Santa Ana Atzacan, Ver.- Durante décadas, Santa Ana Atzacan ha sido uno de los municipios que registran altos í­ndices de marginación, debido a la falta de infraestructura industrial y oferta laboral que enfrentan los pobladores de las 13 localidades que conforman el municipio y la cabecera, donde el pasado jueves fue atacada una familia, por presunta venta clandestina de combustible, dejando un saldo de cinco personas muertas.
Entre las ví­ctimas del ataque armado estaban Alfredo Morales González, de 32 años, de ocupación albañil, así­ como su esposa Maribel Romero Vázquez, de 27 años, y su hija, la estudiante Blanca Itzel Morales Romero, de 12 años.
En la vivienda donde ocurrió el múltiple homicidio, ubicada sobre la calle principal, número 27, fueron hallados depósitos con combustible, por lo que se presume que era vendido de forma clandestina y esto habrí­a originado la agresión.
Aun cuando ninguno de los conocidos de las ví­ctimas se refirió a este tema, algunas personas admitieron que el trabajo de Alfredo era de albañil, aunque en ocasiones también se dedicaba al campo.
Incluso se conoció que debido a que por temporadas no tení­a trabajo de construcción, su esposa se dedicaba a vender dulces para conseguir algún ingreso y apoyar la economí­a familiar.
En este municipio, ubicado en las faldas del volcán “Pico de Orizaba”, las principales actividades productivas son el cultivo de la caña y el café, pero se carece de infraestructura para el desarrollo industrial y a pesar de los esfuerzos que realizan las autoridades para ofrecer una mejor calidad de vida, de acuerdo con datos oficiales, hay alrededor de 2 mil 500 familias que siguen padeciendo condiciones de pobreza y por lo mismo son apoyados con programas sociales.
En las localidades, los habitantes refieren que lo que ganan en el campo no les alcanza para mantener a sus familias.
“Aquí­ se cultiva caña y café, ahorita es tiempo de zafra, pero pagan muy barato, necesita uno cortar todo el dí­a para sacar más o menos unos 200 pesos, y ahorita con el tiempo lluvioso no se puede trabajar bien; terminando la zafra casi no hay trabajo, ya que los dueños de las parcelas prefieren regar herbicida y ya no dan trabajo de limpia”, aseguró José Luis Martí­nez, habitante de la colonia Revolución.
Juana Martí­nez, propietaria de un local de comida en el parque, aseguró que “las ventas han estado regulares, aunque en ocasiones mejora la situación porque a esta zona llegan turistas de otras ciudades y paí­ses, que se interesan por conocer el volcán y pasan hacia el municipio de La Perla”.
Sin embargo, a pesar de que en la cabecera municipal existen alrededor de 200 locales comerciales, de diferentes giros, muchos no registran importantes movimientos económicos.
A diferencia de otros municipios, en Santa Ana Atzacan existe el servicio de moto-taxis, cuyos conductores diariamente recorren las principales calles para conseguir pasaje y poder obtener el sustento para sus familias, aunque en ocasiones no hay demanda suficiente del servicio y resultan mí­nimos los ingresos que logran.
Por otro lado, el aspecto de la inseguridad es otro problema que enfrenta este municipio, conformado por más de 20 mil habitantes, debido a que actualmente hay una plantilla de 36 elementos de la Policí­a Municipal, para garantizar la seguridad de los ciudadanos, lo que resulta insuficiente para atender al grueso de la población.
De acuerdo con información dada a conocer por las autoridades municipales, durante el presente año los productores de café sólo recibieron apoyos del gobierno consistentes en 28 mil plantas de café para mejorar sus plantí­os, así­ como 66 paquetes tecnológicos de fertilizante.
Asimismo, de acuerdo con indicadores oficiales, en el municipio existen alrededor de 2 mil 571 familias de escasos recursos y 958 adultos mayores, que son los que reciben algún programa de beneficio social.