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Lunes 05 noviembre, 2018

Megamarcha en Orizaba para clamar justicia

Antonio Osorio

  • Marcha por justicia

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Destituye alcalde a director de Gobernación, implicado en los crí­menes

Miles de personas, apoyados por el magisterio, marcharon la mañana de este lunes por calles del centro de la ciudad y posteriormente abarrotaron el Palacio Municipal, para exigir justicia para los hermanos Ernesto y Román Pérez González, quienes fueron asesinados por elementos de la Policí­a Municipal, logrando la destitución del director de Gobernación, Juan Ramón Herebia, implicado en los hechos.
Con mantas y pancartas, los ciudadanos, muchos de ellos vestidos de blanco y llevando globos, lanzaron consignas contra los policí­as que privaron de la vida a los hermanos y exigieron cárcel también para el jefe policiaco.
Durante el fin de semana, los familiares de las ví­ctimas, encabezados por el profesor Román Pérez Martí­nez, padre de los jóvenes, convocaron a la ciudaní­a en general, así­ como a los integrantes del magisterio de la región de Orizaba, para unirse a la marcha.
Desde las 08:30 horas, los ciudadanos empezaron a reunirse en la avenida Poniente 8 y la calle Norte 13, para después avanzar hacia el Palacio.
Al grito de “¡justicia!”, “¡justicia!” y portando pancartas donde podí­an leerse mensajes como “Herebia, ya debes muchas”, “exigimos justicia”, “alcalde, no seas cómplice del asesino de Herebia” y mantas con las mismas consignas, como por ejemplo “Gobernador, exigimos todo el peso de la Ley para los asesinos”, el contingente avanzó hacia el Palacio Municipal, donde colocaron veladoras en el piso y pegaron varias cartulinas en las paredes, pidiendo justicia para los hermanos.
Momentos después, los padres de los profesionistas fueron recibidos por las autoridades, encabezadas por el presidente municipal, Igor Fidel Rojí­ López, quien ante los medios de comunicación informó que ante solicitud del profesor Román Pérez Martí­nez, determinó firmar la renuncia del director de Gobernación, Juan Ramón Herebia, para que sean las autoridades de la Fiscalí­a quienes se encarguen de investigar y resolver los hechos.
Asimismo, el profesor agradeció el apoyo y recordó que previamente habí­a solicitado la ayuda del Gobernador, Miguel íngel Yunes Linares, para que los responsables de la muerte de sus hijos fueran castigados.
Sin embargo, también reconoció que ninguna sentencia contra los uniformados, ni contra el jefe policial, nada, le devolverá a sus dos hijos.

LA HISTORIA

La madrugada del jueves 1 de noviembre cambió la vida de la familia Pérez González, en el centro de Orizaba, donde policí­as municipales asesinaron a balazos a los hermanos Ernesto y Román, de 33 y 31 años, dos jóvenes que apenas iniciaban su vida de familia, y cuyos sueños y aspiraciones fueron truncados, en lo que pareció una ejecución extra judicial.
La doble desgracia de la familia, por el asesinato de los profesionistas, ha desatado la indignación del pueblo entero, por lo que este lunes habrá otra marcha de protesta contra los policí­as asesinos.
Pero por más protestas y reclamos que lancen los agraviados nada le devolverá la vida a las ví­ctimas, la alegrí­a sus familias y la tranquilidad a los ciudadanos, según el bombardeo que a través de las redes sociales se ha dejado sentir desde el dí­a de los hechos.
Una sociedad que de unos años a la fecha ha sufrido la embestida de la violencia, por los desaparecidos, las ejecuciones y ahora por los crí­menes a manos de policí­as.
La Policí­a Municipal, que hace dos años fue reconocida como Policí­a modelo, hoy recibe la condena generalizada de la ciudadaní­a.
Giovanna Garcí­a, esposa del profesor Román Pérez González, narra con tristeza la situación que viven desde el pasado 1 de noviembre.
La misma desgracia la viven los padres de los hermanos asesinados, Román Pérez Martí­nez y Luz Marí­a González González, sus esposas, hoy viudas, un hijo del odontólogo Ernesto y la abuela materna.
Aunque las autoridades ya dictaron la prisión preventiva a los policí­as implicados en el doble homicidio, esto en nada alivia el dolor que se siente y que no se le desea a nadie, señala la mujer, de unos 30 años.
"Hasta donde sabemos a estas personas -los policí­as- les dictaron dos años de prisión preventiva, y se los llevaron al penal de Zongolica porque temen por su seguridad.
Escogieron ese penal para llevárselos, siguen corriendo las diligencias, sigue habiendo todo ese tipo de situaciones".
Por el momento, agrega, "queremos que a la comunidad no se les olvide esto, que nos sigan acompañando, que sigan publicando, que sigan difundiendo, el juicio sigue y esperamos que se haga justicia para la familia, pero que más que nada que el asesinato de mi esposo y mi cuñado no queden impunes, que este sea el parteaguas de que el dolor que hoy nosotros atravesamos no lo viva nadie más".
Reiteró que el director de gobernación, Juan Ramón Heredia Hernández, fue quien manipuló la escena, al mover los cuerpos de los hermanos, ya que quedaron con las ropas "jaladas", "él vino y manipuló todo, sembró armas y dijo que los vení­an persiguiendo, cuando no es posible que alguien que sale de un antro venga desnudo, como estaba Ernesto cuando iba a salir a apoyar a su hermano".
Con Román, ninguno de sus amigos podí­a enojarse porque terminaba por alegrarlos con su buen carácter.
Román ya tení­a ocho años dando clases en la escuela secundaria "Reyes Heroles" de Jalapilla y en la Secundaria General número 3 "Ignacio de la Llave", de Orizaba, donde su padre es directivo.
Era maestro de las materias de Fí­sica y Matemáticas y estaba próximo a dar un "club" con la nueva Reforma Educativa.
Aunque no tení­a hijos, disfrutaba su matrimonio con Giovanna, ya que eran una pareja de jóvenes.
El sueño de Román era tener una familia, que los integrantes de su familia y la de su esposa vieran que ellos eran una pareja feliz, que estaban dispuestos a alcanzar los sueños de los dos. Román era una persona entusiasta, tení­a un ángel impresionante, todo mundo lo querí­a, cuenta su esposa.
Sus amigos le decí­an a ella que no se podí­an enojar con él porque siempre llegaba con una sonrisa, y les decí­a alguna frase de las que siempre solí­a utilizar en sus clases, y con eso se les olvidaba todo.
"Y como dicen en el Facebook, él era una persona tan grande que está logrando unir a una ciudad, una ciudad que ya está devastada por tanto crimen, por tanto desaparecido", acusa.
Cabizbaja, la esposa y cuñada de las ví­ctimas, recuerda que hace aproximadamente dos años Román ya habí­a tenido un problema con los policí­as, cuando también hubo abuso de poder y lo golpearon, hubo denuncia y todo, pero las autoridades nunca hicieron nada, dice.
Ese dí­a le pegaron, añade, le rompieron un diente, lo tuvieron encerrado varias horas, solamente por haber estado en un lugar equivocado, a la hora equivocada.

LOS HERMANOS SIEMPRE CONVIVIERON JUNTOS, LA GENTE LOS APRECIABA
El maestro, era una persona honesta y trabajadora, responsable, por lo que ni él, ni su hermano tení­an necesidad de delinquir, eran personas de bien.
Mientras veí­a a varias personas llegar a depositar arreglos florales y veladoras al frente de la vivienda, donde ocurrió la doble ejecución y donde aún se aprecian los impactos de los balazos en las paredes, los vidrios rotos y hasta una cortina rasgada, la esposa y cuñada explicó que a Ernesto le gustaba el fútbol, no fumaba, ni tomaba, su único vicio era el fútbol, se dedicaba por completo a su hijo.
Asimismo, a Román le fascinaba el basquetbol, es más, siempre se echaba una cascarita con sus alumnos; también disfrutaba tocar la guitarra y cantar, esa era una de sus pasiones, luego iba con Giovanna al karaoke y él ya tení­a su repertorio.
A su esposo también le encantaba viajar, añade, conoció muchos lugares; era egresado de la licenciatura en Matemáticas y le gustaba enseñar, por eso trabajó no sólo en las escuelas federales, sino también en particulares, fue hasta a dar cursos a Puebla.
Román, al igual que Ernesto, también tení­a su cuenta de Facebook, donde estuvo recibiendo apoyo de todos sus amigos y conocidos.
Ernesto tení­a su página de su "Consultorio Dental Life Ernesto González Pérez".
"Comprometido con su sonrisa", dice el slogan, con número de WhatsApp, Facebook y la dirección del consultorio.
"Gracias por su excelente servicio y por realizar un trabajo de calidad. Muchas felicitaciones y muchos éxitos hoy y siempre", le escribió el 2 de septiembre del 2017 Perlita Fons.
Los hermanos gustaban de ir a comer a varios lugares, les atraí­an los bares botaneros, ir a las mojarras fritas de los viernes, por ejemplo, iban al "Fortí­n" o al "Mooms", comí­an, bebí­an y con la misma se retiraban, siempre sin causar problemas.
Para Ernesto, su mayor pasión siempre fue su hijo de ocho años, a quien le decí­a de cariño "Chepe" o "Chepesaurio", y con el que siempre se encerraba y pasaban horas juntos jugando el PlayStation.
Ernesto no sabí­a ejecutar el juego que le gustaba, que era el de la FIFA, pero ya estaba contento porque recientemente habí­a aprendido, sus familiares los podí­an ver en el cuarto, emocionados como si estuvieran en un partido de fútbol, gritando, enojándose porque se hací­an goles o no los hací­an; el dentista también era una persona muy buena, siempre estaba trabajando, tení­a su consultorio en la casa y a veces atendí­a en otros consultorios, pero siempre disfrutaba su trabajo.
Triste pero también indignada, Giovanna admite que lo que pasó es algo muy infame, que no se le desea a nadie, "no sabemos qué vamos a hacer, todos nos dicen que la vida continúa, pero no puede continuar sin ellos".
La tristeza de la familia se agudizó, ya que apenas cuatro meses falleció la abuela paterna, por lo que a últimas fechas sólo cuentan con la figura de la abuela materna.
*La pesadilla que sobresaltó a los padres.
Cerca de las 05:00 de la mañana del jueves 1 de noviembre, el maestro Román Pérez Martí­nez, su esposa, Luz Marí­a González González, profesora jubilada, su hijo Ernesto, así­ como la esposa de este y la esposa de su hermano, junto con su menor hijo, dormí­an en la vivienda de la calle Colón Oriente, número 2051, frente a la Plaza de Toros "La Concordia".
Román Pérez Martí­nez, director de la escuela telesecundaria "Ignacio de la Llave", de Orizaba, al ver que su hijo Román -quien habí­a salido a convivir con sus amigos- no aparecí­a, salió a buscarlo.
Luego, varios balazos despertaron a sus familiares.
Eran policí­as municipales que habí­an llegado persiguiendo a Román, presuntamente por haber burlado un retén de la Policí­a.
Tras haber bajado de su camioneta el joven y correr hacia la casa, fue baleado y cayó a unos metros de la entrada.
El hecho provocó la salida de su hermano Ernesto, en ropa interior, para ayudarlo, pero también fue abatido a balazos.
"Yo habí­a salido a buscar a mi hijo a las 4 de la mañana porque no habí­a llegado y mi esposa escuchó varios disparos de arma de fuego. A las 5 de la mañana me refiere mi esposa que escucharon disparos ella y mi hijo Ernesto se levantaron sobresaltados", relata el hombre, que a momentos deja escapar sollozos por la pérdida de sus hijos.
Y agrega "Ernesto, el doctor, sale en ropa interior, bajó de su recámara y le dice a su mamá: ¡no salgas!, ¡hay balazos!, luego ella abre la puerta y es ahí­ donde ve que mi hijo, el profesor Román, quedó tirado, a un metro de la entrada, y mi otro hijo, el doctor Ernesto, cayó muerto a un metro más".
Por su parte, la esposa relató que en ningún momento se les permitió, ni la dejaron pedir ayuda; un policí­a estaba parado junto al cuerpo del profesor y le habló con palabras altisonantes, diciéndole "chingada madre, métase y porque usted le toca también".
A pesar de que la mujer dijo al oficial que no le estaba faltando el respeto y simplemente pedí­a una ambulancia porque su hijo se está desangrando, no fue escuchada. Luego, ella y otros familiares pidieron la ambulancia pero nunca llegó.
Momentos después, ella vio que el director de Gobernación del Ayuntamiento, Juan Ramón Herebia Hernández, ya estaba poniéndose guantes de hule látex y después le volvieron a gritar que se metiera y cerrara, a lo que ella obedeció, pero desde adentro se asomó y vio que ya estaban los cuerpos en otra posición.
"No les dieron tiempo de nada, intuyo que a mis hijos los tomaron por la espalda, ellos son profesionistas, son hombres de trabajo y se me hace injusto que los hayan matado, porque volví­ a abrir la puerta y le dije, señor Herebia pida una ambulancia, mi hijo se está desangrando, pero me dijo: ¡ya no va a venir!, ¡ya están muertos! y ahí­ está el arma, y también me dijo que tení­a un policí­a herido"
Ante la magnitud del caso, el padre de las ví­ctimas pidió la intervención del gobernador, Miguel íngel Yunes Linares, y la del Fiscal General del Estado, Jorge Wí­nckler Ortiz, "para investigar con limpieza y que no se empañe el caso, que el gobierno actual y el entrante hagan su trabajo, pero con la verdad".
Frente al consultorio de su hijo mayor, impotente, como si se echara un trago amargo, denunció que "me acaban de matar a dos hijos que eran profesionistas, y que como padres nos duele y no es justo que por gente como está ahora se esté manchando el nombre de nuestros hijos, como se está diciendo en las redes sociales, que agredieron a las autoridades, que les dispararon, cosa que ellos ni cargaban armas, ni usaban armas, eran personas honorables, no traí­an ni siquiera un cuchillo porque se dedicaban a trabajar, mi hijo, el doctor, aquí­ está su consultorio y el que era docente todos los dí­as iba a trabajar, así­ que quiero la intervención del señor gobernador".
Con insistencia pidió que así­ como lo ha hecho con -el ex gobernador- Javier Duarte, también lo haga ahora, y aunque esto no lo va a vestir tanto, pero quiero que se haga justicia y que se
llegue hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga, porque aquí­ en Orizaba pasan muchas cosas y se tapan y hoy me tocó a mi esposa y a mí­ perder a nuestros hijos".

FAMILIARES DE LOS HERMANOS DEFENDIERON SU HONOR

A través de las redes sociales, familiares de los hermanos asesinados, desavalaron los señalamientos supuestamente los involucraba en actos ilí­citos.
Garo Hu, prima de los hoy finados, publicó en su muro que "la madrugada de este 1 de noviembre se suscitaron hechos violentos en la ciudad de Orizaba Veracruz, donde dos personas atacaron a policí­as municipales. Esta es la versión que corre en redes sociales la cual es totalmente falsa, pues los dos finados eran hermanos y profesionistas: Ernesto Pérez González, odontólogo de profesión, la casa donde está uno de los cuerpos era donde laboraba, y Román Pérez González, maestro de profesión y con licenciatura en Matemáticas.
Ambos fueron abatidos de manera injusta y es mi deber como familiar y profesionista honrar la memoria de mis familiares, y aclarar que bajo ningún motivo ellos tení­an necesidad de delinquir, mucho menos de faltar a la autoridad. Lo que pido es justicia para mis familiares y que su buen nombre no sea manchado por páginas amarillistas, con testimonio sin fundamentos, más que una copia y pega de diarios que sólo por vender dan por hecho una situación que no se ha aclarado".
*Ernesto y Román quedaron juntos hasta en el panteón.
La tarde del sábado 3, los cuerpos de los dos profesionistas fueron depositados uno al lado del otro, para conformar una sola tumba.
Fueron acompañados con música de los mariachis que entonaban canciones como "Hermoso Cariño", "Amor Eterno", "El Reloj" y otros temas.
El padre de los difuntos pidió como el tema de "El Funeral" y "El Aventurero", dedicadas al maestro, por ser temas que le gustaban mucho y porque es recordado como un muchacho muy alegre y que amaba la vida y su trabajo.
También, los familiares abrieron un espacio para que una alumna, de la escuela donde daba clases, le dedicara unas palabras de despedida.
"Fuiste el mejor maestro que he tenido, todos tus alumnos te vamos a extrañar y a recordar con mucho cariño", le expresó.
*El director de Gobernación, Juan Ramón Herebia, habí­a presentado una licencia de 90 dí­as
Luego de las acusaciones y el “linchamiento” por parte de la ciudadaní­a, el director de Gobernación, Juan Ramón Herebia, anunció que presentó una solicitud de licencia para separarse del cargo, por 90 dí­as, para que se lleven a cabo las investigaciones y se esclarezca la muerte de los hermanos orizabeños.
En su mensaje dio a conocer lo siguiente: “A la sociedad orizabeña: Orizaba está por encima de todos nosotros. Tengo una trayectoria profesional y durante 18 años he servido a Orizaba en forma responsable y honesta buscando lo mejor para la ciudad. He tenido el honor de participar en administraciones pasadas”.
“He sido rescatista de Protección Civil, bombero, delegado de Tránsito y titular de la Policí­a Municipal, todo siempre por Orizaba, por ello y para garantizar la investigación imparcial de los hechos que ocurrieron el pasado 1 de noviembre, he decidido presentar una licencia al cargo de director de Gobernación por 90 dí­as”.
“Esta licencia ya ha sido aceptada por nuestro alcalde y en todo momento he demostrado voluntad para que se esclarezca la muerte de los hermanos orizabeños; tan es así­ que mi primera decisión fue poner a disposición del fiscal de distrito a los seis agentes responsables, quienes se encuentran vinculados a proceso junto con sus respectivas armas de cargo”.
“Por la secrecí­a de la investigación deberí­a de no hacerlo, pero me voy a atrever a presentar el oficio con fecha primero de noviembre, a las 9:20 horas y recibido por la Fiscalí­a dónde estoy poniendo a disposición a los seis agentes y el dí­a de hoy les ha sido ratificada la formal prisión”.
Abundó que “esta licencia sin duda dará certeza tanto las investigaciones como a los familiares de los finados, de que se actuará con apego a la ley. Agradezco a todos quienes me han brindado su apoyo y confianza, incluyendo los a todos ustedes”.
También reprochó que “hoy soy testigo de manifestaciones de odio nunca antes vistas, donde personas que no viven en Orizaba, ni han aportado nada a esta ciudad buscan un beneficio. En estos dí­as se ha desatado una vorágine, donde el anonimato y la cobardí­a se escudan en las redes sociales, teniendo como resultado dañar lo que con mucho esfuerzo se ha construido”.
“Creo en la justicia y en las instituciones, acataré el resultado de la Fiscalí­a hasta sus últimas consecuencias; mientras tanto confí­o en que Orizaba no resulte dañada y dividida por el odio y la sinrazón. Muchas gracias”.
Ante la pregunta de los reporteros sobre por qué no renunció, en vez de presentar licencia al cargo, respondió que “porque soy inocente y que porque en la justicia en México se establece que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.


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