZOLETA: En el otro lado de la cancha, la felicidad total… Cuitláhuac, dama de compañí­a de AMLO, el presidente… Éric Patrocinio Cisneros, inaugurando su exposición nacional de caricatura en su pueblo, Otatitlán, y que por vez primera en muchos años el Cristo negro sale a la palestra… El secretario de Seguridad Pública, estudiando geografí­a de Veracruz para actualizarse, digamos, como en un curso por correspondencia… El Fiscal, atrincherado en su palacio para evitar que lo despidan… En las redes sociales, el góber, dichoso con sus sabadabas… Los chairos, listos para lapidar a cuantos se ocupen de las sombras de MORENA en la tierra jarocha… El gobierno del estado enviado al Congreso su Ley de Austeridad y de Remuneraciones para quedar bien con AMLO y anunciando la baja de presupuesto en la publicidad a los medios porque ahora ya todos son honestos…

PALMERAS: Y en contraparte, Veracruz desangrándose llenando los cementerios… Caray, si para tales decibeles de incertidumbre, zozobra e inseguridad el millón 665 mil 824 ciudadanos votaron por Cuitláhuac, ¡vaya desencanto social!... Muchos, demasiados, pendientes sociales en Veracruz… En los primeros lugares, el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre, donde uno de cada tres jefes de familia llevan el itacate a casa con el raquí­tico ingreso derivado del changarro en la ví­a pública vendiendo picadas, gordas, tortas, tostadas, tamales, tacos y refrescos de cola… Pero encima de tales urgencias está la seguridad en la vida, pues resulta ilógico, absurdo, cruel, abominable, que de ñapa a la jodidez todaví­a andemos todos con el corazón en la mano, temerosos de un tiroteo, una bala perdida, un secuestro exprés, un secuestro formal, un robo en casa, un asalto en la calle…