O el consabido y anunciado juicio polí­tico al Fiscal Jorge Wí­nckler.
Y de acuerdo con la historia legislativa, "antes de que el gallo cante tres veces", los Morenos terminaran encantando a más de cuatro diputados opositores para sumarse a ellos.
Incluso, con el riesgo de desertar de sus partidos originales para volverse unos Morenos remisos que así­ llaman a los Morenos de última hora.
Fue el caso, por ejemplo, de la LX Legislatura cuando Fidel Herrera Beltrán gobernaba Veracruz y le tocó un Congreso con veinte diputados del PRI y veinte opositores.
Juan Nicolás Callejas Arroyo era el pastor del PRI y Enrique Cambranis del PAN.
Atanasio Garcí­a, padre de Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, era diputado local.
Entonces, cuando se dieron cuenta, Fidel Herrera habí­a seducido a más de la mitad de los diputados opositores al PRI y tuvo la mayorí­a calificada para hacer y deshacer.
El politólogo Ramón Bení­tez recuerda que, entonces, muchos diputados quedaron bajo sospecha de enriquecimiento inexplicable.
La historia, decí­a Octavio Paz, es una caja de sorpresas, en tanto Federico Engels decí­a que la historia siempre se repite y Carlos Marx precisaba que se repite unas veces como tragedia y otras como comedia.
Por eso, que ningún diputado opositor "se rasgue las vestiduras" porque "escupir para arriba" se revierte...